Salomon Ultra Pirineu 2023. Me encanta que los planes salgan bien.

Si no recuerdo mal, era el coronel Anibal Smith, de El Equipo A, el que finalizaba cada capítulo con es frase de "me encanta que los planes salgan bien. En mi caso, habitualmente, de lo que planifico teóricamente antes de una carrera hasta lo que sucede en la realidad suele haber bastante diferencia... para mal. En el maratón de la Salomon Ultra Pirineu, por el contrario todo salió redondo en base al tiempo que ma había marcado como objetivo, ocho horas. Finalmente fueron 8h05, pero cinco minutos no van a ningún lado :) y menos en una carrera en la que lo de menos era el tiempo y lo importante llegar a meta para rendir homenaje a Anchel.

El plan era bastante sencillo. Llegar en 3h30' al Niu d'Aliga, "supervivir" durante otras tres horas hasta el 31 y, desde allí, apretar para llegar de nuevo a Bagá completando el útimo tramo en 1h30'. No eran unos tiempos para hacer un bombazo de carrera pero, para mi y ahora, sí.

La salida desde la Plaza Porxada de Bagà es una de esas que todo corredor tiene que vivir al menos una vez, sea en la ultra o en el maratón. Mil corredores en un largo pelotón que, si bien se va estirando en los primeros kilómetros de asfalto, hacen que se forme algún pequeño tapón que ralentiza el paso pero, también, permite reservar fuerzas. Un contanste ascenso bastante menos complicado de lo que pensaba que me deja en Rebost, el primer avituallamiento y k10, en 1h47 para, sin detenerme mucho continuar hacial el Niu entre un ambiente de carrera excepcional y un día para enmarcar que también se unió a la fiesta. En el ascenso al Niu las sensaciones son inmejorables. Una subida a ritmo constante, disfrutando de la carrera, sufriendo lo justo para coronar en 3h18', diez minutos antes de lo previsto. 

Aquí es donde comenzaba la parte que consideraba iba a ser más complicada y tampoco me equivoqué. El descenso desde el Niu d'Aliga va bien, picando el k19 en cuatro horas justas, pero en este momento se me apaga la luz completamente, me quedo sin fuerzas y me es difícil correr. Hay que llegar al 31 de una manera u otra, pero el avance es lento por kilómetros pestosos y la sorpresa de Penyes Altes, que me deja bastante tocado. Afortunadamente, y tras un descenso corsto y explosivo con algún tramos con cuerdas, el terreno pasa a ser pista corredera que me permite recuperar sensaciones y, sobre todo, recuperar fuerzas. La llegada a Sant Jordi, en 6h30' justas, me da la vida y la oportunidad de revivir clavando el tiempo previsto aunque no sé muy bien cómo :).


Salgo de Sant Jordi rumbo a uno de los tramos más emblemáticos de la Salomon Ultra Pirineu, los "empedrats". Mucho había oído hablar de ellos y no defraudaron. Apenas dos kilómetros, quizás no excesivamente técnicos, pero complicados por las piedras resbaladizas y por el agua. Con las piernas ya bastante cansadas, es necesario activar al máximo la concentración para no sufrir un susto ahora que ya está el trabajo casi terminado.

Llegar a Vents del Cadí con 7h20' de carrera es saber que ya lo tienes. Menos de seis kilómetros a meta que completo a buen ritmo para llegar a Bagà, cambiarme de camiseta antes de entrar en el útimo kiómetro y completarlo y entrar en meta con el color negro de #UPXAnchel en 8h05 firmando una de las mejores participaciones que recuerdo.


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