Tras los pasos de los ejércitos de Napoleón doscientos años después. Ruta de la Insurrección de los Valles.


Verano de 1809. Tras la capitulación de Zaragoza, los abastecimientos de las tropas napoleónicas siguen la ruta de los valles pirenaicos occidentales. Sendas y caminos angostos, enraizadas en profundos valles que son el terreno perfecto para sufrir el hostigamiento por los restos del ejército español y los guerrilleros de la zona. Un operativo militar francés de 2500 soldados intentó acabar con esta situación, atacando la base de los guerrilleros y ponerlos en fuga. Una persecución que se adentró en los valles de Aísa, Aragües, Hecho y Ansó.

Doscientos años más tarde la Asociación Bisas de lo Subordán, del Valle de Hecho, recupera este recorrido por nuestra historia, transitando por los mismos caminos y localidad que en 1809 protagonizaron la Ruta de la Insurrección de los Valles, un recorrido que realicé entre el 22 y 23 de agosto.


La Ruta de la Insurrección de los Valles une Jaca y Ansó y, aunque se pasa por varias poblaciones, lo pequeño de los núcleos hace que no todas dispongan de bar o fuente, por lo que resulta fundamental llevar reservas de comida y líquido. Igualmente, a pesar de que comparte tramos con el Camino de Santiago y varios senderos GR, otras partes no están marcadas, por lo que descargarse el track es importante. Otro dato a tener en cuenta es el de la logística de los desplazamientos al inicio y final, puesto que al no ser un recorrido circular, resulta algo más complicado. En mi caso dejé el coche en Ansó y, desde allí, el autobús que lleva a Jaca.

El 22 de agosto amanece pronto, tanto como a las 4:30 para desayunar y desplazarme de Jasa a Ansó, dejar aparcado el coche y montar en el bus que sale a las 6:30. Realmente es una furgoneta de nueve plazas que tarda hora y media en realizar el trayecto y que me deja en la estación de autobuses de Jaca pasadas las ocho de la mañana. A las 8:15, en la Ciudadela, comienzo mi Ruta de la Insurrección.

Los primeros 15 kilómetros separan la Ciudadela de Jaca de Santa Cilia. Es el tramo que discurre por el Camino de Santiago, no tiene pérdida ni dificultad si exceptuamos tres cruces de la carretera y es prácticamente llano salvo algunos toboganes cortos. Entretenido por el cruce con los peregrinos que comienzan la etapa desde Jaca, pasa bastante rápidpo y tiene algún tramo interesante como los restos de la calzada romana sobre la que se asienta.

Como he dicho, hasta Santa Cilia el camino es sencillo, siguiendo las marcas del Camino de Santiago, pero a partir de aquí es necesario comenzar a consultar el track. Más todavía ahora, cuando las obras de la autovía hacen complicado el primer tramo, lo que convierte el trozo inicial hasta Somanés en una suerte de pista americana. Terreno fácil, pista forestal ancha y algo de asfalto que pica constantemente hacia arriba. Somanés es el núcleo más pequeño de todos y el que da paso al camino hacia Javierregay, el más complicado a nivel de navegación.


Y es que es necesario prestar atención a este tramo puesto que está marcado como un sendero para la práctica de la BTT pero este no es el correcto y no coincide con la Ruta de la Insurrección. De hecho, yo me fié y seguí las marcas, desviándome de la ruta y haciendo alrededor de seis kilómetros de más. El punto final es el mismo, pero se entra a Javierregay por la parte norte y, en medio, me chupé un ascenso de 300 metros en dos kilómetros que de la otra forma se bordea y algún kilómetro de carretera.

Dejando Javierregay se llega a uno de los pasos más interesantes de la ruta, el del Convento Mercedario del Pilar, donde tuvo lugar una de las batallas más importantes cuando 350 hombres intentaron frenar a las columnas francesas. Sus ruinas, visibles desde la carretera que lleva a Hecho, son espectaculares.


Todo este tramo discurre paralelo al río Aragón Subordán, prácticamente llano hasta que nos acercamos a las inmediaciones de Embún, al que para acceder hay que salvar un corto pero importante repecho. A estas horas el calor ya comienza a apretar bastante lo que unido a las nubes de tormenta que se acercan me hacen sufrir bastante en este tramo final de la etapa que se hace muy largo, demasiado.

Finalmente aparece Jasa y completo este primer tramo, cincuenta kilómetros, en 6h33' con 3100 metros positivos.

La llegada a Jasa supone el cambio definitivo en el paisaje que se ha podido observar progesivamente desde la salida en Jaca. Quedan ya a atrás los campos áridos de la Canal de Berdún y nos vamos introduciendo en la montaña, pasando de los 600 metros de altitud a los 1000. 


A las ocho de la mañana me pongo en marcha para completar la Ruta de la Insurrección de los Valles. Son alrededor de 25 kilómetros los que tengo por delante que deben llevarme hasta Ansó para completar el recorrido, mucho más montañeros y entretenidos que los anteriores, más técnicos y también más protegidos del sol.

Solamente dos kilómetros después de salir de Jasa se llega a Aragües del Puerto, ya por el sendero GR15 que no se abandonará hasta el final. Abandonamos las subidas largas y tendidas por pista para afrontar otras más cortas y explosivas con mucha piedra suelta. La Ermita de Catarecha es el punto más reseñable de un tramo que nos deja en Urdués tras cinco kilómetros de ascensos y descensos desde Aragüés.

Jasa, Aragües del Puerto y Urdués son pueblos pequeños, ninguno por encima de los 100 habitantes, los tres con el encanto de los núcleos del Pirineo. Distinto es Hecho, donde se accede siguiendo ese GR15 que serpentea primero dos kilómetros de ascenso para continuar por pistas madereras y terminando en un descenso vertiginoso por bosques en los que apenas llega la luz del sol. Hecho marca el kilómetro trece y el inicio del último tramo.

Un último empujón que sin embargo es el más duro de toda la ruta. También es el único que no conocía y desde luego me sorprendió. Se superan 400 metros de ascenso en cuatro kilómetros, con la parada intermedia del paso por Siresa y su iglesia, para tocar la cota más alta de la ruta (1218) y comenzar el descenso, primero suave y posteriormente más agresivo hasta la localidad de Ansó, punto final de esta Ruta de la Insurreción de los Valles. Segunda etapa completada en 4h05', 24 kilómetros y 1200 metros positivos.

Realmente no había ninguna razón en especial para completar la ruta, más allá del reto personal y el que sea un recorrido que "esta ahí", donde subo todos los fines de semana. Ya pasado, me ha enriquecido más que muchas carreras en las que levo un dorsal pinchado y sobre todo me ha dado mucho que pensar sobre lo cómoda que es nuestra vida ahora mismo y lo que debía ser recorrer esas sendas hace doscientos años como lugares obligatorios por los que desplazarse.



Thks:
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Asociación Turística Valle de Hecho 





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