Dos eran los motivos por los que llegábamos a Colorado diez días antes de la Leadville. Uno, sin duda, era disfrutar de las merecidas vacaciones de verano. El otro, obviamente, aclimatar el cuerpo a la altitud en la que se desarrolla la carrera, entre 3000 y 3800 metros.
Mucho había leído y me habían comentado sobre los efectos en el cuerpo al realizar esfuerzo físico pero, como todo, hasta que no lo experimentas en primera persona no se puede explicar. A diez días de una cien millas no es cuestión de meterte entre pecho y espalda unas panzadas de entrenamientos. Lo que he hecho hasta ahora han sido cuatro salidas de 45' a 60' entre los 2600 y 3100 metros, dos pateadas por encima de los tres mil más lo que supone dormir, pasear, comer y vivir por encima de los 2500 todo el tiempo.
¿Qué se siente la primera vez? Cuando salí por la puerta del hotel y avancé los primeros quinientos metros pensé "bah, no es para tanto...". Eso, hasta que el camino comenzó a picar para arriba. Las pulsaciones aumentan a la vez que el cansancio y la respiración de hace algo más complicada. También he sentido las piernas más cansadas. Afortunadamente no he sentido ninguno de los otros síntomas como dolores de cabeza fuertes y mareos, pero Beatriz ayer cuando estábamos a 3600 sí que tuvo síntomas de mal de altura.
En fin, que poco a poco noto que mi cuerpo se adapta. Que cada día me canso menos y que ya no pierdo tanto el resuello. Si ha sido bastantes o no, lo sabremos el sábado. Es el máximo tiempo que hemos podido venir y lo estamos aprovechando a tope. Creo que sí serán los suficientes para por lo menos no acusar excesivamente el esfuerzo en los pasos más altos.
Mucho había leído y me habían comentado sobre los efectos en el cuerpo al realizar esfuerzo físico pero, como todo, hasta que no lo experimentas en primera persona no se puede explicar. A diez días de una cien millas no es cuestión de meterte entre pecho y espalda unas panzadas de entrenamientos. Lo que he hecho hasta ahora han sido cuatro salidas de 45' a 60' entre los 2600 y 3100 metros, dos pateadas por encima de los tres mil más lo que supone dormir, pasear, comer y vivir por encima de los 2500 todo el tiempo.
¿Qué se siente la primera vez? Cuando salí por la puerta del hotel y avancé los primeros quinientos metros pensé "bah, no es para tanto...". Eso, hasta que el camino comenzó a picar para arriba. Las pulsaciones aumentan a la vez que el cansancio y la respiración de hace algo más complicada. También he sentido las piernas más cansadas. Afortunadamente no he sentido ninguno de los otros síntomas como dolores de cabeza fuertes y mareos, pero Beatriz ayer cuando estábamos a 3600 sí que tuvo síntomas de mal de altura.
En fin, que poco a poco noto que mi cuerpo se adapta. Que cada día me canso menos y que ya no pierdo tanto el resuello. Si ha sido bastantes o no, lo sabremos el sábado. Es el máximo tiempo que hemos podido venir y lo estamos aprovechando a tope. Creo que sí serán los suficientes para por lo menos no acusar excesivamente el esfuerzo en los pasos más altos.
Hola, yo también vengo de España para la carrera. Llevo 4 dias sobre los 3000.ahora mismo estamos viviendo mi marido y yo en Leadville, y sólo hoy he sentido síntomas atribuibles al mal de altura. Así que, no te descuides, que te pueden pillar en cualquier momento. Espero que de aquí al sábado se haya resuelto el problema. Respecto al tiempo,parece que se nos abre una ventanita de buen tiempo para el fin de semana, pero aun es pronto. Ayer subimos a Hope Pass desd Twin Lakes y en un par de horas nos cambió el tiempo completamente como seis veces, especialmente arriba, dond corre el viento que da gusto.
ResponderEliminarBueno, si no nos vemos antes, nos vemos en la salida el sábado, y si vienes por Leadville y me quieres contactar, puedes hacerlo a través de mi blog atalantasweb.blogspot.com
o mejor, me mandas un mensaje a verena.levy@gmail.com
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