Cruzar Alaska en invierno, de oeste a este, en solitario y en autosuficiencia arrastrando un trineo con todo lo que se pueda necesitar. Atravesar el Atlántico a remo, también en soledad y llevando a bordo todo lo necesario para la travesía. Dos aventuras apasionantes, dos proyectos que por sí solos ya supondrían la culminación a años de preparativos pero que Antonio de la Rosa llevó a cabo en sólo uno.
Personalmente, no sé qué me parece más complicado. Si arrastrar durante 42 días un trineo en condiciones de frío y nieve para ser la primera persona en completar la Iditarod en solitario o embarcarse en una "cáscara de nuez" de 8 metros de largo por uno y medio de ancho para recorrer 4700 kilómetros ayudado sólo por la fuerza de los remos. Ambos retos, sin duda, salvajes.
Probablemente sea el segundo, el del Atlántico, el más difícil a priori. Alaska es un territorio inhóspito. Son temperaturas bajísimas y clima frío, pero en el último momento quizás tienes más control sobre la situación que en mitad del Atlántico. Porque navegar desde Senegal hasta la Guyana no es sólo remar durante más de dos meses. Es luchar contra olas de varios metros de altura, contra las fuertes corrientes que te arrastran fuera del rumbo, los temporales, las tormentas o el calor. Es racionar la comida cuando te das cuenta de que la travesía durará más de lo previsto o hacer bricolaje casero para reparar los elementos de la barca deteriorados...
De todo esto habló ayer en Territorio Trail Antonio de la Rosa, de lo que ha sido para él el 2014 con estos grandes proyectos y contándonos cómo era su día a día en el Atlántico. Como dato curioso, él se sentía más seguro durante la travesía que en aquellos dos meses en Alaska.
Personalmente, no sé qué me parece más complicado. Si arrastrar durante 42 días un trineo en condiciones de frío y nieve para ser la primera persona en completar la Iditarod en solitario o embarcarse en una "cáscara de nuez" de 8 metros de largo por uno y medio de ancho para recorrer 4700 kilómetros ayudado sólo por la fuerza de los remos. Ambos retos, sin duda, salvajes.
Probablemente sea el segundo, el del Atlántico, el más difícil a priori. Alaska es un territorio inhóspito. Son temperaturas bajísimas y clima frío, pero en el último momento quizás tienes más control sobre la situación que en mitad del Atlántico. Porque navegar desde Senegal hasta la Guyana no es sólo remar durante más de dos meses. Es luchar contra olas de varios metros de altura, contra las fuertes corrientes que te arrastran fuera del rumbo, los temporales, las tormentas o el calor. Es racionar la comida cuando te das cuenta de que la travesía durará más de lo previsto o hacer bricolaje casero para reparar los elementos de la barca deteriorados...
De todo esto habló ayer en Territorio Trail Antonio de la Rosa, de lo que ha sido para él el 2014 con estos grandes proyectos y contándonos cómo era su día a día en el Atlántico. Como dato curioso, él se sentía más seguro durante la travesía que en aquellos dos meses en Alaska.
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| Foto: Nacho Cembellín |
Fernanda Maciel se encuentra en Argentina para intentar batir el récord de ascenso y descenso a la cima del Aconcagua. Desde el pasado dos de enero Depa está con ella. Ayer nos contó cómo ha ido esta primera semana de aclimatación, sobre todo al calor y a la altura, así como el planning de acción para las próximas semanas hasta la del 19, cuando se intentará atacar la cima.
Los comentarios de Beatriz sobre el libro "Running para Perezosas", ideal para aquellas que quieran iniciarse en esto del correr desde cero y los temas de Marilyn Manson completaron el primer programa del año:
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