El atrayente encanto de los edificios abandonados


Desde siempre, los edificios abandonados me han transmitido un encanto especial. Esa soledad, ese estado en el que el tiempo parece que se ha detenido, ese silencio en el que lo único que se es tu respiración, ese olor a viejo. 

En todo el tiempo que llevo corriendo por el monte me he encontrado muchas cosas. Menos dinero, creo que de todo.  Coches y tractores abandonados, patrullas del Ejército de maniobras, despliegues de la Guardia Civil buscando "algo", animales de cuatro y de dos patas, gente desnuda y hasta una vez el levantamiento de un cadáver. Por no hablar de las veces que me he perdido entre la niebla o he equivocado el camino de vuelta. 

Pero lo que me atrae como si tuviera un imán especial son las edificaciones abandonadas. Allí que veo una, hacia allá que me acerco a echar un vistazo. Aquí por La Muela no hay ningún edificio singular más allá de urbanizaciones a medio terminar, naves en el polígono abandonadas con el mobiliario dentro o alguna casa de cazadores. Y tampoco suele quedar mucho una vez que han pasado por ellas mil y un desvalijadores que se llevan hasta los marcos de las ventanas y el césped artificial de las urbanizaciones. Pero sigue teniendo su encanto y de vez en cuando me suelo pasar. Imaginar quién estaba allí, que probablemente un pastor dormía en esa cama desvencijada o avanzar por calles desiertas en las que los matorrales comienzan a ganar terreno al asfalto. No sé si soy raro o no, el caso es que tiene su puntillo y me gusta.

De vez en cuando suelo visitar blogs del tema, en los que sobre todo aparecen fotografías. Como anécdota curiosa el año que participé en la Madrid-Segovia, en el tramo en el que se atraviesa la Sierra de Madrid, pasé por un lugar que me sonaba muchísimo.  Miraba el edificio, lo remiraba y no caía. Hasta que me di cuenta de que era el Sanatorio de La Barranca y que de lo que me sonaba era de haberlo visto en alguna web.  Aquel año se pasaba justo por debajo, la vista era como en la fotografía, y lo cierto es que impresionaba su silueta al atardecer.

Creo que el 29 de junio pasaré de nuevo por allí cerca.



Mira que es difícil que me granice dos días seguidos, pues ha pasado, aunque el de hoy era más pequeñito. Tocaba meter desnivel y me he quedado en D+650 para 14,3 millas Y 2h11'. Unos barrancos, unas crestas, algo de roca complicada por la lluvia y unos cuantos senderos embarrados. Resumiendo, buen día de monte.

IPOD: Guns and Roses. Use your illusion I y II
EQU: TNF Single Track / Camiseta Altus Tahiti +  interior Nike / Pantalón Kalenji

2 comentarios:

  1. Hola Alfonso, me ha llamado la atencion tu aficion por los edificios abandonados, yo tambien suelo visitar algun que otro blog del tema, tiene un encanto especial esas moles intactas y solitarias de otra epoca. Antes leia a menudo http://abandonalia.blogspot.com.es/, hacian unos reportajes fotograficos muy logrados, pero no actualizan hace tiempo, de todas formas no cuesta encontrar cosas sobre el tema, visitare ese blog que enlazas.

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    1. Gracias Víctor. Lo conozco, hay unos cuantos blogs muy buenos del tema, pero no los actualizan mucho.

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