Siempre he contemplado la corriente minimalista desde la distancia, algo provocado por un cierto respeto hacia sus beneficios. Por mucho que haya leído dos veces Nacidos para Correr y que me apasione la historia de los Tarahumaras, albergo bastantes reservas hacia eso de correr con poca o nula amortiguación en las zapatillas. Estamos de acuerdo en que hace miles de años los seres humanos no tenían zapatillas y que, sin ir más lejos, si vemos reportajes de los Juegos Olímpicos de los años setenta el calzado no tiene nada que ver con lo que utilizamos ahora.
Es cierto que esa percepción la tengo sin haber probado ningún tipo de calzado minimalista, por lo que no deja de ser una opinión basada en sensaciones. Como no es bueno cerrarse en banda a nada y hay que probar de todo para poder opinar con conocimiento de causa, desde Merrell España me han propuesto comenzar a utilizar su línea minimalista. Partir de cero, con la mente limpia, sin ideas preconcebidas a favor o en contra y contar aquí mis sensaciones, progresos o retrocesos. No del minimalismo de Merrell sino del barefoot en general. Lo bueno y lo malo, si me va bien o por el contrario me machaca, si noto que el cambio en la postura al correr me produce beneficios a la hora de correr... Todo con la más absoluta libertad para contar mis impresiones, sean positivas o negativas.
Teniendo en cuenta que en los siete años que llevo corriendo en serio no he tenido ninguna lesión grave (toco madera) exceptuando alguna tendinitis, que mis visitas a los fisios se reducen a algún masaje de recuperación, que no utilizo plantillas y que mi forma de correr es más o menos normal, no busco en el barefoot ningún milagro al estilo de Christopher McDougall en su libro. Dejémoslo en curiosidad y en ganas de probar cosas nuevas. Y quién sabe, quizás me convierta en un fanático del movimiento. O no.
Es cierto que esa percepción la tengo sin haber probado ningún tipo de calzado minimalista, por lo que no deja de ser una opinión basada en sensaciones. Como no es bueno cerrarse en banda a nada y hay que probar de todo para poder opinar con conocimiento de causa, desde Merrell España me han propuesto comenzar a utilizar su línea minimalista. Partir de cero, con la mente limpia, sin ideas preconcebidas a favor o en contra y contar aquí mis sensaciones, progresos o retrocesos. No del minimalismo de Merrell sino del barefoot en general. Lo bueno y lo malo, si me va bien o por el contrario me machaca, si noto que el cambio en la postura al correr me produce beneficios a la hora de correr... Todo con la más absoluta libertad para contar mis impresiones, sean positivas o negativas.
Teniendo en cuenta que en los siete años que llevo corriendo en serio no he tenido ninguna lesión grave (toco madera) exceptuando alguna tendinitis, que mis visitas a los fisios se reducen a algún masaje de recuperación, que no utilizo plantillas y que mi forma de correr es más o menos normal, no busco en el barefoot ningún milagro al estilo de Christopher McDougall en su libro. Dejémoslo en curiosidad y en ganas de probar cosas nuevas. Y quién sabe, quizás me convierta en un fanático del movimiento. O no.
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| Foto: Barefoot Running University |
Ayer vino a Territorio Trail Carlos Ultrarun. También hablamos de la Transvulcania, de las carreras del finde y de alguna cosilla más. Os dejo el podcast del programa:
Comenzar el domingo pasado más suave me ha hecho llegar al final de la semana más entero. Hoy han caído 15,1 millas en 2h10', sumando 540 mts.
IPOD: Christina Rosenvinge. Flores raras.
EQU: Salomon XR Crossmax / Altus Bora + interior Nike / Pantalón Sport Zone
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