A finales del siglo XIX y principios del XX, cuando la vida no era ni por asomo tan fácil como ahora, la forma de ganarse la vida era muy diferente y, en las zonas pirenáicas, más. El trabajo en la vertiente española no abundaba y, cuando llegaba el otoño, cientos de mujeres de la zona occidental del Pirineo, ansotanas, roncalesas y salacencas cruzaban las montañas para trabajar durante el invierno en Francia, especialmente en la industria alpargatera de Mauleón.
Sus vestimentas negras y las fechas de ida, en otoño, y regreso, en primavera, hizo que se les comenzara a llamar "golondrinas". Viajes que duraban del orden de tres o cuatro días y que, con el paso del tiempo, se convirtieron en todo un acontecimiento social.
Más de cien años después, la travesía de montaña La Ruta de las Golondrinas, recuerda aquella migración anual en una ruta circular que atraviesa alguno de los parajes más bellos del Pirineo Occidental, circunvalando Larra y recorriendo, a caballo entre España y Francia, los valles de Belagua, Linza, Lescún y La Pierre de Saint Martin.
Actualmente, aunque son bastantes las variantes que se pueden realizar, la más clásica es la que, saliendo y llegando a Belagua, completa la ruta en unos 65 kilómetros con 3500 metros de desnivel positivo en cuatro etapas, pernoctando en los refugios de Linza, Laberouat y Jaendel. Este recorrido es orientativo, puesto que el punto de inicio y final puede ser cualquiera de los cuatro refugios.
La Ruta de las Golondrinas, como La Senda de Camille el año pasado, el HomeToSummitToHome del 2020 o La Ruta de la Insurrección de los Valles del anterior, es la elegida para este verano dentro de las rutas que intento completar dentro de la zona de los Valles Occidentales.
Será en el mes de agosto, muy probablemente en dos días, 17 y 18 de agosto, comenzando y terminando en Linza y durmiendo en Jaendel.
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