A los pies de los caballos

La Selección Española de FEDME ha regresado de los Campeonatos del Mundo de Skyrunning de Ossola con cuatro medalles (dos platas y dos bronces) y un segundo puesto en el ránking final de países, por detrás de Italia y por delante de Japón. Los números no mienten y estas cuatro medallas están lejos de los excelentes resultados cosechados en las dos citas Skyrunning que se celebraron en 2021, mundiales y europeos de 2020, aplazados en su día por la pandemia.

Sin embargo, aceptando sin ninguna reserva la premisa de que las medallas que han venido a España son casi un tercio de la última cita, no podemos perder la perspectiva de que las platas de Gemma Arenas y Patricia Pineda y los bronces de Sandra Sevillano y Alejandro Mayor han conseguido llevar a España al segundo cajón del podio por selecciones y mantener a nuestra selección, un año más, en la élite del skyrunning mundial en unos campeonatos que han batido un récord de participación con 35 países representados.

¿Son unos resultados buenos? Podrían ser mejores. ¿Son unos resultados malos? En absoluto, y más todavía cuando nos olvidamos de un aspecto my importante: la presión a la que ha estado sometida una selección cuya composición ha recibido innumerables críticas desde el momento en que se hizo pública su composición.


La crítica es buena, debe hacerse, pero siempre a su debido tiempo y, antes de los campeonatos era momento de remar juntos en la misma dirección y no añadir más presión a unos corredores y corredoras a los que, a la ya de por sí presión de defender una camiseta en unos mundiales, se unía la de aquellos que ponían en duda que tuvieran el derecho a enfundarse la camiseta roja en Ossola, demostrando una salvaje falta de respeto hacia ellos y dejándolos a los pies de los caballos.

En tiempos de redes sociales, de tuiteo y click fácil, la bola de nieve se hizo cada día más grande y se cebó especialmente con alguna corredora. Ninguno de los integrantes de la selección impuso su presencia en Ossola, siendo elegidos para representar a nuestro país en base a unos criterios que se hicieron públicos en febrero. 

¿Podríamos haber llevado una selección mejor que consiguiera más medallas? Es posible, como también es posible que si preguntamos a diez personas entendidas en la materia cada una elaborara una selección diferente. Porque todos tenemos un seleccionador dentro.

No sé si la selección que disputó los mundiales de Ossola era la mejor que podíamos haber llevado, pero sí sé que se le ha faltado al respeto, que no se ha sido justo con ella y que, con toda la presión a la que se ha visto sometida, ha respondido de la mejor manera que se puede hacer, con profesinalidad, dándolo todo y volviendo a casa como la segunda mejor selección del mundo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario