Esta vez no toca hablar de alineación de planetas, ni de levantarte de la cama y pensar que algo va a pasar. Hoy, pensando en cómo se desarrolló la Jorgeada durante la noche del lunes, sólo puedo decir que es la respuesta a unos meses de entrenamiento reglados y a unos componentes externos que me están ayudando a que ese plan de entrenamiento comience a dar sus frutos. La Jorgeada era el tercer test previsto para la Leadville 100 y es que, después de haberme levantado a las seis de la mañana y un día de trabajo, las condiciones eran las ideales para observar la respuesta del cuerpo.
Aunque la noche no presagiaba nada bueno meteorológicamente habando, durante la entrega de dorsales en la Plaza del Pilar me estaba quedando pajarito, el ambiente entre los participantes era de los mejores que recuerdo desde hace mucho tiempo. Ganas de pasarlo bien sobre todo con un gran objetivo por delante. Los Corredores del Ebro haciendo equipo, Luis, Marcos, Daniel, Joey... No preguntéis porqué, pero esta prueba tiene un saborcito especial. Al fin y al cabo no todos los días se puede pasar una noche corriendo bajo las estrellas.
A medianoche, con las campanadas de la torre del Pilar, nos ponemos en marcha. El cierzo se pone de nuestra parte y, como por arte de magia, encalma de repente. La idea que llevo es dividirme la carrera en tres partes: Zuera k25, Almudévar k57 y Huesca. Como siempre, el tramos más complicado será el central, el que más me cuesta siempre en todas las competiciones que participo, por lo que salgo especialmente mentalizado para superar esto concretamente. Al contrario que otros años, el grupo se estira nada más salir. Se ha venido con ganas de correr y se nota. Son tramos de asfalto pasando por San Juan de Mozarrifar hasta Villanueva, en el k15 y primer avituallamiento donde pico en 1h24'. Aunque las piernas me responden, tengo algún problemilla estomacal, con dolores abdominales, que intento arrinconar de mis pensamientos.
Saliendo de Villanueva me junto con Patxi, con el que hago todo el tramo de pista hasta Zuera. 12 Kms de una recta interminable, con algún tobogán donde comenzamos a adelantar a los andarines que comenzaron a las 22h, dos horas antes. Entramos en el polideportivo de Zuera tras 2h35' de carrera. En esto de correr soy algo rarito, prefiero ir solo porque me cuesta mucho adaptarme a otros ritmos, tanto por exceso como defecto. Por eso a partir de aquí seguiré en soledad. Durante estos primeros 27 Kms he consumido la primera Powerbar y en el polideportivo unos trozos de membrillo.
Al salir le doy ya marcha al Ipod. De nuevo volvemos al asfalto, ahora por la carretera vieja de Huesca. Tenía cierto respeto a esta parte, porque otros años lo he pasado bastante mal por aquí pero, contra todo pronóstico los kilómetros caen uno detrás de otro con facilidad. Los problemas estomacales ha desaparecido y las piernas siguen sin mostrar sensación de fatiga. K35 y 3h31, donde me tomo una bolsa de gominolas Ride Shots de Powerbar. Qué ricas por cierto. Con ellas doy el último empujón para llegar vivo a San Jorge. Son 48 Kms de carrera, ya hemos superado la distancia maratón y se ha roto esa barrera sicológica en la que queda menos distancia por delante que la que ya has recorrido. Esto para mi siempre es muy importante, llegar a ese momento en el que dejas de sumar para comenzar a pensar en negativo, a restar kilómetros. He dejado atrás 4h51' y ya se ve Almudévar a lo lejos.
Una peculiaridad de la Jorgeada es que muchos de sus tramos son unas rectas interminables. Quizás la peor es la que desemboca en Almudévar, con la silueta del castillo en el horizonte al que parece que nunca vas a llegar. 10 kms que pasan muy despacio, porque aunque el ritmo es bueno las piernas duelen un poquito. Un Powergel ayuda a pasar el trago y a entrar en el campo de fútbol de Almudévar, k57, picando 5h40'. La panceta está en la brasa y la trenza en las mesas. La primera no la cato, pero de trenza tomo dos trozos. En vez de poner pilas nuevas al frontal opto por directamente cambiarlo y salir con el de repuesto. Un dolor muscular en la pierna derecha me da un aviso, pero pasa rápido. Este año la salida del pueblo hacia la cabañera está mucho mejor marcada, no es necesario perder ni un minuto buscando marcas.
