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17 octubre 2023

La Diagonale des Fous. Más de treinta años de trail y una Isla volcada con una prueba.

Muchos años antes de que existiera el Ultra Trail del Mont Blanc, de que a los Polletti se les ocurriera poner en marcha la que hoy en día es la carrera más importante del mundo, ya existía el ultratrail. Ya se corrían cien millas en Estados Unidos y ya llevaba unos cuantos años celebrándose una prueba que es religión en Francia, el Grand Raid Reunión, o la Diagonale de Fous. Hace años ya estaba inventado un deporte aunque, ni de lejos, sus creadores podrían pensar que llegaría al nivel de la actualidad, por seguimiento y por calidad.

El Grand Raid es una prueba brutal, un monstruo de 164 Kms y casi 10000 metros de desnivel positivo que recorre Isla Reunión de sureste a noreste y cuyo límite horario para completarla da una idea de su dureza: nada menos que sesenta y tres horas. Un desafío con un trazado sin descanso a través de senderos volcánicos, cinco ascensos por encima de los dos mil metros, calor, barro, paisajes lunares o vegetación tropical. Como bien dice su nombre, una carrera de locos. 

Pero la Diagonale no es sólo la prueba deportiva. Es una semana de fiesta para todos los habitantes de Reunión, que el fin de semana de la prueba salen a la calle en tropel para animar a los participantes. En palabras de Samuel Arroyo, participante dos años, "la animación en La Palma durante la Transvulcania no es nada comparado con esto" (apunto que la animación que se vivía en La Palma hasta 2019, antes del desembarco de UTMB Iberia). Lo que sí se puede comparar es la pasión con la que los habitantes de ambas islas viven "su" carrera.

Porque la evolución del Grand Raid Reunión desde sus inicios en 1989 probablemente haya sido similar a la del Marathon des Sables. Y la repercusión que tiene en nuestro país vecino es tanta que siempre se ha considerado "la carrera", por encima de UTMB. Quizá porque la consideran más como suya o porque no está asociada al puto mercantilismo o porque, con el paso de los años, estas pruebas se van rodeando de un halo de mística y épica que las hacen especiales. Más de sesenta años de Saintelyon, de frío y de nieve en diciembre es otro ejemplo de cómo los franceses saben valorar y hacer suya una carrera. 

La Diagonale des Fous demuestra año tras año que, en lo que se refiere a ultratrail, es uno de los mayores eventos a nivel mundial. Sin duda, la carrera de Francia y de los franceses con un seguimiento brutal en todo el hexágono incluyendo medios generalistas. Tras su salida antes de la pandemia del Ultra Trail World Tour y su navegación en solitario fuera de cualquier circuito, resulta evidente afirmar que Réunion no necesita a nadie. Es grande, muy grande, por sí misma.


¿Cuáles son las causas del éxito del Grand Raid? La principal, sin duda, la simbiosis existente entre los habitantes de Isla Réunion y "su" carrera, puesto que cada reuniense la considera como propia. Seguramente una unión que, a excepción de La Palma y Transvulcania, no exista en ningún otro lugar. No sólo los locales se lanzan a las calles de Saint Pierre y Saint Dennis para la salida y llegada. También los voluntarios son legión y cualquier corredor que llega a Isla Réunion tiene toda la ayuda que pueda necesitar durante su participación desde que se baja del avión.

La excelente organización evidentemente también ayuda. Quizás el único pero que se le pueda poner es el gigantismo que ha adquirido el conjunto de las cuatro pruebas, pero más treinta años de experiencia obviamente se notan. Un código de barras en las bolsas de vida para saber siempre dónde se encuentran en solamente un ejemplo.

Todo lo anterior no serviría de nada si no tuviera la base de un recorrido espectacular en una isla de cuento. 

La edición 2023 comienza el jueves a las 21:00 hora local, 19:00 en España peninsular.



Israel, el viaje de mi vida. Tel Aviv.

