Material básico para salir a entrenar


Venga, hoy un post que, aunque recurrente, no está mal recordarlo una vez al año cuando llegan los fríos y los días son más cortos. Porque en verano podemos salir a entrenar con cualquier cosa pero en invierno, si las condiciones son duras o cambiantes, merece la pena echarse a la mochila un mínimo equipo básico. Unos llevamos más cosas, otros menos, pero hay cosas que considero básicas si vamos a pasar unas cuantas horas por el monte. Y no hablo de subir a cotas altas, una simple salida circular por Zaragoza puede hacerse muy larga ante cualquier incidencia. 



Esto es lo que procuro llevar:
Comida. Una o dos barritas o geles serán suficiente. Es fácil que vuelvan con nosotros, pero si el tema se alarga seguro que son bien recibidas.
Agua. Medio litro mínimo de líquido.
Teléfono móvil. Innegociable, aunque pasemos por zonas sin cobertura, siempre será un seguro de vida.
GPS. ¿Quién no se ha perdido alguna vez y ha tenido que volver sobre sus pasos?
Cortavientos. Aunque tengamos sol al salir, aunque sea de día, aunque no haga mucho frío. 
Calcetines de repuesto. Un charco, lluvia, barro... amigos de nuestras enemigas las ampollas
Guantes. ¿Estamos en invierno no?
Frontal. Esperemos no utilizarlo por obligación, pero ocupa poco y no cuesta nada llevarlo.
Manta térmica. Seguramos tampoco llegaremos a sacarla nunca de su envoltorio, pero nos puede salvar si una incidencia nos obliga a detenernos y esperar ayuda.
Buff. Si pueden ser dos, mejor que uno.
Camiseta interior térmica. Envuelta en una bolsa que la proteja de la humedad. Si nos cae la mundial, no estará de más llevar una primera capa seca para cambiarnos.
Gorra y gafas de sol.
Pasta. Y no de la de comer. Un billete de 20 EU puede sacarnos de muchos apuros o servirnos para comprar esas ricas madalenas que habrá en el horno de algún pueblo por el que pasemos, por ejemplo en el de Cuarte.

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