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28 diciembre 2023

Mi 2023

Dice mi Strava que en 2023 he corrido 2.026 kilómetros, que he salido a entrenar 170 días, que he competido, con dorsal, en cuatro carreras, que me he desplazado a trabajar para Territorio Trail Media a nueve destinos y que he conseguido hacer el viaje con el que soñaba toda mi vida. Si tuviera que ponerle nota a mi 2023 sería de un notable alto hasta octubre y de un cero para olvidar desde entonces hasta hoy. ¿Me pongo nota global? Venga, digamos un 6 en conjunto, por encima del aprobado pero con un regusto amargo por el último trimestre del año, que no empaña nueve meses en los que he conseguido lo más importante, disfrutar del deporte ya sea entrenando o compitiendo y de mi trabajo en Territorio Trail Media.

Empecé en marzo, con ese Moncayo pendiente desde hacía tiempo. Una ascensión que debía ser «invernal» por las fechas pero que la meteorología y el caracerístico cierzo convirtió en «infernal». La idea de subir este pico en invierno se nos retrasó un poco y no lo encontramos cubierto de nieve y hielo, nos recibió, como suele ser habitual, con mucho viento. Sin solución de continuidad, menos de dos semanas después, llegó el primer dorsal del año, en La Jurramendi. 27 kilómetros sufridos, en una carrera en la que todo salió bastante mal, pero que pude terminar dignamente y que me permitió descubrir Ayegui y Tierra Estella.

Entre abril y mayo viajé a la Bassin d'Arcachon y Cap Ferret, uno de los destinos más apetecibles si deseas combinar turismo, aire libre, naturaleza y, también, descanso y tranquilidad. A modo de mar interior, entre la desembocadura del Leyre y el Atlántico, la unión del agua salada y la dulce crea un ecosistema especial que, unido a la subida y bajada de las mareas, hace de la Bassin d’Arcachon un lugar único. También corrí el 10k del Maratón de Zaragoza en unos honrosos 45 minutos y me desplacé a Palamós para conocer el Centro Trail Palamós Empordá Costa Brava, una nueva ventana para poder entrenar en la Costa Brava, la de un espacio natural todoterreno que añade además la zona del interior, un entorno natural sorprendente dónde caminos y senderos se abren paso entre bosques y montañas.

Y de Palamós a Zegama para darme de bruces con la cruda realidad. Hay carreras que se convierten en una obsesión, a las que uno se empeña en ir a sabiendas de que, muy probablemente, no sea tu sitio. Lo mío con Zegama va por ese camino, tropezándome con la misma piedra año tras año, y ya van tres, después de haber conseguido llegar a meta en la primera participación, allá por 2008, quizás por la osadía del que acababa de llegar a las carrera por montaña. 2012, 2016 y 2023 han sido un quiero y no puedo constante y el de este año probablemente el último intento.

En junio volvía al calendario, después de cinco años, la Marcha de los Tres Ibones. Una carrera diferente, no competitiva y en mi parque de atracciones particular, en la que cumplí el principal objetivo de la participación, disfrutar cada uno de los kilómetros. Julio y la retransmisión del Gran Trail Trangoworld Aneto Posets marcaba como siempre el final de la primera parte del año antes de las vacaciones.

Llegaba agosto, las vacaciones y un viaje inolvidable a un destino que siempre había querido visitar, Israel. Si eres creyente tienes que viajar a Israel. Si no lo eres, también. Yo, que me encuentro a medio camino entre las dos afirmaciones, no puedo resumir de mejor manera mi viaje a Israel, un país que desmonta tópicos e ideas preconcebidas desde que pones el pie en él. Sin duda, el viaje de mi vida.

En la vuelta a la normalidad, como todos los años, enlacé las retranmisiones de UTMB, Canfranc-Canfranc y 2KV Collarada antes de enfocarme en el último dorsal del 2023, el del maratón de la Salomon Ultra Pirineu. Una participación muy especial, en recuerdo de Anchel, y en la que todo salió redondo. En mi caso, habitualmente, de lo que planifico teóricamente antes de una carrera hasta lo que sucede en la realidad suele haber bastante diferencia... para mal. En el maratón de la Salomon Ultra Pirineu, por el contrario todo salió redondo en base al tiempo que ma había marcado como objetivo, ocho horas. Finalmente fueron 8h05, pero cinco minutos no van a ningún lado :) y menos en una carrera en la que lo de menos era el tiempo y lo importante llegar a meta para rendir homenaje a Anchel.

La moderación de las Jornadas Mujer y Montaña de Montañeras Adebán en Jaca en octubre ponía el punto final a un 2023 lleno de actividad en el que ha quedado pendiente un dorsal o un objetivo personal en estos dos últimos meses del año.


17 octubre 2023

La Diagonale des Fous. Más de treinta años de trail y una Isla volcada con una prueba.

Muchos años antes de que existiera el Ultra Trail del Mont Blanc, de que a los Polletti se les ocurriera poner en marcha la que hoy en día es la carrera más importante del mundo, ya existía el ultratrail. Ya se corrían cien millas en Estados Unidos y ya llevaba unos cuantos años celebrándose una prueba que es religión en Francia, el Grand Raid Reunión, o la Diagonale de Fous. Hace años ya estaba inventado un deporte aunque, ni de lejos, sus creadores podrían pensar que llegaría al nivel de la actualidad, por seguimiento y por calidad.

El Grand Raid es una prueba brutal, un monstruo de 164 Kms y casi 10000 metros de desnivel positivo que recorre Isla Reunión de sureste a noreste y cuyo límite horario para completarla da una idea de su dureza: nada menos que sesenta y tres horas. Un desafío con un trazado sin descanso a través de senderos volcánicos, cinco ascensos por encima de los dos mil metros, calor, barro, paisajes lunares o vegetación tropical. Como bien dice su nombre, una carrera de locos. 

Pero la Diagonale no es sólo la prueba deportiva. Es una semana de fiesta para todos los habitantes de Reunión, que el fin de semana de la prueba salen a la calle en tropel para animar a los participantes. En palabras de Samuel Arroyo, participante dos años, "la animación en La Palma durante la Transvulcania no es nada comparado con esto" (apunto que la animación que se vivía en La Palma hasta 2019, antes del desembarco de UTMB Iberia). Lo que sí se puede comparar es la pasión con la que los habitantes de ambas islas viven "su" carrera.

Porque la evolución del Grand Raid Reunión desde sus inicios en 1989 probablemente haya sido similar a la del Marathon des Sables. Y la repercusión que tiene en nuestro país vecino es tanta que siempre se ha considerado "la carrera", por encima de UTMB. Quizá porque la consideran más como suya o porque no está asociada al puto mercantilismo o porque, con el paso de los años, estas pruebas se van rodeando de un halo de mística y épica que las hacen especiales. Más de sesenta años de Saintelyon, de frío y de nieve en diciembre es otro ejemplo de cómo los franceses saben valorar y hacer suya una carrera. 

La Diagonale des Fous demuestra año tras año que, en lo que se refiere a ultratrail, es uno de los mayores eventos a nivel mundial. Sin duda, la carrera de Francia y de los franceses con un seguimiento brutal en todo el hexágono incluyendo medios generalistas. Tras su salida antes de la pandemia del Ultra Trail World Tour y su navegación en solitario fuera de cualquier circuito, resulta evidente afirmar que Réunion no necesita a nadie. Es grande, muy grande, por sí misma.


