¿Cuánto merece la pena que nos gastemos en unas zapatillas?


Mientras terminaba ayer de escribir el análisis de las Gel Kahana me vino a la cabeza esta pregunta. ¿Cuánto merece la pena que nos gastemos en unas zapatillas? 

Ojo a la cuestión. No estoy preguntándome cuál es el valor de unas zapas cuando están en la tienda, sino cuánto es lo que merece la pena que nos gastemos. Tampoco hablo de si los precios son caros o baratos. Entiendo que la misma zapatilla no puede costar lo mismo en una tienda pequeña que en una gran superficie o en un monstruo de las ventas por internet. Sé que los fabricantes imponen unas programaciones y unos precios mínimos que cada uno debe asumir en base a su dimensión. Una zapatilla no es cara o barata, el precio está en relación con el tipo de tienda que la vende. Esa no es la cuestión que planteo. La pregunta va encaminada hacia el precio que crees que es suficiente en base a los kilómetros y al uso que le haces al modelo. Ese precio no será el mismo para mi que para ti, porque cada uno entrenamos de una manera.

Que me perdonen mis amigos de Ranning, de RunningZGZ y de Zenit, pero personalmente mi listón está bastante bajo. Tan bajo como que, que ahora mismo recuerde así a bote pronto, hará más de dos años que no supero los 75 EU al comprar un par de zapatillas. Y no es porque piense que son caras (que algunas sí) o por racanería. Simplemente es porque creo que no merece la pena gastar más por un producto con una duración limitada y que, al menos en mi caso, no va a significar una mayor durabilidad con un gasto superior.

A ver si me explico. Desde hace un año aproximadamente me están saliendo entre 500 y 600 kilómetros al mes de entrenamiento. Salvo uno o dos días mensuales, todos los entrenamientos los hago por el monte. Esto significa que el ciclo de  durabilidad media de un par de zapas es de unos tres meses contando los kilómetros que le hacemos más el desgaste y roturas por el contacto con ramas, rocas, piedras... 

Vaya por delante como diría Jordi, y toquemos madera, que las lesiones me respetan bastante y que salvo alguna tendinitis puntual no he tenido demasiados problemas. Esto y mi peso de 66 Kgs, incluso alguno menos últimamente, hace que a nivel de amortiguación pueda estirar bastante la duración de una zapatilla. Por ejemplo, unas Single Track compradas en misma fecha a mi compañero Antonio le duran poco más de 600 Kms y a mi hasta 1200. La diferencia son sus 20 Kgs más de peso, por lo qué el no tendrá la misma opinión que yo.

Con estas explicaciones entonces, ¿merecería la pena gastarme cada vez unos 110 EU en algo que tendrá una vida de unos tres meses? Para mi no. Claro que eso es algo muy personal porque en el fondo depende de qué hagamos con las zapas y si las destrozamos más o menos. Seguramente si en vez de por el monte saliéramos más por asfalto nuestro concepto sería distinto porque el desgaste también sería inferior.

Y para vosotros, ¿cuál es vuestro precio objetivo?


En el Territorio Trail de ayer, como viene siendo normal y a pesar de ya estamos 60', se nos quedaron cosas en el tintero. Hablamos sobre todo de coaching, de la Transalpine, de nutrición y del Aneto. Os dejo el enlace al podcast:


Hoy 15 millas más al saco, 2h12' en un recorrido de ida y vuelta. El día de la semana que mejores sensaciones he tenido. Está siendo un ciclo bastante bueno.


IPOD: Dropkick Murphys. Going out in style.
EQU: TNF Single Track II / Camiseta Altus Tahití / Pantalón Sport Zone 

2 comentarios:

  1. Corro desde hace mucho menos que tu, corro muchos kilómetros menos que tu y peso algunos kilos mas que tu y desde hace unos meses pienso igual que tu. Creo que mi tope está tb en ese precio. Es curioso el tema de los precios y los diferentes establecimientos, las ofertas, los descuentos, etc. La cara de "toti" que se me quedaba al ver zapas de 130 euros rebajadas a 70 cuando yo había pagado lo primero no me sale ya ni ensayandola. Saludos.

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  2. En mi caso, tuve una muy mala experiencia con una zapa de 50 euros, y desde entonces, por ilógico que pueda parecerle a otros corredores, invierto bastante en un par que uso solo para las carreras, y luego uso otros más baratos para el entreno del día a día. La razón es que entrenando si la cosa se tuerce o por lo que sea el calzado no me está respondiendo, siempre puedo darme la vuelta y volver a casa, mientras que en carrera ya no te queda otro remedio que seguir corriendo, y prefiero estar seguro de lo que llevo en los pies, y aún más tratándose de carreras largas. De todas maneras, en el fondo creo que como ustedes acabaré evolucionando hacia un pensamiento más "austero".

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