Quixote Legend. Y la rodilla dijo basta.


En noviembre pasado, diez días antes del Ultra Trail Collserola, en un mal apoyo me hice un esguince en el ligamento interno de la rodilla izquierda. El cóctel de reposo, tappers, antiinflamatorios y sesiones diarias de fisio hicieron que me pudiera poner en la línea de salida y, lo más importante, completar los 75 Kms. 

La ausencia de dolor fuerte hizo que, tres días después ya estuviera dándole a la zapatilla de nuevo. El invierno pasó y, aunque el dolor casi desapareció del todo, las molestias y un runrun en la rodilla cada vez que castigaba demasiado la articulación aparecían. Pero nada importante, ya que sobre todo el dolor era en reposo tumbado o al levantarme tras estar un buen rato sentado, como por ejemplo en el trabajo. Llegaron la Carrera del Ebro, KDR Trail, el Cross del Horizonte y Osán, cuatro competiciones en abril en domingos consecutivos y las molestias se redujeron a la mínima expresión. Prácticamente nada durante el esfuerzo y un poquito en reposo.

Así quedó la cosa, con la lesión olvidada y arrinconada (al fin y al cabo, cuando no nos duele una cosa nos duele otra) hasta el entrenamiento del 12 de mayo. Ese lunes, después de enlazar 115 Kms en tres días la semana anterior aprovechando el puente del 1 de mayo, salí a entrenar con unas zapas algo gastadas. Unas TNF Single Track con la amortiguación de la izquierda un poquito "pinchada". Salir de la ducha y sentir dolor fue todo uno.

Como si de un viaje al pasado se tratara, volvía seis meses atrás. Y si en noviembre conseguí recuperarme, ¿por qué no iba a ser igual ahora? 11 días de parón total más todo el cóctel de recuperación hizo que notara mejoría aunque no tanta como la otra vez. Aun así tenía bastante confianza en que la cosa saliera bien y el viernes 30 a las 9 de la mañana salía de Alcaraz en la primera etapa de la Quixote Legend.

Una aventura que duró hasta el k19 cuando, tras dieciocho kilómetros de pista y terreno fácil, afrontamos el primer tramo técnico de la carrera. Un mal apoyo, un giro de la rodilla izquierda y el crujido en la parte interior. Exactamente igual que en noviembre. El mismo dolor, la misma sensación de pérdida de fuerza y ese crujido cada vez que la flexionas que casi se puede escuchar. Y aunque intenté seguir, dos caídas incluídas en el descenso, y llegué hasta el avituallamiento del 37, con el paso por el puesto de la Cruz Roja se terminó la QLegend nada más comenzar sólo cinco horas antes.


Adiós a la Quixote Legend, adiós al Maratón Alpino Madrileño y espero que no a la Cadí Trail. De momento quince días parado y el 16 de junio a empezar de nuevo.

2 comentarios:

  1. Muchísimo ánimo, nos cuesta encajar mucho este tipo de cosas cuando correr forma parte de nuestro estilo de vida, pero confío q te recuperes prontito,mmmua

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  2. 15 dias se pasan volando, en nada a darle a la zapa otra vez! Así se descansan los caminos jaja

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