Comienza ahora la parte más bonita de los 75 Kms, la parte más propiamente dicha de trail que, tras un tramos de cresteo nos deja ya con Huesca a la vista. Un kilómetro complicado de campo con hierba alta y húmeda es la única dificultad reseñable. Cuando vuelvo a pisar camino ya sólo quedan 8 Kms por delante. 7h10' y sensación de hambre aunque no ganas de comer. Aun así tomo otro Powergel, y es que los kilómetros que quedan son los que se hacen más largos. Pistas anchas a los lados de la autovía con toboganes que a estas alturas parecen el Everest que finalmente desembocan en Huesca. Cuartel de la Guardia Civil, Hospital, Cerro de San Jorge y meta.
7h51' de haber salido de Zaragoza toco chufa en el pabellón deportivo de Huesca. De todas las veces que he hecho de distancias similares, ha sido en la que más he corrido. De todas las veces en las que he participado en carreras de más de 75k, ha sido en la que menos cansado he terminado.
Saliendo de Villanueva me junto con Patxi, con el que hago todo el tramo de pista hasta Zuera. 12 Kms de una recta interminable, con algún tobogán donde comenzamos a adelantar a los andarines que comenzaron a las 22h, dos horas antes. Entramos en el polideportivo de Zuera tras 2h35' de carrera. En esto de correr soy algo rarito, prefiero ir solo porque me cuesta mucho adaptarme a otros ritmos, tanto por exceso como defecto. Por eso a partir de aquí seguiré en soledad. Durante estos primeros 27 Kms he consumido la primera Powerbar y en el polideportivo unos trozos de membrillo.
Al salir le doy ya marcha al Ipod. De nuevo volvemos al asfalto, ahora por la carretera vieja de Huesca. Tenía cierto respeto a esta parte, porque otros años lo he pasado bastante mal por aquí pero, contra todo pronóstico los kilómetros caen uno detrás de otro con facilidad. Los problemas estomacales ha desaparecido y las piernas siguen sin mostrar sensación de fatiga. K35 y 3h31, donde me tomo una bolsa de gominolas Ride Shots de Powerbar. Qué ricas por cierto. Con ellas doy el último empujón para llegar vivo a San Jorge. Son 48 Kms de carrera, ya hemos superado la distancia maratón y se ha roto esa barrera sicológica en la que queda menos distancia por delante que la que ya has recorrido. Esto para mi siempre es muy importante, llegar a ese momento en el que dejas de sumar para comenzar a pensar en negativo, a restar kilómetros. He dejado atrás 4h51' y ya se ve Almudévar a lo lejos.
Una peculiaridad de la Jorgeada es que muchos de sus tramos son unas rectas interminables. Quizás la peor es la que desemboca en Almudévar, con la silueta del castillo en el horizonte al que parece que nunca vas a llegar. 10 kms que pasan muy despacio, porque aunque el ritmo es bueno las piernas duelen un poquito. Un Powergel ayuda a pasar el trago y a entrar en el campo de fútbol de Almudévar, k57, picando 5h40'. La panceta está en la brasa y la trenza en las mesas. La primera no la cato, pero de trenza tomo dos trozos. En vez de poner pilas nuevas al frontal opto por directamente cambiarlo y salir con el de repuesto. Un dolor muscular en la pierna derecha me da un aviso, pero pasa rápido. Este año la salida del pueblo hacia la cabañera está mucho mejor marcada, no es necesario perder ni un minuto buscando marcas.
Comienza ahora la parte más bonita de los 75 Kms, la parte más propiamente dicha de trail que, tras un tramos de cresteo nos deja ya con Huesca a la vista. Un kilómetro complicado de campo con hierba alta y húmeda es la única dificultad reseñable. Cuando vuelvo a pisar camino ya sólo quedan 8 Kms por delante. 7h10' y sensación de hambre aunque no ganas de comer. Aun así tomo otro Powergel, y es que los kilómetros que quedan son los que se hacen más largos. Pistas anchas a los lados de la autovía con toboganes que a estas alturas parecen el Everest que finalmente desembocan en Huesca. Cuartel de la Guardia Civil, Hospital, Cerro de San Jorge y meta.
7h51' de haber salido de Zaragoza toco chufa en el pabellón deportivo de Huesca. De todas las veces que he hecho de distancias similares, ha sido en la que más he corrido. De todas las veces en las que he participado en carreras de más de 75k, ha sido en la que menos cansado he terminado.
Grande!
ResponderEliminarMuy Muy Grande!! Alfonso. FELICIDADES!!
ResponderEliminarLos grandes entrenos que te marcas han dado sus frutos.
A tus pies.. SR. ALFONSO.
:-D
VAS COMO UN TIRO!!
ResponderEliminarFELICIDADES Y A POR OTRA.
Un abrazo. David
Muy bien amor. Muy bien. Inteligencia y constancia son tus armas.
ResponderEliminarComo dice Bea tienes inteligencia y constancia, con eso tendrás mucho margen de mejora. Enhorabuena
ResponderEliminar