¿Cuáles son las causas del éxito del Grand Raid? La principal, sin duda, la simbiosis existente entre los habitantes de Isla Réunion y "su" carrera, puesto que cada reuniense la considera como propia. Seguramente una unión que, a excepción de La Palma y Transvulcania, no exista en ningún otro lugar. No sólo los locales se lanzan a las calles de Saint Pierre y Saint Dennis para la salida y llegada. También los voluntarios son legión y cualquier corredor que llega a Isla Réunion tiene toda la ayuda que pueda necesitar durante su participación desde que se baja del avión.

La excelente organización evidentemente también ayuda. Quizás el único pero que se le pueda poner es el gigantismo que ha adquirido el conjunto de las cuatro pruebas, pero más treinta años de experiencia obviamente se notan. Un código de barras en las bolsas de vida para saber siempre dónde se encuentran en solamente un ejemplo.

Todo lo anterior no serviría de nada si no tuviera la base de un recorrido espectacular en una isla de cuento. 

La edición 2023 comienza el jueves a las 21:00 hora local, 19:00 en España peninsular.



Israel, el viaje de mi vida. Tel Aviv.

Tel Aviv. Los contrastes de Israel.

Tan distinto y tan parecido. Todos los contrastes de Israel se encuentran en Tel Aviv, una ciudad moderna que conserva, y mantiene con esmero, toda la historia de su pasado. Porque un paseo por Tel Aviv es un paseo por la historia de Israel, algo que se cuida con esmero, con una completa descripción en cada edificio histórico de lo que fue y su papel, sobre todo, en la década de los cuarenta y la Independencia del Estado de Israel. Un paseo por Tel Aviv es también entrar en contacto con el Israel más moderno, el del siglo XXI que no renuncia al pasado pero mira al futuro. El de los rascacielos, el de las playas, el de los restaurantes y la comida callejera, el de los artistas y el de los veganos.

Casi como en el resto de Israel, la mejor opción para conocer Tel Aviv es disfrutarla sin rumbo fijo, dejando en la habitación del hotel el mapa para perderte por sus calles y descubrir, por ejemplo, la Ciudad Blanca, el barrio que aglutina el mayor número de edificios de estilo Bauhaus del mundo, un tesoro restaurado que, seas amante de la arquitectura o no debes visitar, además por su animada vida y ambiente, tanto diurno como nocturno y donde se encuentran unos cuantos de los 4500 restaurantes que se contabilizan en Tel Aviv. El bullicio de este barrio contrasta con la tranquilidad y la “charme” de Neve Tzedek. Lo que fue el primer barrio judío fuera de Jaffa es hoy un imán para artistas de todo tipo con galerías de arte y tiendas en las calles estrechas del barrio junto a los cafés y las terrazas de los restaurantes.


No puedes volver de Tel Aviv sin mezclarte con sus habitantes, y para ello es obligado dedicar unas horas, una mañana o un día entero a ir a la playa. Una ventana al Mediterráneo con trece playas para ser parte del Tel Aviv más desenfadado pero también para observar, y la playa es uno de los mejores lugares para hacerlo, como Tel Aviv es ciudad de contrastes y de convivencia entre culturas.

Continuando por el litoral todos nuestros pasos llevan a Jaffa, uno de los puertos más antiguos del mundo rehabilitado y en un excelente estado de conservación. Sus estrechas y empinadas calles, salpicadas de galerías de arte y anticuarios, son un viaje en el tiempo y a épocas pasadas de pescadores, marineros, comerciantes, cruzados y conquistadores. Realmente, toda la historia de la zona de miles de años se concentra en Jaffa que, además, nos guarda una última joya, su mercado de las pulgas en el que hay, literalmente, de todo. Desde accesorios modernos a los más extravagantes cachivaches, postales antiguas o auténticas portadas de períodicos como la del Jerusalem Post que anunciaba la Independencia del Estado de Israel.


Si Israel es el país del mundo con mayor porcentaje de veganos y vegetarianos, Tel Aviv es su exponente máximo. Ya he dicho que hay 4500 restaurantes en la ciudad y, de ellos, un alto porcentaje es vegano o vegetariano. Una dieta que no es sino una extensión de la gastronomía israelí, en la que los vegetales tienen un papel fundamental. Cerrar el viaje a Israel en Tel Aviv debe hacerse saliendo por la noche disfrutando de la vida nocturna de Tel Aviv antes de que nos envuelva la nostalgia y ya, antes de irnos, comencemos a echar de menos Israel.


Mis imperdibles

Recorrer los edificios históricos que forjaron la historia de Israel como el que, en el Boulevard Rothschild, David Ben Gurion leyó la Declaración de Indepencia. Pasar una mañana en la playa y observar cómo judíos y musulmanes, cada uno con sus peculiaridades, disfrutan del mar. Contemplar el atardecer en Jaffa. Pasear sin prisa por Neve Tzedek y tomar algo en una de sus terrazas.

 

Donde correr

En el paseo marítimo, comenzando en el Puerto de Tel Aviv y finalizando en Jaffa para regresar por Neve Tzedek y Florentin, los barrios más tranquilos. Un recorrido circular que concentra la esencia de la ciudad.


Donde dormir

Hotel Theodor Brown Rothschild. Un hotel moderno en el centro de Tel Aviv, esquina con el Boulevard Rothschild y a menos de diez minutos a pie de cualquier parte en la ciudad.

01 octubre 2023

Salomon Ultra Pirineu 2023. Me encanta que los planes salgan bien.

Si no recuerdo mal, era el coronel Anibal Smith, de El Equipo A, el que finalizaba cada capítulo con es frase de "me encanta que los planes salgan bien. En mi caso, habitualmente, de lo que planifico teóricamente antes de una carrera hasta lo que sucede en la realidad suele haber bastante diferencia... para mal. En el maratón de la Salomon Ultra Pirineu, por el contrario todo salió redondo en base al tiempo que ma había marcado como objetivo, ocho horas. Finalmente fueron 8h05, pero cinco minutos no van a ningún lado :) y menos en una carrera en la que lo de menos era el tiempo y lo importante llegar a meta para rendir homenaje a Anchel.

El plan era bastante sencillo. Llegar en 3h30' al Niu d'Aliga, "supervivir" durante otras tres horas hasta el 31 y, desde allí, apretar para llegar de nuevo a Bagá completando el útimo tramo en 1h30'. No eran unos tiempos para hacer un bombazo de carrera pero, para mi y ahora, sí.

La salida desde la Plaza Porxada de Bagà es una de esas que todo corredor tiene que vivir al menos una vez, sea en la ultra o en el maratón. Mil corredores en un largo pelotón que, si bien se va estirando en los primeros kilómetros de asfalto, hacen que se forme algún pequeño tapón que ralentiza el paso pero, también, permite reservar fuerzas. Un contanste ascenso bastante menos complicado de lo que pensaba que me deja en Rebost, el primer avituallamiento y k10, en 1h47 para, sin detenerme mucho continuar hacial el Niu entre un ambiente de carrera excepcional y un día para enmarcar que también se unió a la fiesta. En el ascenso al Niu las sensaciones son inmejorables. Una subida a ritmo constante, disfrutando de la carrera, sufriendo lo justo para coronar en 3h18', diez minutos antes de lo previsto. 

Aquí es donde comenzaba la parte que consideraba iba a ser más complicada y tampoco me equivoqué. El descenso desde el Niu d'Aliga va bien, picando el k19 en cuatro horas justas, pero en este momento se me apaga la luz completamente, me quedo sin fuerzas y me es difícil correr. Hay que llegar al 31 de una manera u otra, pero el avance es lento por kilómetros pestosos y la sorpresa de Penyes Altes, que me deja bastante tocado. Afortunadamente, y tras un descenso corsto y explosivo con algún tramos con cuerdas, el terreno pasa a ser pista corredera que me permite recuperar sensaciones y, sobre todo, recuperar fuerzas. La llegada a Sant Jordi, en 6h30' justas, me da la vida y la oportunidad de revivir clavando el tiempo previsto aunque no sé muy bien cómo :).


