Hablemos de Leadville. La preparación del viaje.


Nos gusta correr, eso está claro. Nos gusta participar en carreras que suponen un encanto especial, eso también lo sabemos. Y nos gustaría acudir a todas las que vemos anunciadas en internet, esa de Australia que hemos visto en un vídeo de Youtube o la travesía aquella en Jordania que pasa por Petra.

Pero claro, no se puede ir a todo. Por dinero lo primero, porque estas cosas cuestan una pasta y con una vez al año ya nos podemos dar con un canto en los dientes. Por tiempo lo segundo, porque todos trabajamos (y que dure). En mi caso no me puede quejar, porque tengo adaptado un horario para disponer de más tiempo a mediodía para entrenar. Pero con los tres o cuatro viernes que me cojo fiesta para ir a alguna carrera y los días para la competición que suele caer en invierno son todo lo que puedo pedir fuera de las vacaciones regladas.

Por eso, para ir a correr a USA había que hacerlo en las vacaciones de verano. O para decirlo más correctamente, había que buscar algo que coincidiera con el período estival. El empeño en estar en la Leadville 100 y ver la fecha del 2013 fue suficiente para mover todo a las tres semanas centrales de agosto. Faltaba la última parte. Hablarlo en casa y tomar la decisión de "hipotecar" unas vacaciones de verano en base a una "carrerita". Al final, como siempre, ése era el menor de los problemas, Bea se quedaba este año sin playa y Colorado se convertía en nuestro destino veraniego.

Difícil mantener el equilibrio entre turismo y carrera cuando vas a competir fuera acompañado. Bueno, realmente no tanto. Alguna vez ya he comentado que no podemos pretender que todo gire a nuestro alrededor. Ni podemos ni, más importante, debemos. Hay que pensar en las personas que vienen con nosotros y organizar un viaje que no pivote al 100% a tu alrededor.

En el 2010 cuando fuimos a participar en el TRT50, llegamos un miércoles por la noche, el fin de semana era la carrera y después nos quedamos por allí de vacaciones. Obvio decir que las sensaciones en carrera fueron de lo peorcito que he sentido, sin tiempo para adaptarme al cambio de horario ni a la altura (2000 mts que son bastantes menos que este año). Este año será al revés. Juanma, Beatriz y yo llegaremos a Colorado 11 días antes y Nico se incorporará desde San Francisco el miércoles anterior a la prueba. Más de diez días para asimilar el cambio horario (eso seguro) y aclimatarme a los 3000 metros de altura. Esto ya no es tan seguro, pero desde luego mejor llegar con tiempo que no tres días antes. A día de hoy, en mis pensamientos, esto es lo más difícil a lo que creo que me enfrentaré. Serán días de afinar el cuerpo, de dedicarlos a turistear por la zona que no debe estar nada mal, y de hacer alguna sesión no muy exigente, como participar en el 10k que se organiza en Leadville el fin de semana anterior.




El domingo se me pegaron las sábanas. Después de acostarnos a las dos, lo de levantarse a las 6h30 para hacer 22 millas por la TMT casi que no. Tres horas más tarde cayeron 8 con Bea, que para quemar los excesos de la noche tampoco estuvieron mal. Y por cierto, bajó 3' su mejor tiempo en la TMT12

Y hoy, a mediodía la primera parte. 16,1 millas en 2h17' por terreno poco técnico pero variado. 520 mts de desnivel. Esta tarde un poco más. 

IPOD: Saliva. Moving forward on reverse.
EQU: TNF Single Track II / Altus Tahiti + interior Nike / Pantalón Sport Zone

2 comentarios:

  1. Estuve de vacaciones en la zona, y Leadville y alrededores son espectaculares. Además, tenéis tanto por ver por Colorado, Utah, Arizona... zona espectacular. Cuando sea mayor, quizás lo intente...

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