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24 enero 2021

12 segundos. Una decepción que permanecerá en nuestra memoria.

12. Doce segundos. Doce segundos de nuestra vida. Cuenta de 1 a 12 y piensa qué puedes en ese tiempo. Ciertamente, pocas cosas. Es un lapso de tiempo tan corto que pasa en un suspiro. Sin embargo, esos 12 segundos fueron el sábado la barrera infranqueable que separó a Jim Walmsley de la gloria del récord mundial de los 100 kilómetros. Sólo de la gloria de ostentar un récord, porque el renocimiento y la admiración de todos los que estuvimos pegados a la retrasmisión del reto la tendrá para siempre.

Y es que, quizás, este momento será más recordado que si hubiera conseguido la mejor marca mundial. Porque, al igual que a todos se nos encogió el corazón con la imagen de Gary Robbins en el suelo, vencido por sólo seis segundos en Barkley Marathons, todos estábamos empujando a Jim Walmsley en esa recta interminable que le llevaba a la meta del Project Carbon X2, el evento organizado por Hoka One One.

A lo que hizo ayer Walmsley jamás se le podrá calificar de fracaso. Ha conseguido la segunda mejor marca de la historia y ha demostrado, una vez más, que es un corredor sobresaliente. Pero sí es una decepción. Para él, sin ninguna duda el primero. Para su marca después. Y también para las miles de personas que siguieron el reto en directo, bien en la retransmisión o en las actualizaciones en redes sociales.

 

Una decepción que será recordada a lo largo de los años. Como seguimos recordando a Gary Robbins en la Barkley del 2017 y porque hay momentos en la vida que quedan grabados en nuestra retina, momentos muchas veces más relacionados con el fracaso y con la decepción que con el triunfo.

Creo que, si Jim Walmsley hubiera conseguido ayer el récord mundial de los 100 kilómetros, hubiésemos escrito ríos de tinta sobre él. Le habríamos aclamado como merece pero la efervescencia del éxiso hubiese durado unos días, unas semanas... Pero la forma de perder el récord después de tenerlo en sus manos, de ver en directo como se le escapaba entre los dedos, de intentar empujarle en esa recta que no terminaba jamás, es algo que tardará mucho más en olvidarse.

 



 

20 enero 2021

#Inspiraciones Bill Finkbeiner. Tres décadas de Leadville 100.


¿Qué os parecería participar un año tras otro en la misma carrera? ¿Aburrido? Las mismas montañas, los mismos senderos, las mismas piedras... año tras año. ¿Y hacerlo durante treinta años consecutivos? Igual es demasiado. O igual no si es en una carrera como la Leadville 100

El estadounidense Bill Finkbeiner cumplió en 2014 su participación número treinta en la mítica cien millas de las Rocosas. Un idilio que comenzó en 1984 y que no se resume sólo en que ha participado durante tres décadas. Ha cruzado la línea de meta de la calle que desemboca en la Avenida Harrison en todas ellas.


Treinta años son muchos, y entre medio pueden suceder muchas cosas. Tantas como otras 150 ultras. Y tantas como pasar de llegar a la meta al poco de anochecer (alrededor de 20 horas) en sus primeras participaciones a hacerlo a la mañana siguiente tras veintiocho horas de carrera en el 2014. O bajar de 120 millas semanales de entrenamiento a menos de 40.

El aspecto de los números es curioso. Cuando muchas veces preguntamos a algún PRO dónde se ve dentro de unos años o a nosotros mismos si seguiremos corriendo dentro de una década, es interesante ver cómo el paso del tiempo ha llevado a Feinkbeiner de completar un mágico 1992 (Tercero en Leadville, séptimo en WS100, tercero en Wasatch) a los tiempos cercanos a los pasos de corte actuales. No hay duda de que debe ser complicado aceptarlo, pero una vez más se demuestra que cuando lo que se siente es pasión por el trai y por las montañas, al final el crono o la clasificación son aspectos secundarios.