Salgo de Sant Jordi rumbo a uno de los tramos más emblemáticos de la Salomon Ultra Pirineu, los "empedrats". Mucho había oído hablar de ellos y no defraudaron. Apenas dos kilómetros, quizás no excesivamente técnicos, pero complicados por las piedras resbaladizas y por el agua. Con las piernas ya bastante cansadas, es necesario activar al máximo la concentración para no sufrir un susto ahora que ya está el trabajo casi terminado.

Llegar a Vents del Cadí con 7h20' de carrera es saber que ya lo tienes. Menos de seis kilómetros a meta que completo a buen ritmo para llegar a Bagà, cambiarme de camiseta antes de entrar en el útimo kiómetro y completarlo y entrar en meta con el color negro de #UPXAnchel en 8h05 firmando una de las mejores participaciones que recuerdo.


27 septiembre 2023

Transvulcania debe volver a sus orígenes

He tenido la suerte de viajar en cinco ocasiones a La Palma para participar y contar Transvulcania. Cinco años que me permitieron vivir la prueba desde diversos ángulos. Como corredor en 2015, como medio después y, más adelante, integrado en la organización de la prueba para conducir las retransmisiones. Tiempo suficiente para conocer la carrera a fondo, sentirla en parte como propia y mantener un cierto punto de espíritu crítico.

Transvulcania llegó a su undécima edición, la del 2019, en un perfecto estado de salud. El principal activo de la carrera era, sin duda, el excelente trato que recibían los participantes desde que pisaban la Isla de La Palma. Cualquier corredor, sea élite o sea popular, se sentía parte de la prueba. Eso es algo que te transmiten todas las personas implicadas en la organización pero también los palmeros, que consideraban Transvulcania como algo suyo y que también se reflejaba en las instituciones de la Isla, sabedoras de que la prueba es un escaparate de La Palma a nivel mundial y la oportunidad de promocionarla, promoción que comienza desde el mismo momento en que el participantes embarca en el avión de vuelta a casa. Y eso que Transvulcania ya tiene el trabajo hecho y, seguramente, no necesita más promoción. A pesar de ello se trabajaba por mejorar y por innovar constantemente.

La pandemia global obligó a su cancelación en 2020, como la inmensa mayoría de pruebas a nivel mundial y cuando en 2021 comenzaba a estar ya todo prepado, con el inminente anuncio de su inclusión en las UTMB World Series, la erupción del Volcán Tajogaite forzó a una nueva cancelación. Transvulcania regresaba en 2022, en una atípica fecha otoñal, ya con el sello de unas UTMB World Series que desembarcaron en la Isla de La Palma incorporando a la prueba al circuito más importante del mundo pero, quizás, con la falta de sensibilidad de quien va a organizar algo que es parte de todos los palmeros y palmeros. Y si bien es cierto que UTMB Iberia se hizo cargo de Transvulcania en la época más complicada de la prueba, tras las dos cancelaciones, no es menos cierto que no se logró llevar de nuevo a Transvulcania a las cotas que la habían convertido en una de las mejores carreras del mundo. 

La edición de otoño de 2021 fue de perfil bajo, ganando peso el corredor popular, casi por obligación, y en la que echó en falta una mayor presencia de élites. Acostumbrados a ver siempre en Transvulcania, hasta ahora, a los mejores corredores del mundo, no pudimos disfrutar de duelos a la altura de las ediciones anteriores. La prueba también llegaba acompañada de polémica por la modificación de la prueba vertical y por las voces que, desde la Isla de La Palma, apuntan a una devaluación de la carrera y de pérdida de su ADN en la edición del retorno, la que debería haber significado situar de nuevo a La Palma en el centro del mapamundi del ultratrail mundial.

En 2022, la segunda edición bajo el paraguas de UTMB, se recuperó parte del brillo perdido e incluso la victoria de Dakota Jones nos hizo volver por un momento a los años en los que ver al estadounidense, a Anna Frost, a Kilian Jornet o Luis Alberto Hernando en los senderos de La Palma era lo habitual. Sin embargo, el público no era partícipe de esta edición y las imágenes del paso de los corredores por Los Canarios o en el tramo final de Los Llanos de Aridane nada tenían que ver con las de 2019 y años anteriores.

La fractura social respecto a Transvulcania en la Isla de La Palma era evidente desde la llegada de UTMB Iberia. Una fractura en la que todas las partes tienen su porcentaje de culpa, en mi opinión mayor la de UTMB Iberia, y que no se ha llegado a superar nunca, agrandándose más si cabe hasta derivar en lo que era un secreto a voces, el fin del matrimonio entre Transvulcania - UTMB World Series. una separación comunicada de "mutuo acuerdo" que dista mucho de ser así. 


Una salida inolvidable, un recorrido espectacular, un público entregado y la mejor meta del mundo. Así podría resumirse, en pocas palabras, Transvulcania. En muy pocas, porque es mucho más. Desconozco si los organizadores de la primera Transvulcania, allá por el verano de 2009, eran conscientes de que estaban creando una prueba que en poco tiempo se iba a convertir en una de las más importantes del calendario mundial y que los 93 participantes que cruzaron la meta llegarían a multiplicarse por veinte apenas unos años más tarde. Tampoco sé si imaginaban que Transvulcania se convertiría en un referente global, una de esas carreras en las que todo corredor desea participar. O que se iba a crear una minitemporada turística las semanas anterior y posterior a la celebración la prueba. 

Llegan tiempos de cambios. Que forme parte de unos u otros circuitos, que quienes estén dentro de la Organización cambien no importa. Lo importante es que Transvulcania vuelva a ser la carrera de todos los palmeros y palmeras y, probablemente, uno de los mejores ultratrail del mundo en el mejor escenario posible.


21 septiembre 2023

Israel, el viaje de mi vida. El Israel National Trail.

El Israel National Trail

Si pasar unos días en el Neguev era algo innegociable en el viaje a Israel, recorrer parte del Israel National Trail a su paso por el desierto no tenía tampoco discusión. Después de haber escrito varios artículos sobre el INT y haber hecho el seguimiento diario del récord de Michael Wardian en 2019 era uno de los imperdibles.

El Israel National Trail, inaugurado en 1995, es el sendero de gran recorrido que atraviesa Israel. Con mi kilómetros de longitud puede realizarse de norte a sur, comenzando en Dan Kibbutz, muy cerca de la frontera con el Líbano, y finalizando en Elilat, a la orilla del Mar Rojo o a la inversa, aunque lo habitual es hacerlo en el primer orden, de norte a sur. Curiosamente, el nacimiento del Israel National Trail tiene su origen a muchos kilómetros de distancia. Tantos como los que separan Israel del Appalachian Trail, en la costa este de Estados Unidos. La idea de su creación nació a raíz del trekking que a finales de los setenta realizó Abraham Tamir en los Apalaches, aunque tuvieron que pasar casi veinte años hasta su inauguración. Su trazado se ha mantenido desde el inicio salvo un ligero cambio, por motivos de seguridad, en el tramo que circulaba junto a la «línea verde».


