Pages - Menu

15 mayo 2023

Mi Zegama. A llorar, a la llorería.

Hay carreras que se convierten en una obsesión, a las que uno se empeña en ir a sabiendas de que, muy probablemente, no sea tu sitio. Lo mío con Zegama va por ese camino, tropezándome con la misma piedra año tras año, y ya van tres, después de haber conseguido llegar a meta en la primera participación, allá por 2008, quizás por la osadía del que acababa de llegar a las carrera por montaña. 2012, 2016 y 2023 han sido un quiero y no puedo constante.

A llorar, a la llorería. No hay excusas y menos en Zegama. Si el barro y la lluvia vienen de serie cuando te apuntas en febrero, es lo normal y lo raro es que te encuentres un día de sol radiante, también vienen de serie los tiempos de corte. Están escritos desde hace años y sí, son exigentes, pero nadie puede quejarse de algo que está en las normas. Si te gusta bien y, si no, es lo que hay. Te adaptas o te vas para casa.

En la participación de este año tenía muy claro que lo único que me importaba era llegar a meta y que, para conseguirlo, los tiempos de corte me los tenía que grabar a fuego. Esos 3h15' de Sancti Spiritu y las 3h de Aratz. Dos Zegamas en una, llegar hasta allí y luego seguir.


Los planes sobre el papel siempre tienen pinta de salir bien, pero la realidad es diferente. El mío era tomar como base los cronos para hacer Zegama en 7 horas, contando que me iría para arriba seguro, pero teniendo un cierto colchón que me permitiera sobrevivir. 

En cuanto salimos de Zegama me di cuenta que ese plan tan chulo era papel mojado, nunca mejor dicho. ¿Había más barro que otros años? Seguramente, pero como para los otros 500 participantes. ¿Llovía más que otros años? Probablemente, pero como para el resto. ¿Influía todo eso para los tiempos? Seguro, pero como para todos los demás.

Sin pausa, sin apenas parar en los avituallamientos, sin perder más del tiempo del que me supuso las veces que me fui al suelo o los malabarismos en algunos descensos, incluyendo uno rollo tobogán acuático, el colchón sobre el tiempo de corte descendía de forma imperiosa sin saber muy bien cómo ni por qué. Los veinte minutos en Outzarte pasaron a ser menos de diez en Atabarreta que me dejaban en puertas de un ascenso a Aratz, que iba a dictar sentencia, como así fue. 

3h05' duró mi Zegama 2023, cinco minutos por encima de un corte que, en todo caso e incluso pasando en 3h, no me habría dado para llegar a Sancti Spiritu en 3h15'.

Zegama me gana un año más. Las quejas en la tercera planta y a llorar, a la llorería.


09 mayo 2023

10 años de Territorio Trail Media

El 8 de mayo de 2013 los estudios de Jucal Radio, en La Puebla de Alfindén, acogieron la primera emisión de Territorio Trail. En aquel entonces era un programa de apenas 30 minutos de duración especializado en el trailrunning y las carreras por montaña, por aquel entonces todavía sin explorar en las ondas, ni en España ni fuera. Nacía con vocación de convertirse en un proyecto global que despertara interés en cualquier parte de nuestra geografía y, por extensión, del mundo.

Desde aquel 2013 ese pequeño rincón de radio dedicado al deporte que nos apasiona fue evolucionando hasta convertirse en Territorio Trail Media, sumando colaboradores y aumentando contenidos y temas de interés. Desde las Trailsemanas, los espacios dedicados a la actualidad del trail más cercano, a los Trail Awards, los premios que galardonaban a los mejores del año o el formato Kilómetro y Resultado, las primeras narraciones en vivo que se hicieron en el mundo del trailrunning, pasando por la cobertura de carreras, noticias, entrevistas y opinión.


Un proyecto que, de la Puebla de Alfindén, dio el salto a Aragón Radio a comienzos de 2019 gracias a la apuesta de la emisora por la diversificación de contenidos y que, oleada a oleada del EGM, aumenta audiencias en la emisión en FM y en el formato podcast convirtiéndose en referente global de habla hispana.

Gracias a todo el Equipo que está detrás de Territorio Trail y gracias a los que estáis al otro lado.

Gracias por estos 10 años.