Tel Aviv. Los contrastes de Israel.

Tan distinto y tan parecido. Todos los contrastes de Israel se encuentran en Tel Aviv, una ciudad moderna que conserva, y mantiene con esmero, toda la historia de su pasado. Porque un paseo por Tel Aviv es un paseo por la historia de Israel, algo que se cuida con esmero, con una completa descripción en cada edificio histórico de lo que fue y su papel, sobre todo, en la década de los cuarenta y la Independencia del Estado de Israel. Un paseo por Tel Aviv es también entrar en contacto con el Israel más moderno, el del siglo XXI que no renuncia al pasado pero mira al futuro. El de los rascacielos, el de las playas, el de los restaurantes y la comida callejera, el de los artistas y el de los veganos.

Casi como en el resto de Israel, la mejor opción para conocer Tel Aviv es disfrutarla sin rumbo fijo, dejando en la habitación del hotel el mapa para perderte por sus calles y descubrir, por ejemplo, la Ciudad Blanca, el barrio que aglutina el mayor número de edificios de estilo Bauhaus del mundo, un tesoro restaurado que, seas amante de la arquitectura o no debes visitar, además por su animada vida y ambiente, tanto diurno como nocturno y donde se encuentran unos cuantos de los 4500 restaurantes que se contabilizan en Tel Aviv. El bullicio de este barrio contrasta con la tranquilidad y la “charme” de Neve Tzedek. Lo que fue el primer barrio judío fuera de Jaffa es hoy un imán para artistas de todo tipo con galerías de arte y tiendas en las calles estrechas del barrio junto a los cafés y las terrazas de los restaurantes.


No puedes volver de Tel Aviv sin mezclarte con sus habitantes, y para ello es obligado dedicar unas horas, una mañana o un día entero a ir a la playa. Una ventana al Mediterráneo con trece playas para ser parte del Tel Aviv más desenfadado pero también para observar, y la playa es uno de los mejores lugares para hacerlo, como Tel Aviv es ciudad de contrastes y de convivencia entre culturas.

Continuando por el litoral todos nuestros pasos llevan a Jaffa, uno de los puertos más antiguos del mundo rehabilitado y en un excelente estado de conservación. Sus estrechas y empinadas calles, salpicadas de galerías de arte y anticuarios, son un viaje en el tiempo y a épocas pasadas de pescadores, marineros, comerciantes, cruzados y conquistadores. Realmente, toda la historia de la zona de miles de años se concentra en Jaffa que, además, nos guarda una última joya, su mercado de las pulgas en el que hay, literalmente, de todo. Desde accesorios modernos a los más extravagantes cachivaches, postales antiguas o auténticas portadas de períodicos como la del Jerusalem Post que anunciaba la Independencia del Estado de Israel.


Si Israel es el país del mundo con mayor porcentaje de veganos y vegetarianos, Tel Aviv es su exponente máximo. Ya he dicho que hay 4500 restaurantes en la ciudad y, de ellos, un alto porcentaje es vegano o vegetariano. Una dieta que no es sino una extensión de la gastronomía israelí, en la que los vegetales tienen un papel fundamental. Cerrar el viaje a Israel en Tel Aviv debe hacerse saliendo por la noche disfrutando de la vida nocturna de Tel Aviv antes de que nos envuelva la nostalgia y ya, antes de irnos, comencemos a echar de menos Israel.


Mis imperdibles

Recorrer los edificios históricos que forjaron la historia de Israel como el que, en el Boulevard Rothschild, David Ben Gurion leyó la Declaración de Indepencia. Pasar una mañana en la playa y observar cómo judíos y musulmanes, cada uno con sus peculiaridades, disfrutan del mar. Contemplar el atardecer en Jaffa. Pasear sin prisa por Neve Tzedek y tomar algo en una de sus terrazas.

 

Donde correr

En el paseo marítimo, comenzando en el Puerto de Tel Aviv y finalizando en Jaffa para regresar por Neve Tzedek y Florentin, los barrios más tranquilos. Un recorrido circular que concentra la esencia de la ciudad.