Los mil kilómetros del INT nos permiten descubrir los variados ecosistemas del país. Lo habitual es comenzar por el norte para ir introduciéndonos poco a poco, tras recorrer la línea costera, en los ambientes desérticos del sur y del desierto del Neguev. Estos en concreto son los que recorrimos. Un tramo de unos cincuenta kilómetros en los que pudimos sentir en primera persona la inmensidad del Neguev, la cercanía de la frontera con Jordania (en el horizonte estaba siempre a la vista el Wadi Rum) y la perfecta señalización del recorrido, así como los recipientes que hay cada pocos kilómetros para depositar la basura y otros servicios que ofrece el INT. Respecto a la señalización, el Israel National Trail sigue senderos bien definidos y marcados, en los que perderse no es una preocupación. En cualquier caso, no está de más consultar mapa y ruta antes de comenzar cada etapa. Las marcas del INT están formadas por tres colores: naranja, azul y blanco. Ni el color ni su orden son aleatorios. Naranja para el desierto, azul para el océano y blanco para la zona norte. Si la franja naranja es la más alta o la que está en la parte superior, esto indicará que estás caminando hacia el sur… hacia el desierto del sur. Si el blanco está más alto o en la parte superior, esto muestra el camino hacia el norte, hacia la nieve en el norte (literalmente, nieva durante un par de semanas al año y solo en los puntos más altos, así que no te hagas muchas ilusiones de pisar nieve en Israel).


Entre treinta y cuarenta días es el tiempo aproximado que dedican aquellos que recorren el Israel National Trail. Obviamente, puede hacerse más rápido, más lento o directamente corriendo, como hizo Michael Wardian en 2019, 
estableciendo un récord de 10 días y 16 horas.

 

Mis imperdibles

Avanzar por el INT dirección sur, con la inmensidad del desierto a tu derecha y las vistas de Jordania y el Wadi Rum a la derecha.


Donde dormir

SixSenses Shaharut. Perfecto destino para descansar una noche o varios días antes de emprender el tramo final del INT hasta Elilat.

20 septiembre 2023

Israel, el viaje de mi vida. El desierto.

El desierto. Masada, Neguev, Arava, Shaharut y el Mitzpe Ramon. Slow driving dentro del road trip.

No sabría decir desde cuándo o por qué tengo fascinación por los desiertos, pero es una realidad. En mi viaje a Israel tenía claro que el desierto tenía que ser una parte fundamental y así fue, realizando un “mini road trip” dentro del road trip que fue el viaje y que nos llevó desde Jerusalem al Valle de Arava, en el corazón del Neguev, bordeando el Mar Muerto, pasando por Masada, disfrutando de una estancia de ensueño en el Six Senses Shaharut, corriendo en el Israel National Trail y regresando atravesando el impresionante Mitzpe Ramon y la tumba de Ben Gurion.

El trayecto hacia el sur desde Jerusalem tiene entidad propia, adentrándote poco a poco en el paisaje desértico recorriendo la carretera 90 con la orilla del Mar Muerto siempre a nuestra izquierda. Un claro ejemplo “slow driving” donde el tiempo corre despacio y no importa la velocidad a la que te desplazas, durante muchos kilómetros a decenas de metros bajo el nivel del mar. Rápido o despacio, parando en el Mar Muerto o no, llegarás a uno de los lugares icónicos de Israel, la fortaleza de Masada, que no deja de ser una redundancia puesto que Masada, en hebreo, significa fortaleza.


Dominante sobre el Mar Muerto y el Desierto de Judea, Masada es una fortaleza natural. Un promontorio aislado que albergó la gran fortaleza de Herodes. Hoy convertida en Parque Nacional, con un espectacular centro de visitantes en su base, es visita ineludible por su valor paisajístico y por su historia, presente en el imaginario colectivo por el suicidio masivo de sus ocupantes antes de ser derrotados por Roma. Hay dos formas de ascender a Masada desde el Centro de Visitantes: por un camino que asciende serpenteante o en teleférico. La teoría dice que como buen Trailrunner debería haber subido por el camino, pero las vistas desde el teleférico son tan espectaculares que es mi recomendación. ¿Y una vez arriba? Recorre los restos de la fortaleza, imagina ser parte de ella durante el asedio y levanta tu vista hacia el infinito desierto de Judea.

El Valle de Aravá es mencionado en la Biblia como lugar de paso en el éxodo de los hebreos desde Egipto. Este enclave en el Neguev, a menos de cien kilómetros del Mar Rojo, es el lugar perfecto para sentir el desierto en su más amplia extensión, de proporciones bíblicas y fascinante como pocos. Aquí está el Six Senses Shaharut, en un acantilado de roca mimetizado con su entorno formando un panorama casi de otro planeta, un oasis en el que se escucha el silencio. Aquí podrás contemplar las estrellas en uno de los cielos más despejados del mundo, disfrutar del atardecer hasta la puesta de sol, participar en talleres de cocina local, hacer trekking por los alrededores o, simplemente, descansar en las habitaciones con vistas de 180º del desierto. A menos de un kilómetro del Israel National Trail, es la excusa perfecta para conocer algún tramo del sendero, aunque del INT hablaremos más adelante.


Formando una “Y” gigante, de vuelta hacia el norte, nuestra vista se sorprende con la magnitud del Mitzpe Ramon. Hoy el Maktesh Ramon es el Parque Nacional de mayor extensión de Israel con, por cierto, forma de corazón. Es además el cráter de erosión más grande del mundo abarca, lejos de todo, con arena multicolor, roca volcánica y fósiles y unas vistas nocturnas también sin contaminación lumínica. Conducir por él mientras te diriges a Be'er Sheva es una auténtica delicia. A medio camino entre Ramon y Be’er Sheva debemos dedicar una parada a visitar la tumba de David Ben Gurion, el fundador del Estado de Israel que a su muerte vio cumplido su deseo de ser enterrado en el Neguev.

 

Mis imperdibles

Ascender a Masada en el teleférico. Visita la “sala de la lotería” en Masada, donde se decidió el orden de suicidio. Contemplar la puesta de sol en el Six Senses Shaharut. “Escuchar” el silencio en el desierto de Aravá. Visitar la tumba de Ben Gurion.

 

Donde correr

Sin duda, realizar alguno de los tramos del Israel National Trail que atraviesan el Neguev. Perfectamente indicado, no hay posibilidad de pérdida, es una inmersión en el desierto mientras contemplas el Wadi Rum jordano en el horizonte.


Donde dormir   

Six Senses Shaharut. Uno de los mejores hoteles del mundo en un entorno idílico, incrustado en el paisaje con impresionantes vistas. Tranquilidad y descanso o aventura, o las dos opciones. Tú eliges.

19 septiembre 2023

Israel, el viaje de mi vida. Jerusalem.

 Jerusalem. Más que la capital del mundo.

“¿Cuánto vale Jerusalem?. Todo”

La frase la pronuncia Saladino en la película “El Reino de los Cielos” y resume en sólo cuatro palabras el significado de una ciudad que, por si sola, merece el viaje entero. Jerusalem es una experiencia, es una mezcla de sentimientos que te atrapa desde que llegas, desde que empiezas a percibir una atmósfera espiritual y sentir una ciudad que transmite historia, religión y mezcla de culturas. Una ciudad santa para cristianos, judíos y musulmanes no puede defraudar y no lo hace. Desde luego, no la Ciudad Vieja pero tampoco el exterior de la muralla, una Jerusalem diferente que sorprende, y mucho, para bien.

¿Por dónde comenzar? Complicado. Quizás por el lugar que más me impresiono personalmente, el Muro Occidental, el Western Wall, el Muro de las Lamentaciones (al que sólo llamamos así los hispanoparlantes). En su definición, el lugar más sagrado del Judaísmo, el único tramo que ha llegado a nuestros días del Segundo Templo. En la práctica, el lugar más espiritual que he visitado. No es necesario ser judío para comprender su significado, para sentir su espiritualidad o para que se te pongan los pelos de punta cuando apoyas tu mano en la piedra. Si la visita a la Ciudad Vieja es un viaje en el tiempo y una inmersión en tres culturas tan diferentes, llegar al Muro Occidental, y su visión por primera vez atravesando las calles del Barrio Judío es inolvidable.


