La fiesta del barro.

No recuerdo de memoria las veces que he participado en la Carrera del Ebro pero sí, más o menos, la meteo que suele acompañar a los participantes que salen al Campo de Maniobras de San Gregorio el último domingo de febrero. Frío, en mayor o menor medida, y cierzo, también en mayor o menor intensidad. Lo que no suele ser habitual es que nos acompañe la lluvia y, mucho menos, que el recorrido esté completamente embarrado. Este año así ha sido, haciendo los 25 kilómetros de la prueba bastante más duros pero, a la vez, diferentes a lo habitual.

Mi participación de este 2024, cinco años después de la última en 2019, era, más que una prueba objetivo, una forma de obligarme salir en domingo y completar la primera semana de carga de la temporada preparando la Jurramendi 360 del próximo marzo. Un año con pocas competiciones, previstas alrededor de cinco, en el que la principal fecha no llegará hasta finales de noviembre, con la Saintélyon. Así que con el objetivo de sumar kilómetros me planté en la línea de salida, con una meteorología en la que las previsiones de lluvia se cumplieron pero que nos dio una tregua justo durante las horas de celebración de la prueba.

Con puntualidad castrense, no podía ser de otra manera :), se dio la salida a las 9 de la mañana. Por delante, 25 kilómetros y poco más de 300 metros de desnivel positivo en los que se corre bastante más deprisa de lo que estoy acostumbrado en un trazado que recorre el interior del Campo de Maniobras de San Gregorio a través de pistas con nula dificultad técnica pero que el barro de este año las convirtió al algunos tramos en un lodazal, progresando por las zonas en las que la tierra estaba menos húmeda.

A destacar los pasos por las zonas emblemáticas del Campo de Maniobras, como la Ermita de San Gregorio o el interior de las instalaciones militares de la Brigada Aragón. Un recorrido en el que no faltaron los vehículos militares salpicando el trazao y el rápido tramo final, este año menos, por la ribera del Ebro para llegar de nuevo a la meta del Centro Aragonés del Deporte.

Primera carrera del 2024 terminada en 2h21', sufriendo lo justo en una fiesta del barro bastante divertida.