El París - Dakar fue el primer gran evento que tuvo que buscar una solución alternativa por los problemas de seguridad en el recorrido habitual que unía París con la capital de Senegal. La suspensión en el 2008 por amenaza terrorista fue el último peldaño que llevó a la Organización a tomar la decisión de trasladar el trazado. Desde el 2009 se disputa en Sudamérica y el éxito cada año ha superado incluso a las ediciones africanas. Aunque desde luego nunca llegará a ser lo mismo.
La Libyan Challenge, quizás una de las mejores carreras que se organizaban en el desierto, donde Sebastien Chaigneau venció tres veces consecutivas pasó también a mejor vida. Primero en el 2010 por una "guerra diplomática" del régimen de Gadafi con la Unión Europea. Al año siguiente, y con el grueso de los partipantes ya desplazados a París para tomar el vuelo a Trípoli, la Organización se ve obligada a suspender la prueba "por cuestiones morales y por no poder garantizar la seguridad de los participantes". Las revueltas habían causado ya más de 50 muertos y se extendían. Ni era ético organizar una carrera en esas circunstancias ni era seguro para los desplazados. Desde entonces hasta hoy mismo, ya conocemos la situación en Libia.
Hace sólo unas semanas la Organización de los 4Deserts comunicaba la suspensión de una de las cuatro carreras, la Sahara Race, por no poder asegurar a los competidores un 100% de seguridad en Jordania. Cabe destacar que, precisamente, la Sahara Race se había llevado a Jordania desde al año pasado porque el país era mucho más seguro que Egipto. Hasta ahora. En este caso es importante decir que el país como tal sigue siendo seguro y que se opta por la cancelación al no poder garantizar totalmente la integridad de los participantes. Totalmente, no al 99%. Punto muy a favor de 4Deserts.
El atentado del 25 de marzo en Túnez ha provocado la última suspensión, la de los 100 Kms del Sahara, carrera por etapas que iba a disputarse del 25 de abril al 2 de mayo. Si bien a día de hoy no se sabe si el atentado fue un episodio puntual o el comienzo de algo más grave, una vez más la organización opta por la prudencia. Como novedad, la prueba no se anula, sino que se traslada a Senegal ofreciendo una alternativa a los inscritos.
La Libyan Challenge, quizás una de las mejores carreras que se organizaban en el desierto, donde Sebastien Chaigneau venció tres veces consecutivas pasó también a mejor vida. Primero en el 2010 por una "guerra diplomática" del régimen de Gadafi con la Unión Europea. Al año siguiente, y con el grueso de los partipantes ya desplazados a París para tomar el vuelo a Trípoli, la Organización se ve obligada a suspender la prueba "por cuestiones morales y por no poder garantizar la seguridad de los participantes". Las revueltas habían causado ya más de 50 muertos y se extendían. Ni era ético organizar una carrera en esas circunstancias ni era seguro para los desplazados. Desde entonces hasta hoy mismo, ya conocemos la situación en Libia.
Hace sólo unas semanas la Organización de los 4Deserts comunicaba la suspensión de una de las cuatro carreras, la Sahara Race, por no poder asegurar a los competidores un 100% de seguridad en Jordania. Cabe destacar que, precisamente, la Sahara Race se había llevado a Jordania desde al año pasado porque el país era mucho más seguro que Egipto. Hasta ahora. En este caso es importante decir que el país como tal sigue siendo seguro y que se opta por la cancelación al no poder garantizar totalmente la integridad de los participantes. Totalmente, no al 99%. Punto muy a favor de 4Deserts.
El atentado del 25 de marzo en Túnez ha provocado la última suspensión, la de los 100 Kms del Sahara, carrera por etapas que iba a disputarse del 25 de abril al 2 de mayo. Si bien a día de hoy no se sabe si el atentado fue un episodio puntual o el comienzo de algo más grave, una vez más la organización opta por la prudencia. Como novedad, la prueba no se anula, sino que se traslada a Senegal ofreciendo una alternativa a los inscritos.
Son solamente cuatro ejemplos, pero hay muchos más. El afán por participar en carreras extremas es cada vez mayor. Y los lugares donde se organizan este tipo de pruebas no están al lado de casa. Los desiertos, o bien se encuentran en países cuyas situaciones políticas ahora mismos desaconsejan la presencia de occidentales, o bien a una distancia en miles de kilómetros que hacen inviable por el coste la organización de una prueba.
Ha llegado la hora de reinventarse, de buscar espacios alternativos donde organizar este tipo de pruebas. Europa es un continente con diversidad de ecosistemas y, a día de hoy, seguro.
¿Es posible organizar 250 Kms por etapas aquí? Yo diría que sí y, sin ir más lejos, los Monegros ofrecen múltiples posibilidades. ¿Tendría el mismo atractivo? Pues seguramente no. El desierto siempre será el desierto y Africa siempre será Africa, pero quizás dentro de pocos años no organicemos donde queramos sino donde podamos.
Como añadido, unas palabras de Carlos Ultrarun en los Trail Bites TT en relación a la organización de carreras en estos países y las pautas que siguen las organizaciones a la hora de decidir una suspensión o un traslado de la prueba:
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