Es hora de volver a la primera línea de nuestro viaje. Si eres creyente, Jerusalem alberga los lugares más sagrados del Cristianismo. Si no lo eres, vas a conocer en primera persona los lugares que todos, en mayor o menor medida, hemos estudiado de pequeños. En ambos casos vas a alucinar. Porque la sensación de pisar las mismas calles en las que Jesucristo arrastraba la cruz, estar en el lugar en el que le crucificaron, visitar el Monte de los Olivos donde rezó la noche anterior o el espacio vacío donde resucito no se puede explicar con palabras. Es necesario sentirlo. La Vía Dolorosa y sus catorce estaciones o la Iglesia del Santo Sepulcro permanecen en la memoria para siempre.

De camino al tercer vértice de Jerusalem, la Explanada de las Mezquitas y la Cúpula de la Roca, los lugares sagrados de los musulmanes, es obligado visitar y perderse, una y otra vez, en el Mercado de la Ciudad Vieja, en el que puedes encontrar de todo. Un mercado en el que debes aparcar las prisas en la entrada y disfrutar del ritual que supone comprar, del regateo y del te.


Pero Jerusalem es mucho más que la Ciudad Vieja. Es una ciudad moderna sorprendente por su animada vida, por sus calles llenas de gente, por sus barrios modernos con galerías de arte, cafeterías sacadas de un catálogos hispster y librerías, decenas de librerías. Jerusalem es también la Colonia Alemana, la Moshava, un idílico enclave a diez minutos de la Ciudad Vieja donde la vida es tranquila y reposada entre edificios templarios de finales del siglo XIX, es el Yad Vashem, el sobrecogedor Museo del Holocausto que, aunque alejado del centro es una obligada visita para conocer uno de los episodios más negros de la historia y es vivir el Sabbath.

Planificar un viaje a Israel y que la noche del viernes al sábado estés en Jerusalem es como si te toca la lotería. Ser actor principal del día sagrado del Judaísmo es una experiencia, otra más que no olvidarás. Los grupos de familias ortodoxas dirigiéndose al Muro Occidental para el rezo más especial de la semana, las calles vaciándose poco a poco a medida que se acerca la puesta de sol, las familias que van a otras casas con los platos que han preparado como la tarde de Nochebuena en España o el silencio en las calles al regresar en bicicleta al hotel por la noche sin coches en la calzada.


Mis imperdibles

Subir a la azotea del Hospicio Autriaco en la Ciudad Vieja y contemplar la vista. Cenar en la terraza del restaurante del Notre Dame Center. Visitar o alojarse en el Hotel Rey David, historia viva de la ciudad. Pasear por las calles vacías de Jerusalem en Sabbath. Visitar y dedicar tiempo al Muro Occidental.

 

Correr en Jerusalem

Sin rumbo, no ha mejor consejo. El único, hacerlo a primera hora de la mañana para tener toda la Ciudad Vieja para ti, pero respetando los lugares sagrados para la tres religiones.


Donde dormir

Hotel Villa Moshava. Un idílico y tranquilo boutique hotel en la Colonia Alemana, alejado del bullicio del centro de Jerusalem y con todo el encanto de poder vivir por unos días en un auténtico barrio judío.

18 septiembre 2023

Israel, el viaje de mi vida. El norte.

Si eres creyente tienes que viajar a Israel. Si no lo eres, también. Yo, que me encuentro a medio camino entre las dos afirmaciones, no puedo resumir de mejor manera mi viaje a Israel, un país que desmonta tópicos e ideas preconcebidas desde que pones el pie en él. El viaje de mi vida.

¿Por dónde empezar? Sin duda, por lo que te esperas encontrar cuando llegas a Israel. Influenciados por las noticias que llegan todos los días, la imagen que uno espera es la de un país militarizado, un estado con policías y soldados en cada esquina. Nada más lejos de la realidad. La presencia de ejército y policía durante las dos semanas que pasamos en agosto fue nula, eliminando de un plumazo uno de los tópicos más extendidos. El otro, el de la seguridad, también cae por su propio peso. Israel es un estado totalmente seguro más allá de las precauciones mínimas que se deben tomar en cualquier viaje.

El estado de Israel es un país de dimensiones amables para el visitante. Sus menos de 500 kilómetros de longitud y apenas 135 de ancho en su parte más amplia, lo hacen tremendamente cómodo para el turismo. En quince días se puede conocer lo más importante y volver a casa, más importante todavía, con una visión global del país, de su gente y de todo lo que ofrece al visitante. Tanto en transporte público como en coche de alquiler, la opción que elegimos nosotros, es fácil desplazarse. En el caso de moverse en automóvil, la red de carreteras es buena, se encuentra en perfecto estado y, de nuevo lo destaco, es totalmente seguro desplazarse por tu cuenta.

Respecto a la distribución de los días, dividimos Israel en cuatro partes diferenciadas para nuestro viaje: Norte (Haifa, Acre, Safed, Tiberiades), Jerusalén, Neguev (Mar Muerto, Masada, Israel National Trail, Shaharut) y Tel Aviv. El norte, por el significado religioso e histórico. Jerusalén no necesita explicación. Neguev y Mar Muerto por la fascinación que me producen los desiertos además de poder realizar un tramo del INT y Tel Aviv por descubrir el Israel más moderno.


Haifa y el norte de Israel.

Haifa tiene un significado muy especial para mi. Mi fascinación por Israel y el Mundo Judío viene de la lectura en mi adolescencia de “Exodo”, de Leon Uris, libro en el que la ciudad portuaria tiene un importante protagonismo. La Haifa de la actualidad ha cambiado mucho respecto de la de 1948, pero sigue manteniendo el encanto de las ciudades portuarias, acentuado en su caso por la importante presencia de musulmanes y cristianos que, unidos a los judíos, forman un modelo de convivencia. La tercera ciudad de Israel es también la puerta de acceso al norte. Una ciudad que como mejor se conoce es caminando sin rumbi entre sus calles, visitando sus mercados y mezclándose con los locales pero que tiene dos puntos de interés ineludibles: los Jardines Baha’i con la cúpula dorada del Bab y la Colonia Alemana, el barrio en el que desembocan en cascada los jardines. Un barrio, similar a otras colonias alemanas en el resto de Israel, que data de finales del XIX y que en la actualidad se ha convertido en el centro de ocio de Haifa. Cenar en la terraza de uno de sus restaurantes, alzar la vista y contemplar desde ella los Bahai es un imperdible de la estancia en Haifa.

A apenas 25 kilómetros de Haifa se encuentra Acre, la ciudad que albergó la mayor fortaleza de los templarios y que automáticamente te traslada a la época de las cruzadas, al puerto donde llegaban peregrinos a Tierra Santa y cruzados. Acre se disfruta con calma, paseando sin rumbo (y sin plano porque es mejor perderse) entre sus estrechas calles, descubriendo rincones y terminando en el puerto para dar la vuelta, perderte de nuevo y regresar al puerto. Oler a mar y a las especias de su mercado, escuchar a los comerciantes y hablar con ellos y encontrar galerías de arte antes de visitar a fondo la fortaleza templaria.


