La primera carrera del 2022 tenía que haber sido un ultra. Este mismo fin de semana debería haber estado en la primera edición del Ecotrail Valencia, pero su movimiento a finales de octubre, sin apenas publicidad y casi con nocturnidad, con el tan socorrido motivo del COVID19 como argumento, me hizo buscar una alternativa, toda vez que ya había pedido los días libres en el trabajo.
Buscando buscando di con la Apuko Igoera en Zaramillo, a 20' en coche de Bilbao, una prueba de la que ya había escuchado hablar y que celebraba este año su edición número 14. Poco más de 23 kilómetros y 1200 metros positivos en un recorrido que combina la prueba de trail con la de BTT, lo que anticipa un trazado apenas técnico, en el que se puede correr y disfrutar. Para Bilbao me iba.
A las 10:30 en punto, se agradece muchísimo no madrugar para una carrera, y media hora después de los de las BTT, se daba la salida acompañados de una fina lluvia que no nos dejó en todo el tiempo y que hizo del barro compañero de viaje inseparable durante las casi tres horas que me llevó completar la prueba.
La Apuko Igoera se divide en tres partes claramente diferenciadas: un primer tercio de ascenso constante con pocos descansos, una segunda mitad de senderos y toboganes muy corribles y la última con el ascenso, corto pero potente al Apuko, y el descenso final a la meta de Zaramillo.
Los primeros siete kilómetros no tienen mucho secreto. Coger un ritmo caco que permita ascender sin decrecer el ritmo y tirar para arriba para llegar cuanto antes, primero por un camino asfaltado y, después de un pequeño descenso, ya por senda y bosque hasta coronar el techo de la carrera, justo en el kilómetro 7, después de una hora. Teniendo en cuenta que el plan era completar la Apuko en unas tres horas, no fue mal.
Empezaba aquí un prolongado descenso en el que, a pesar del barro, se podía correr bastante bien y, aunque mis piernas no están acostumbradas a ritmos rápidos después de tanto ultra, los kilómetros pasaban rápidos, fáciles y divertidos, entre la lluvia y el barro hasta llegar a la falda del Apuko, que se empieza a ascender en el k18 para coronarlo un kilómetro después tras 2h25' de carrera.
Desde aquí sólo queda emprender el camino a Zaramillo, primero por la vertical falda de la montaña y después por caminos de chocolate tras el paso de corredores y bicicletas hasta llegar a meta en 2h50', dentro del tiempo que más o menos había previsto antes de salir.
La Apuko Igoera es una de esas #PequeñasGrandesCarreras de las que hablamos muchas veces en Territorio Trail. Un pequeño pueblo volcado con ella, una organización de 10 y un recorrido bonito y disfrutón. Si la sumamos el barro, la lluvia y todo lo que hace especial una carrera en el País Vasco, tenemos una prueba 100% recomendable con la que terminar un fin de semana largo en Bilbao.
Thks:
Salomon España
Suunto España
Organización Apuko Igoera
Hotel Hesperia Bilbao
Museo Guggenheim Bilbao
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