La burbuja de las carreras por montaña y su estallido es un tema que ha crecido al abrigo de la expansión de nuestro deporte. Como si del cuento de Pedro y el Lobo se tratara, siempre hemos escuchado voces sobre el crecimiento de la burbuja y su estallido, año tras año, temporada tras temporada. Y claro, de tanto decirlo, alguna vez será verdad. Y puede que sea este 2018. O puede que no. En mi opinión, más que a un estallido de la burbuja, asistimos a una renovación.
El final del 2017 y comienzo del 2018 vino acompañado de noticias negativas en cuanto a la cancelación de diferentes pruebas. Más todavía cuando algunas de ellas eran auténticos referentes en el calendario. Y aunque la mayoría de ellas han utilizado la fórmula del año de descanso para recargar pilar y volver con fuerza en 2019, lo cierto es esto parece complicado.
Gorbeia Suzien, Ultra Trail Les Fonts y Tres Valles Sierra de Francia puede que sean los tres casos más sorprendentes. Las tres, pruebas de éxito consolidadas en el calendario, que agotaban dorsales en pocos días y que, además, contaban con los comentarios favorables de los partipantes. Salvo en el caso de la tercera, que anunció su bianualidad a partir de 2019, las otras dos parecen despedidas definitivas. Antes que ellas carreras como Galarleiz, una de las pioneras en nuestro país, Emmona Ultra o el Gran Trail Sobrarbe se unieron a una lista negra en la que la Trans Montesblancos Trail que se organiza en La Puebla de Alfindén se ha incorporado recientemente.
Respecto a las causas, es evidente que cada prueba tendrá las suyas particulares. La suma del desgaste de las organizaciones, las trabas medioambientales, la ausencia de apoyos institucionales y la falta de ingresos económicos se encuentran entre los más habituales. Sin embargo, sobre todos, el que yo destaco es el del cansancio por parte de lor organizadores y la ausencia de relevo para continuar con los proyectos.
Todavía hoy son pocas las organizaciones profesionales en las carreras de montaña. La inmensa mayoría son clubs o entidades cuyos componentes tienen sus ocupaciones y la organización de una prueba es algo que realizan en su tiempo libre. Si no se produce el relevo en las tareas es inevitable que las personas terminen cansadas y llegue el momento en el que no se desee continuar. Si en ese punto no hay relevo, la prueba desaparece.
Sin duda el segundo factor a destacar es la saturación del calendario. Con una amplia oferta de carreras todos los fines de semana es el corredor quien decide dónde acudir. Algo que, desgraciadamente, penaliza a las pruebas que llevan muchos años en el calendario y que, buscando los participantes nuevos recorridos y desafíos.
Pienso que la burbuja del trail no ha estallado. De hecho pienso que nunca ha existido. El Gran Trail Trangoworld Aneto agotó los dorsales en 24 horas, Zegama cuenta por miles sus preinscripciones y en UTMB de nuevo se ha tenido que recurrir al sorteo. En 2018 continua siendo necesario inscribirse con meses de antelación.
Somos espectadores de la expansión de un deporte que crece año tras año y ese crecimiento arrastra renovación de pruebas en el calendario y la corrección en base a la decisión del cliente final, que es el corredor.
El final del 2017 y comienzo del 2018 vino acompañado de noticias negativas en cuanto a la cancelación de diferentes pruebas. Más todavía cuando algunas de ellas eran auténticos referentes en el calendario. Y aunque la mayoría de ellas han utilizado la fórmula del año de descanso para recargar pilar y volver con fuerza en 2019, lo cierto es esto parece complicado.
Gorbeia Suzien, Ultra Trail Les Fonts y Tres Valles Sierra de Francia puede que sean los tres casos más sorprendentes. Las tres, pruebas de éxito consolidadas en el calendario, que agotaban dorsales en pocos días y que, además, contaban con los comentarios favorables de los partipantes. Salvo en el caso de la tercera, que anunció su bianualidad a partir de 2019, las otras dos parecen despedidas definitivas. Antes que ellas carreras como Galarleiz, una de las pioneras en nuestro país, Emmona Ultra o el Gran Trail Sobrarbe se unieron a una lista negra en la que la Trans Montesblancos Trail que se organiza en La Puebla de Alfindén se ha incorporado recientemente.
Pic: http://tonicendon.blogspot.com.es |
Todavía hoy son pocas las organizaciones profesionales en las carreras de montaña. La inmensa mayoría son clubs o entidades cuyos componentes tienen sus ocupaciones y la organización de una prueba es algo que realizan en su tiempo libre. Si no se produce el relevo en las tareas es inevitable que las personas terminen cansadas y llegue el momento en el que no se desee continuar. Si en ese punto no hay relevo, la prueba desaparece.
Sin duda el segundo factor a destacar es la saturación del calendario. Con una amplia oferta de carreras todos los fines de semana es el corredor quien decide dónde acudir. Algo que, desgraciadamente, penaliza a las pruebas que llevan muchos años en el calendario y que, buscando los participantes nuevos recorridos y desafíos.
Pienso que la burbuja del trail no ha estallado. De hecho pienso que nunca ha existido. El Gran Trail Trangoworld Aneto agotó los dorsales en 24 horas, Zegama cuenta por miles sus preinscripciones y en UTMB de nuevo se ha tenido que recurrir al sorteo. En 2018 continua siendo necesario inscribirse con meses de antelación.
Somos espectadores de la expansión de un deporte que crece año tras año y ese crecimiento arrastra renovación de pruebas en el calendario y la corrección en base a la decisión del cliente final, que es el corredor.
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