Safed es uno de los lugares que se deben visitar sí o sí en Israel. Por su significado histórico, por lo que representa para el Judaísmo y por haberse convertido en los últimos años en un centro de artistas. En Safed se entra en contacto con el Israel más tradicional, algo que se va percibiendo cuando avanzas con el coche por una carretera de montaña que deja Tiberiadas a un lado. Safed es la ciudad israelí a mayor altura y su posición le hizo ser un lugar fundamental en la Guerra de la Independencia de 1948. Es también la capital de la Cábala y del misticismo judío, en el pasado y en la actualidad. Una ciudad que te sumerge en las raíces del Judaísmo y en la que paseas entre ortodoxos como alguien en un mundo diferente pero recibido con los brazos abiertos.

Una vista al norte de Israel no puede darse por completa sin visitar alguno de los lugares que menciona la Biblia. Nazareth, el lugar en el que el Angel Gabriel se le apareció a María y donde Jesucristo vivió la mayor parte de su vida o Tiberiades, el Mar de Galilea, el que Jesucrito caminó sobre sus aguas.


Imperdibles

Perderte sin rumbo en el mercado de Acre, contemplar las vistas de Haifa desde lo alto de los Jardines Baha’i, mezclarte con los judíos ortodoxos en Safed.

 

Donde correr en Haifa

Su cercanía con el Monte Carmelo ofrece varias rutas, tanto de trail como de running. La mejor opción para el trail es perderse por los múltiples senderos del Monte Carmelo en los que, seguro, encontraremos impagables vistas. Si prefieres conocer Haifa con las zapatillas puestas, sal a primera hora de la mañana a los pies de los Jardines Baha’i y asciende por las calles adyacentes hasta llegar a lo alto del Monte Carmelo. Tras contemplar las impresionantes vistas de la ciudad, desciende hacia el puerto mientras atraviesas las calles que comienzan a despertar. Continúa por el centro de la ciudad hasta las playas y el Museo Marítimo y regresa dirección Colonia Alemana para, tras recorrer la Avenida Ben Gurion, finalizar en el punto de partida.


Donde dormir 

Hotel Botánica. En una ubicación inmejorable en la Colonia Alemana, en la entrada de los Jardines Baha’i y con unas vistas y situación excepcionales. De reciente construcción, sus espaciosas habitaciones, el excelente desayuno y la piscina en la azotea donde descansar tras un día de visitas le hacen ser una de las mejores opciones en Haifa.

 


15 mayo 2023

Mi Zegama. A llorar, a la llorería.

Hay carreras que se convierten en una obsesión, a las que uno se empeña en ir a sabiendas de que, muy probablemente, no sea tu sitio. Lo mío con Zegama va por ese camino, tropezándome con la misma piedra año tras año, y ya van tres, después de haber conseguido llegar a meta en la primera participación, allá por 2008, quizás por la osadía del que acababa de llegar a las carrera por montaña. 2012, 2016 y 2023 han sido un quiero y no puedo constante.

A llorar, a la llorería. No hay excusas y menos en Zegama. Si el barro y la lluvia vienen de serie cuando te apuntas en febrero, es lo normal y lo raro es que te encuentres un día de sol radiante, también vienen de serie los tiempos de corte. Están escritos desde hace años y sí, son exigentes, pero nadie puede quejarse de algo que está en las normas. Si te gusta bien y, si no, es lo que hay. Te adaptas o te vas para casa.

En la participación de este año tenía muy claro que lo único que me importaba era llegar a meta y que, para conseguirlo, los tiempos de corte me los tenía que grabar a fuego. Esos 3h15' de Sancti Spiritu y las 3h de Aratz. Dos Zegamas en una, llegar hasta allí y luego seguir.


Los planes sobre el papel siempre tienen pinta de salir bien, pero la realidad es diferente. El mío era tomar como base los cronos para hacer Zegama en 7 horas, contando que me iría para arriba seguro, pero teniendo un cierto colchón que me permitiera sobrevivir. 

En cuanto salimos de Zegama me di cuenta que ese plan tan chulo era papel mojado, nunca mejor dicho. ¿Había más barro que otros años? Seguramente, pero como para los otros 500 participantes. ¿Llovía más que otros años? Probablemente, pero como para el resto. ¿Influía todo eso para los tiempos? Seguro, pero como para todos los demás.

Sin pausa, sin apenas parar en los avituallamientos, sin perder más del tiempo del que me supuso las veces que me fui al suelo o los malabarismos en algunos descensos, incluyendo uno rollo tobogán acuático, el colchón sobre el tiempo de corte descendía de forma imperiosa sin saber muy bien cómo ni por qué. Los veinte minutos en Outzarte pasaron a ser menos de diez en Atabarreta que me dejaban en puertas de un ascenso a Aratz, que iba a dictar sentencia, como así fue. 

3h05' duró mi Zegama 2023, cinco minutos por encima de un corte que, en todo caso e incluso pasando en 3h, no me habría dado para llegar a Sancti Spiritu en 3h15'.

Zegama me gana un año más. Las quejas en la tercera planta y a llorar, a la llorería.


09 mayo 2023

10 años de Territorio Trail Media

El 8 de mayo de 2013 los estudios de Jucal Radio, en La Puebla de Alfindén, acogieron la primera emisión de Territorio Trail. En aquel entonces era un programa de apenas 30 minutos de duración especializado en el trailrunning y las carreras por montaña, por aquel entonces todavía sin explorar en las ondas, ni en España ni fuera. Nacía con vocación de convertirse en un proyecto global que despertara interés en cualquier parte de nuestra geografía y, por extensión, del mundo.

Desde aquel 2013 ese pequeño rincón de radio dedicado al deporte que nos apasiona fue evolucionando hasta convertirse en Territorio Trail Media, sumando colaboradores y aumentando contenidos y temas de interés. Desde las Trailsemanas, los espacios dedicados a la actualidad del trail más cercano, a los Trail Awards, los premios que galardonaban a los mejores del año o el formato Kilómetro y Resultado, las primeras narraciones en vivo que se hicieron en el mundo del trailrunning, pasando por la cobertura de carreras, noticias, entrevistas y opinión.


Un proyecto que, de la Puebla de Alfindén, dio el salto a Aragón Radio a comienzos de 2019 gracias a la apuesta de la emisora por la diversificación de contenidos y que, oleada a oleada del EGM, aumenta audiencias en la emisión en FM y en el formato podcast convirtiéndose en referente global de habla hispana.

Gracias a todo el Equipo que está detrás de Territorio Trail y gracias a los que estáis al otro lado.

Gracias por estos 10 años.


17 abril 2023

Un 10k no previsto

Hacer un 10k no es algo que estuviera en mis planes ni a corto, ni a medio ni a largo plazo. De hecho es una distancia que no me ha motivado nunca y en la que no había participado en todos los años que llevo corriendo. 

Lo que sí estaba en mis planes era participar en el Maratón de Zaragoza, que debía empezar a preparar pasada La Jurramendi. Empezar empecé, pero poco motivado para sufrir a unos ritmos altos que, además, tampoco salían. Fue imposible completar un rodaje decente de veinte kilómetros a unos ritmos que me permitieran hacer un crono que considerara "potable". Para bien o para mal soy de los que piensan que hacer un maratón rodando las cuatro horas no es "correr" un maratón, muy probablemente una opinión equivocada. Sí quería disfrutar del día grande del running en Zaragoza y correr por sus calles, por lo que finalmente me decidí por participar en el 10k sin mayor pretensión que hacer un rodaje por Zaragoza, pasar la mañana del domingo y buscar un ritmo que me llevara a rondar los 45 minutos.

Y, en resumen, así fue. Tras una salida bastante lenta por la aglomeración de corredores, el primer kilómetro se fue a 5:01 y el segundo a 4:43. Fue a partir del tercero, ya con espacio para correr cuando pude coger ritmo constante entre 4:30 y 4:25 para llegar a meta en 45'29", algo sorprendido de lo "fácil" que había corrido.





