Existe un tipo de corredor que es, se podría decir, ruinoso para las marcas. Corredores que aguantan las zapatillas hasta que revientan, que afortunadamente son poco propensos a las lesiones no traumáticas y que ello les permite aprovechar el calzado hasta más allá de lo adecuado para nuestras rodillas. Yo soy uno de ellos aunque, como bien dice siempre mi amigo Diego, se debe a que nos pies no distinguen correr con unos zuecos de madera o con los zapatitos de cristal de Cenicienta. Vamos, que muy mala tiene que ser la zapatilla para que me vaya mal.
Hace unos días me saltó el aviso en Strava de que las Salomon Sense Pro 2 habían llegado a los mil kilómetros. No soy mucho ni de cuidar el equipo que utilizo ni de mostrar interés en su evolución con el paso del tiempo. Tengo cinco pares circulantes, uno para cada día de entrenamiento dependiendo del tipo de sesión, que voy sustituyendo básicamente cuando "mueren" sin prestar mucha atención a cómo han quedado. Pero ese aviso de 1000 kilómetros esta vez me ha dado que pensar.
Normalmente sigo una rutina bastante sencilla con las zapatillas que salvo que el modelo sea infame, que los hay, es la siguiente:
000 a 200 Kms Competición
200 a 700 Kms Entrenamientos varidos
700 a muerte Entrenamientos por zonas técnicas, trochas, torrenteras... destrozar la zapa.
Las Salomon Sense Pro 2 han cumplido con las tres etapas, convirtiéndose en uno de los modelos más cómodos que he calzado. Cierto que no es una zapatilla de gama alta y que no está hecha para ultras muy largos, pero su comportamiento en cualquier superficie ha sido excepcional y, en definitiva lo que más me importa a mi, la sensación de comodidad y de que puedes recorrer kilómetros hasta el infinito, bestial.
Para datos técnicos ya están los amigos de Trailrunningreview con su análisis. El mío, que se trata de una zapatilla bastante ligera que quizás da la sensación de no tener mucha amortiguación pero que no he echado en falta más con mis 67 Kgs. El agarre en zonas técnicas ha respondido y respecto a la durabilidad, qué decir :).
¿Cómo están las Sense Pro 2 después de 1000 Kms? En las fotografías se puede observar. El desgaste en la parte trasera es propio de mis talones y de mis calcáneos que sobresalen. Los agujeros en las mallas aparecieron sobre todo en la última fase de vida, cuando ya las zapatillas ya están en fase destroyer. La desviación es producto de mi pisada y el desgaste de la suela es bastante poco para toda la tralla que han llevado, siendo elevado tan sólo en los talones.
Hay zapatillas y zapatillas. Las Salomon Sense Pro 2 me han sorprendido por durabilidad, ligereza, agarre y comodidad. Puede que no sea un modelo de competición, pero sí para hacerle kilómetros de entrenamiento sin conocimiento.
Salomon Sense Pro 2 cedidas por Salomon España.
Hace unos días me saltó el aviso en Strava de que las Salomon Sense Pro 2 habían llegado a los mil kilómetros. No soy mucho ni de cuidar el equipo que utilizo ni de mostrar interés en su evolución con el paso del tiempo. Tengo cinco pares circulantes, uno para cada día de entrenamiento dependiendo del tipo de sesión, que voy sustituyendo básicamente cuando "mueren" sin prestar mucha atención a cómo han quedado. Pero ese aviso de 1000 kilómetros esta vez me ha dado que pensar.
Normalmente sigo una rutina bastante sencilla con las zapatillas que salvo que el modelo sea infame, que los hay, es la siguiente:
000 a 200 Kms Competición
200 a 700 Kms Entrenamientos varidos
700 a muerte Entrenamientos por zonas técnicas, trochas, torrenteras... destrozar la zapa.
Las Salomon Sense Pro 2 han cumplido con las tres etapas, convirtiéndose en uno de los modelos más cómodos que he calzado. Cierto que no es una zapatilla de gama alta y que no está hecha para ultras muy largos, pero su comportamiento en cualquier superficie ha sido excepcional y, en definitiva lo que más me importa a mi, la sensación de comodidad y de que puedes recorrer kilómetros hasta el infinito, bestial.
Para datos técnicos ya están los amigos de Trailrunningreview con su análisis. El mío, que se trata de una zapatilla bastante ligera que quizás da la sensación de no tener mucha amortiguación pero que no he echado en falta más con mis 67 Kgs. El agarre en zonas técnicas ha respondido y respecto a la durabilidad, qué decir :).
¿Cómo están las Sense Pro 2 después de 1000 Kms? En las fotografías se puede observar. El desgaste en la parte trasera es propio de mis talones y de mis calcáneos que sobresalen. Los agujeros en las mallas aparecieron sobre todo en la última fase de vida, cuando ya las zapatillas ya están en fase destroyer. La desviación es producto de mi pisada y el desgaste de la suela es bastante poco para toda la tralla que han llevado, siendo elevado tan sólo en los talones.
Hay zapatillas y zapatillas. Las Salomon Sense Pro 2 me han sorprendido por durabilidad, ligereza, agarre y comodidad. Puede que no sea un modelo de competición, pero sí para hacerle kilómetros de entrenamiento sin conocimiento.
Salomon Sense Pro 2 cedidas por Salomon España.
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