Donde dormir

Hotel Theodor Brown Rothschild. Un hotel moderno en el centro de Tel Aviv, esquina con el Boulevard Rothschild y a menos de diez minutos a pie de cualquier parte en la ciudad.

01 octubre 2023

Salomon Ultra Pirineu 2023. Me encanta que los planes salgan bien.

Si no recuerdo mal, era el coronel Anibal Smith, de El Equipo A, el que finalizaba cada capítulo con es frase de "me encanta que los planes salgan bien. En mi caso, habitualmente, de lo que planifico teóricamente antes de una carrera hasta lo que sucede en la realidad suele haber bastante diferencia... para mal. En el maratón de la Salomon Ultra Pirineu, por el contrario todo salió redondo en base al tiempo que ma había marcado como objetivo, ocho horas. Finalmente fueron 8h05, pero cinco minutos no van a ningún lado :) y menos en una carrera en la que lo de menos era el tiempo y lo importante llegar a meta para rendir homenaje a Anchel.

El plan era bastante sencillo. Llegar en 3h30' al Niu d'Aliga, "supervivir" durante otras tres horas hasta el 31 y, desde allí, apretar para llegar de nuevo a Bagá completando el útimo tramo en 1h30'. No eran unos tiempos para hacer un bombazo de carrera pero, para mi y ahora, sí.

La salida desde la Plaza Porxada de Bagà es una de esas que todo corredor tiene que vivir al menos una vez, sea en la ultra o en el maratón. Mil corredores en un largo pelotón que, si bien se va estirando en los primeros kilómetros de asfalto, hacen que se forme algún pequeño tapón que ralentiza el paso pero, también, permite reservar fuerzas. Un contanste ascenso bastante menos complicado de lo que pensaba que me deja en Rebost, el primer avituallamiento y k10, en 1h47 para, sin detenerme mucho continuar hacial el Niu entre un ambiente de carrera excepcional y un día para enmarcar que también se unió a la fiesta. En el ascenso al Niu las sensaciones son inmejorables. Una subida a ritmo constante, disfrutando de la carrera, sufriendo lo justo para coronar en 3h18', diez minutos antes de lo previsto. 

Aquí es donde comenzaba la parte que consideraba iba a ser más complicada y tampoco me equivoqué. El descenso desde el Niu d'Aliga va bien, picando el k19 en cuatro horas justas, pero en este momento se me apaga la luz completamente, me quedo sin fuerzas y me es difícil correr. Hay que llegar al 31 de una manera u otra, pero el avance es lento por kilómetros pestosos y la sorpresa de Penyes Altes, que me deja bastante tocado. Afortunadamente, y tras un descenso corsto y explosivo con algún tramos con cuerdas, el terreno pasa a ser pista corredera que me permite recuperar sensaciones y, sobre todo, recuperar fuerzas. La llegada a Sant Jordi, en 6h30' justas, me da la vida y la oportunidad de revivir clavando el tiempo previsto aunque no sé muy bien cómo :).


Salgo de Sant Jordi rumbo a uno de los tramos más emblemáticos de la Salomon Ultra Pirineu, los "empedrats". Mucho había oído hablar de ellos y no defraudaron. Apenas dos kilómetros, quizás no excesivamente técnicos, pero complicados por las piedras resbaladizas y por el agua. Con las piernas ya bastante cansadas, es necesario activar al máximo la concentración para no sufrir un susto ahora que ya está el trabajo casi terminado.

Llegar a Vents del Cadí con 7h20' de carrera es saber que ya lo tienes. Menos de seis kilómetros a meta que completo a buen ritmo para llegar a Bagà, cambiarme de camiseta antes de entrar en el útimo kiómetro y completarlo y entrar en meta con el color negro de #UPXAnchel en 8h05 firmando una de las mejores participaciones que recuerdo.