20 marzo 2023

La Jurramendi, remando a contracorriente

La Jurramendi es la típica carrera en la que, en otra época, me hubiera ido para casa a la media hora. Afortunadamente, aunque ya casi en los cincuenta, me ha llegado la capacidad de sufrimiento suficiente para seguir cuando las cosas se tuercen o, en este caso, cuando las piernas no van y si te rompen los bastones en la primera subida potente. Porque, si hace diez años corríamos carreras como La Jurramendi o peores sin bastones, también lo podemos hacer hoy en día.

La Jurramendi, con 27 kilómetros y 1700 metros positivos, tenía sobre el papel tres subidas muy potentes que había que gestionar. Una carrera de, digamos, cuatro horas. El problema es que las subidas potentes eran "muy potentes" y que la última era infernal. Seguramente con bastones hubiera podido gestionarlas mejor. Sin ellos, sobrevivir ha sido suficiente.

Ayegui acogía la séptima edición de una prueba que bien merece una visita, tanto por el recorrido como por un entorno espectacular de monasterios, naturaleza, viñedos... y una fuente en la que en vez de agua sale vino :).

A las nueve de la mañana del domingo comenzaba la carrera, en un día soleado que anticipaba la excelente meteo que tuvimos. Tras un primer kilómetro por las calles del pueblo comenzamos el primer ascenso, lento por la cantidad de corredores pero que permite coger sensaciones... o no encontrarlas como me ha tocado a mi hoy. A pesar de todo salvo los primeros cuatrocientos positivos en 35 minutos. El descenso permite que se disuelvan los grupos y ya me quedo solo, bastante atrás, para hacer mi carrera.

En kilómetro cinco comienza el primero de los ascensos potentes y es aquí donde, al sacar los bastones, veo que no se pueden desplegar no sé muy bien por qué. Casi diez minutos parado intentando hacerlos funcionar hasta que lo dejo por imposible y cambio el chip de carrera. 


Ascendemos hasta los mil metros partiendo de 500 y llego arriba en 1h32' después de 8 kilómetros de carrera. Un descenso sucio y algo complicado nos deja en el kilómetro 10 a los pies de la segunda "dificultad", un poquito más suave y con algún descanso intermedio. Corono en 2h15' tras doce kiómetros y es aquí cuando me doy cuenta que, hasta ahora, no ha habido ningún tramo de descanso, sea ascendiendoo descendiendo.

Sí que a partir de ahora vienen los kilómetros más favorables. Primero tres por senderos, para enfilar un descenso vertiginoso que vueve a dejarme, tras una zona de toboganes, a los pies del último ascenso de la carrera. Es el kilómetro 19 y son 3h15' de carrera. 

Toca salvar seiscientos metros positivos en kilómetro y medio en una subida tremendamente vertical, dura y pestosa que se hace interminable. Al final, y después de 40 minutos para competar ese kilómetro y medio, llego al 21 en cuatro horas de carrera, que es tiempo que había calculado para hacerla entera.

Ahora sí, el terreno ya es favorable y en descenso, logro reponerme y avanzar con un ritmo medianamente decente hasta cruzar la meta de Ayegui en 4h40', terminado entre los quince... últimos :).

Carrera sufrida, muy dura pero a la vez muy recomendable, en un entorno y una comarca que merece pasar un fin de semana largo. Si no conocíais La Jurramendi, ponedla en vuestro calendario del 2024.



08 marzo 2023

Barkley Marathons, una religión. In Laz we trust.

Todos los años, cuando comienza el mes de marzo, algo se mueve en determinados grupos de Facebook y de Whatsapp. Las noticias sobre un pequeño rincón de los Estados Unidos profundos, en el estado de Tennessee, llamado Frozen Head comienzan a aparecer con cuentagotas. 

Es tiempo de Barkley Marathons, y una legión de frikis de esta prueba aparecen del mismo modo que lo hacen las setas en otoño. Los grupos de Facebook, inactivos durante gran parte del año, comienzan a poblarse de fotografías y noticias, unas fundadas y otras infundadas. Hay quien sólo utiliza Twitter durante estos días para seguir con devoción el hashtag #BM100 y los tuits de Keith, la "biblia" de la carrera durante su celebración. La información sale a cuentagotas de Frozen Head (Lazarus manda) y encontrar cualquier dato sobre lo que está pasando es un bien preciado si bien cada año la información aumenta y ya no es tan complicado saber cuándo va a comenzar.

Barkley es una carrera muy especial, aunque hay quien jamás la ha considerado como tal. Curiosamente, incluso medios que siempre había renegado de ella comienzan a dedicarle espacios en sus webs. Barkley es Barkley y Barkley es Laz pero, ¿por qué nos gusta tanto?

¿Qué tiene de especial la Barkley? Mejor dicho, ¿por qué tiene tal magnetismo una carrera cuya base de su recorrido es el que siguió un preso al fugarse de una cárcel de máxima seguridad? En la que además el recorrido no está marcado, tienes que orientarte utilizando mapa y brújula, no se saben ni la fecha ni hora de inicio y en la que para acreditar que se ha completado el trazado correcto de los cinco bucles que conforman las cien millas hay que arrancar la página correspondiente a tu dorsal de un libro situado en un lugar del que sólo conoces las coordenadas. Seguramente por todo lo anterior junto... y porque desde 1986 sólo han conseguido completar las 100 millas 15 personas, la última en 2017.

Personalmente, descubrí la Barkley Marathons gracias a Iván Vivo allá por 2011. Ahora hay bastante información sobre la prueba, Lazarus es un personaje famoso, se han escrito libros y rodado documentales, pero hace diez años no había nada de eso. Existía la web de Matt Mahoney, que a día de hoy mantiene el sabor de las webs de la prehistoria de internet y, para los que vivimos aquí, la de Iván Vivo. Allí se hablaba de una carrera infernal en la que los participantes terminaban (es un decir, porque allí no terminaba nadie) con los pies llenos de ampollas y las piernas ensangrentadas por arañazos. Todo un planazo al que además era casi imposible ir, porque los 40 dorsales se asignaban tras un farragoso proceso de inscripción más complicado incluso que la propia Barkley. 

Desde entonces hasta ahora mi pasión por esta carrera ha ido creciendo año tras año, más todavía desde que mis compañeros en Territorio Trail Media Neisa Condemaita y Andrew Arbuckle se han desplazado a Tennessee en las últimas ediciones y hemos podido conocer la prueba, y al propio Lazarus Lake, a fondo.


Barkley nos gusta porque no es una carrera de masas, porque todavía destila autenticidad y porque desprende aroma a los primeros tiempos del trailrunning, cuando todavía no se había mercantilizado nuestro deporte. Barkley nos gusta porque no podemos saber los resultados conectándonos a un seguimiento vivo, porque tenemos que esperar las noticias que Keith tuitee. Barkley nos gusta porque no hay un arco de meta ni de salida, porque esa barrera amarilla tiene un magnetismo especial que bien merece por si sola el viaje.

Barkley nos gusta porque participar es sinónimo de fracaso pero también porque allí se han escrito páginas de oro. Barkley nos gusta porque allí hemos conocido a Nickademus Hollon, descubrimos la historia de Brett Maune, sufrimos la decepción de Gary Robbins, vimos a dos españoles completar un "loop", a Jasmin Paris un "fun run" y vivimos historias que resistirán el paso de los años.

