2014. Momentos.


Decía un entrenador, todavía en activo, que un partido de fútbol se compone de muchos pequeños partidos dentro de él. De la misma forma, un año de carreras da para mucho. Momentos buenos, momentos malos, dudas, lesiones, alegrías, penas. Si durante las horas que pasas en una carrera en el monte te da tiempo a pensar de todo, pasar de la euforia a la miseria en cuestión de minutos, del cielo al infierno en horas, en un año entero da para eso y mucho más.



El 2014 ha sido recorrer el Canal Imperial de Aragón, entre amigos y sin dorsal de por medio. Perderme el Ecotrail de París por un error en la reserva de los vuelos. Enlazar en cuatro semanas la Carrera del Ebro, KDR Trail y Osán Cross Mountain. Recaer de la lesión de rodilla en la carrera más importante del año, pensar en dejar de correr y recobrar la ilusión de nuevo en el Cadí. Recargar pilas en verano y volver con fuerza en la primera Vallès Drac Race,  terminar igual de contento que el año pasado en el UT Collserola y acabar el año en la Saintélyon, la carrera que llevaba un año esperando. También ha sido el año en el que hemos organizado en España el Trails in Motion Film Festival, el del salto definitivo de Territorio Trail y el de la primera edición de los Trail Awards.



Un 2014 lleno de momentos. Algunos rozando el frikismo, como cuando al hacer el cheking para el vuelo a Paris y el Ecotrail, me di cuenta de que me había equivocado en las fechas al hacer la reserva. Otros para olvidar. El peor, sin duda, la Quixote Legend y los días posteriores. La recaída en la lesión de los ligamentos, el ver que no remontaba.


Afortunadamente, casi todos los demás buenos. El mejor seguramente la participación en la Cadí Trail y volver a correr sin dolor al igual que aprender a sufrir en la Vallès Drac.


Momentos para recordar como las doce horas de retransmisión en directo del UTMB junto a Antonio, Raúl y Diego, algo que no se había hecho hasta ahora y que fue un éxito o las proyecciones del Trails in Motion Film Festival en Barcelona, Madrid y Zaragoza.



Y como guinda a estos doce meses, la Saintelyon. La carrera que llevaba todo el año esperando y que respondió a lo que esperábamos de ella: nieve, lluvia, frío y barro unido en la noche francesa.


2014. Un año lleno de momentos para recordar.

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