El sábado pasado se disputó la sexta edición del Ecotrail de Paris. Una carrera bonita, no excesivamente dura y altamente recomendable para hacer el viaje en familia o con la pareja, en una ciudad en la que seguro no se aburrirán mientras nosotros estamos pateando los montes. Y con la línea de meta en uno de los monumentos más emblemáticos del mundo, aunque este año por obras la colocaron debajo. Además, al contrario que en las ediciones anteriores, parece que pasaron algo de frío.
He participado en dos ocasiones, los dos últimos años, y en ambas he terminado muy contento aunque en una mucho más que en la otra. En el 2011 disfrutando aunque llegando muy justito a la parte final y en el 2012 saboreando cada kilómetro y finalizando muy entero. La diferencia, aparte de los muchos factores que se dan en una carrera por supuesto, la encuentro en los entrenamientos durante la preparación previa. ¿Qué cambió? Básicamente el kilometraje en las sesiones largas, que el año pasado fue menor. En el 2011 hubo muchos días de 40/45 Kms, que hacía con ganas y tampoco me dejaban excesivamente castigado. Asimilaba bien y recuperaba perfectamente. Tenía hambre de kilómetros y todo me parecía poco. Tenía tiempo y doblaba muchos días. Que por cierto, es algo parecido a lo que me está pasando estos últimos meses, aunque no llegué a meter el sexto día.
El año pasado un molesto catarro, que derivó por mi mala cabeza en principio de neumonía, me dejó KO durante casi diez días en el momento más delicado de la preparación, en febrero y a un mes vista del Ecotrail. Eso significó que las salidas largas que tenía previstas se redujeron a tan solo una de unos 45 Kms. Las semanas eran las habituales de alrededor de 120 Kms de volumen, pero me faltaba ese plus de confianza. Por extensión, me planté en la línea de salida con muchas dudas acerca de qué iba a pasar en esos montes parisinos. Y lo que pasó fue que me salió una de las mejores carreras que he hecho nunca.
En ese resultado, analizando a posteriori las rutinas de entrenamiento, creo que tuvo mucho que ver esa ausencia de tiradas largas. Como siempre digo, lo que es bueno para mi no tiene porqué serlo para los demás, pero en mi caso me hizo llegar con ese puntito de chispa que a veces nos falta porque nos excedemos en los entrenos. No es llegar al sobreentrenamiento, pero sí pasarse un poquito de rosca. Quizás no sea el más indicado para afirmarlo, pero no todo es sumar kilómetros. O por lo menos sumarlos de una forma más razonable, no como un pollo sin cabeza. En vez de muchas salidas de 40k, mejor reducirlas a 30k y hacer alguna de 70/80 que verdaderamente nos pueda decir el estado de forma en qué nos encontramos. Está claro que no existe la fórmula mágica, pero poco a poco vamos aprendiendo a hacer las cosas mejor.
Y otra cosa más. Tampoco es cuestión de perder la perspectiva. Corremos porque nos apetece, y si una temporada nos apetece atiborrarnos de kilómetros, hagámoslo. No vamos a estar nunca luchando por la victoria (al menos yo no), así que hagamos lo que nos pida el cuerpo, que al final dará igual tardar una hora más o menos en llegar a meta.
Por cierto, os dejo un video de la edición del finde pasado:
He participado en dos ocasiones, los dos últimos años, y en ambas he terminado muy contento aunque en una mucho más que en la otra. En el 2011 disfrutando aunque llegando muy justito a la parte final y en el 2012 saboreando cada kilómetro y finalizando muy entero. La diferencia, aparte de los muchos factores que se dan en una carrera por supuesto, la encuentro en los entrenamientos durante la preparación previa. ¿Qué cambió? Básicamente el kilometraje en las sesiones largas, que el año pasado fue menor. En el 2011 hubo muchos días de 40/45 Kms, que hacía con ganas y tampoco me dejaban excesivamente castigado. Asimilaba bien y recuperaba perfectamente. Tenía hambre de kilómetros y todo me parecía poco. Tenía tiempo y doblaba muchos días. Que por cierto, es algo parecido a lo que me está pasando estos últimos meses, aunque no llegué a meter el sexto día.
El año pasado un molesto catarro, que derivó por mi mala cabeza en principio de neumonía, me dejó KO durante casi diez días en el momento más delicado de la preparación, en febrero y a un mes vista del Ecotrail. Eso significó que las salidas largas que tenía previstas se redujeron a tan solo una de unos 45 Kms. Las semanas eran las habituales de alrededor de 120 Kms de volumen, pero me faltaba ese plus de confianza. Por extensión, me planté en la línea de salida con muchas dudas acerca de qué iba a pasar en esos montes parisinos. Y lo que pasó fue que me salió una de las mejores carreras que he hecho nunca.
En ese resultado, analizando a posteriori las rutinas de entrenamiento, creo que tuvo mucho que ver esa ausencia de tiradas largas. Como siempre digo, lo que es bueno para mi no tiene porqué serlo para los demás, pero en mi caso me hizo llegar con ese puntito de chispa que a veces nos falta porque nos excedemos en los entrenos. No es llegar al sobreentrenamiento, pero sí pasarse un poquito de rosca. Quizás no sea el más indicado para afirmarlo, pero no todo es sumar kilómetros. O por lo menos sumarlos de una forma más razonable, no como un pollo sin cabeza. En vez de muchas salidas de 40k, mejor reducirlas a 30k y hacer alguna de 70/80 que verdaderamente nos pueda decir el estado de forma en qué nos encontramos. Está claro que no existe la fórmula mágica, pero poco a poco vamos aprendiendo a hacer las cosas mejor.
Y otra cosa más. Tampoco es cuestión de perder la perspectiva. Corremos porque nos apetece, y si una temporada nos apetece atiborrarnos de kilómetros, hagámoslo. No vamos a estar nunca luchando por la victoria (al menos yo no), así que hagamos lo que nos pida el cuerpo, que al final dará igual tardar una hora más o menos en llegar a meta.
Por cierto, os dejo un video de la edición del finde pasado:
Extraído del blog de Ser13gio
Hoy soplaba más cierzo del que pensaba, por lo que me he picado las series, algo que no me ha costado nada de esfuerzo. A cambio, 14 millas de monte suave en 2h10'
EQU: Salomon XR Crossmax / Camiseta Altus Bora + interior Nike / Pantalón Kalenji
Lo comparto al 100%. Yo no llego a tus kilometradas, pero sí he notado la brutal diferencia entre hacer una semana dos horas diarias, a hacer los mismos kmen 5 días y alargando las tiradas el fin de semana. Principalmente más de 3h. Eso unido a algo de calidad las tres semanas antes de la competición, me va bien. A mi, a los demás no sé, como bien dices.
ResponderEliminarAl final creo que lo que más se nota es hacer las tiradas largas, más largas. Al fin y al cabo es lo que tiene que acostumbrarse el cuerpo.
Eliminar