Barkley nos gusta porque se sale del star system del ultratrail actual. Barkley nos gusta por su estética de película de terror de serie B. Barkley nos gusta por Lazarus, por Keith, por la barbacoa de gallina y por todo ese peculiar grupo que hace de un fin de semana en Tennessee algo muy especial.

Barkley nos gusta porque no ha muerto de éxito y sigue siendo auténtica.


28 febrero 2023

Un mes con el Coros Apex 2 Pro. Una ruleta para dominar el mundo.

Con los GPS de muñeca he sido bastante fiel desde que comencé a correr. Fueron muchos años con Garmin hasta que cambié a Suunto, allá por el 2012, y desde entonces, con diversos modelos, hasta la fecha. Me cuesta mucho cambiar y me cuesta también incluso probar. Un poco por vagancia y otro poco por la costumbre de continuar con lo que ya sé que me funciona bien. Aún así, y después de escuchar desde casi todos los rincones del mundo hablar bien de Coros y de sus dispositivos, aterrizó en mi muñeca uno de ellos para trastearlo en una review para Territorio Trail Media. Más concretamente el Coros Apex 2 Pro Kilian Jornet edition. Y sí, tenía ganas de comprobar si es tan buenos como se dice.

La batería. ¿Qué es lo primero que todo el mundo destaca de los Coros? La batería. ¿Dura tanto como dicen? Lo cierto es que sí. Cargado al 100%, esta carga ha resistido 3 semanas completas en muñeca, uso diario incluida la noche, con 15 entrenamientos de una media de dos horas. Estamos hablando, a pleno rendimiento de 30 horas de "carrera" y 504 horas en modo "reposo". Aceptamos barco y compramos el argumento de que la batería es el punto más fuerte de los Coros.

Una ruleta para controlar el mundo. Aceptado el tema de la batería, uno de los aspectos que más me ha sorprendido del modelo es que no es táctil, lo que no deja de ser destacable en 2023, cuando prácticamente cualquier elemento electrónico lo es. Todo parte de la ruleta derecha, desde la navegación en los menús hasta el inicio y fin de los entrenamientos, complementado por dos únicos botones. No es ni mejor ni peor pero, en mi caso, me ha costado un poco habituarme. 


Otro dato a tener en cuenta era el de las mediciones y su precisión respecto a las del Suunto en los mismos recorridos, algo para lo que suelo ser bastente maniático :) y tampoco ha defraudado, calcando distancias. 
El pulsómetro integrado transmite datos bastante fiables al igual que los del seguimiento del sueño, en ambos casos sin desentonar de dispositivos similares.

Queda pendiente para algunra ruta en verano el aspecto de los mapas, algo que utilizo en contadas ocasiones.

En resumen, el Coros Apex 2 Pro Kilian Jornet responde a las expectativas que tenía puestas en él que, lo reconozco, responden a unos patrones de corredor muy básicos: batería de larga duración y facilidad para controlar ritmo, distancia, elevación y tiempo de entrenamiento o carrera.






10 febrero 2023

Salomon Sense Ride. Contigo al fin del mundo

"Contigo al fin del mundo" era el eslogan de promoción del Peugeot 205. Un resumen perfecto para un modelo que era un prodigio de fiabilidad, curiosamente acaba de cumplir 40 años de su lanzamiento, y que te podría llevar prácticamente a cualquier parte. De hecho fue mi primer coche, comprado de cuarta o quinta mano, al poco de tener el carnet de conducir.

En lo que se refiere a zapatillas, desde que comencé a correr siempre me he sentido cómodo con el mismo tipo de calzado. Modelos "blandos", amortiguados, de horma ancha y no necesariamente específicas para terrenos muy técnicos. Lo que viene a ser una zapatilla pistera, con las que recorrer decenas de kilómetros sin notarlo. Por mis pies pasaron las The North Face Single Track, Altra Lone Peak y Pearl Izumi N2 hasta que llegaron las Salomon Sense Ride en sus diferentes versiones, desde la primera hasta la cuarta y con la quinta a punto ya de aparecer esta primavera. 


Las Salomon Sense Ride, desde la original hasta la 4, se han convertido en uno de los modelos más cómodos que he calzado y, desde entonces, casi la única zapatilla que calzo, tanto en entrenamientos como en competición. Cierto que no es una zapatilla de gama alta, pero su comportamiento en cualquier superficie ha sido excepcional y, en definitiva lo que más me importa a mi, la sensación de comodidad y de que puedes recorrer kilómetros hasta el infinito, bestial.

¿Lo que valoro? La combinación de ligereza y protección con amortiguación y, sobre todo, comodidad a lo largo de los kilómetros, algo que hay que agradecer sobre todo a la media suela Vibe. 

No son las más ligeras, tampoco las más amortiguadas ni su suela es la que tiene mejor agarre. Puede que no sea una zapatilla sobresaliente en nada pero es notable en todo, desde aquella primera versión hasta la cuatro y, seguro, la cinco que llegará en primavera.



18 enero 2023

Oman, la apuesta por el deporte como escaparate de un país

Omán es uno de esos destinos que, a la hora de planificar un viaje largo, siempre aparecen en la lista. Un país árabe en evolución pero a la vez manteniendo sus tradiciones sin renunciar a la modernidad del siglo XXI.

Esta semana comenzará una nueva edición, será ya la octava, de la Oman Desert Marathon con casi la mitad de los inscritos procedentes del exterior del Sultanato. El año pasado Muscat, la capital, fue sede del Campeonato del Mundo de World Athletics de marcha. Este último campeonato, el de la capital omaní, es un ejemplo más de la apuesta del Sultanato de Omán por hacer del deporte de élite y del popular, y de la organización de eventos deportivos, su escaparate en el mundo. 

La relación de Omán con el deporte de alto nivel nace con la creación en 2008 de Oman Sail, una empresa pública cuyo objeto es promocionar el Sultanato en todo el mundo. De esta forma se convertía en realidad la apuesta personal del Sultán Qaboos Bin Said, artífice de la modernidad de un país que se ha convertido en referencia de los países árabes, tanto a nivel económico y social, como en mantener un equilibrio diplomático y político tan complicado en la zona.

Oman Sail nació con la vela como principal motor, albergando en 2016 las Louis Vuitton de la Copa América de Vela, evento que supuso el despegue definitivo. Desde entonces ha acogido diferentes campeonatos siendo como el mundial juvenil de vela en diciembre de 2021. Pero Oman Sail, en su labor de promoción exterior del Sultanato, no se ha ceñido sólo a los deportes acuáticos. En 2018 y 2019 se organizó con gran éxito la Oman by UTMB, que pudimos cubrir en Territorio Trail, y el maratón de Muscat. Ambos, con participación de lujo en sus primeras ediciones, realizaron un paréntesis en su organización coincidiente con el período de pandemia. El maratón ya ha regresado y la Oman by UTMB no, pero la Himam Trail Race, compartiendo recorridos y fechas, es una digna heredera que ya apuesta por cotas más allá de las fronteras omaníes y que en breves fechas anunciará importantes novedades.


La primera edición de la Copa del Mundo de Hockey 5, que se disputará en 2024, también adjudicada a Omán es otro ejemplo de que el Sultanato de Omán va a ser, en un futuro próximo, anfitrión de grandes eventos deportivos. En esa línea se está trabajando en Oman Sail.

El 21 de enero comenzará la Oman Desert Marathon, que cubriremos diariamente en Territorio Trail, una de las primeras pruebas que, como la Omán by UTMB, situó en el mapa para los trailrunners al Sultanato de Omán como destino de trail y de deportes de aventura. Una joya en Oriente Medio, que todavía conserva sus raíces históricas, que merece la pena descubrir y que, a través del deporte, ya se ha posicionado a nivel mundial.