Foto: Tahoe Truckee Outdoor

¿Cómo ha visto él la evolución del trail a lo largo de estos treinta años? Esto es lo que decía en una entrevista realizada por Ultrarunning hace unos años:
"El mayor cambio que noto es el número de participantes y que los corredores son más jóvenes. Yo solía ir a una carrera y conocer a un porcentaje muy alto de los participantes. Ahora cuando coincido con gente de mi edad comentamos que no conocemos a nadie. Lo que se sí se ha mantenido es el tipo de personas que participa en ultras. Todavía hay camaradería y respeto mutuo entre los participantes."
Interesante también cómo ve su propia evolución: 
"Después de haber estado en ambos extremos, veo que los corredores más rápidos siguen respetando el esfuerzo de los que realizan 30 horas y que los corredores de 30 horas admiran la capacidad de los mejores corredores. Personalmente, tengo un montón de respeto por el corredor que cruza la línea de meta por encima del límite de tiempo, sin esperar ninguna recompensa material. Para eso se necesita tenacidad."
La de 2013 fue su última participación en Leadville pero Bill Finkbeiner sigue corriendo a sus 64 años sigue corriendo. Un accidente en 2017, atropellado por una bicicleta mientras entrenaba, le produjo numerosas fracturas y un ingreso en el hospital que supuso además que, por primera vez desde 1980, no pudiera salir a correr al menos una milla. Su cita con la Way Too Cool es fija todas las temporadas e incluso la pudo completar el pasado julio, en una de las pocas pruebas que se siguieron organizando en 2020.

Bill Finkbeiner, todo un Personaje. Con mayúsculas. Debería haber un hall of fame del trail para gente así.






19 enero 2021

Salomon Super Cross GTX. Un fijo en el armario de invierno

La borrasca Filomena nos trajo frío, nieve y una estampas inolvidables. Para los que corremos en zonas donde ver nevar en estas cantidades es algo que sólo sucede cada unos cuantos años, la oportunidad de entrenar en unas condiciones muy diferentes. Realmente, más que entrenar, salir a disfrutar de algo que tardaremos mucho en volver a ver. Ha sido también la oportunidad de utilizar material que normalmente se queda en el armario.

En mi caso, con todo el material de invierno en Jasa, sin poder acceder a él por el confinamiento perimetral, Filomena me ha dejado un gran descubrimiento: las Salomon Super Cross GTX, estrenadas el mismo sábado que llegó la borrasca y utilizadas los siguientes cinco días (101 kilómetros). Seguramente, si no hubiese sido por la borrasca, todavía estarían guardadas en la caja pero, ahora que las he utilizado en condiciones complicadas, pasan a ser directamente unas fijas en el material de invierno.

Y eso que con sus predecesoras, los modelos Speedcross, nunca me he sentido cómodo, echando en falta siempre algo más de amortiguación, si bien es cierto que nunca las había llegado a probar en estas condiciones tan extremas por aquí. Este punto, el de la amortiguación, es uno de los que se han mejorado en las Supercross, que aumenta, aunque en los tramos de asfalto para mi es justa, y lo notan los gemelos :).

Las zapas entran por los ojos, con una estética potente, en línea con las últimas novedades de los de Annecy. Puestas en el pie, lo primero que noto es que la horma es más ancha que las Speedcross, lo que en mi caso mejora la comodidad. Me gustan las zapatillas que permiten llevar el pie un poco suelto.


Claramente es un tipo de modelo muy específico para zonas en las que es necesario agarre y adaptarse a meteorologías complicados. Su objeto no me ha defraudado en absoluto con un agarre de nota en terreno difícil y, lo que era importante en estas circunstancias, buena tracción en nieve y barro. A destacar también su comportamiento en hielo que, salvando las distancias, transmitía cierta seguridad.

Otro de los aspectos a tener en cuenta en la zapatilla, especialmente dado el uso que se le acostumbra a hacer, el del secado. Aquí, de nuevo, vuelve a cumplir notablemente. A pesar de tratarte del modelo GTX, y de no ser muy partidario del Gore Tex, las zapatillas se secan en un corto período de tiempo, olvidando esa sensación de pie mojado mientras se está corriendo.

En resumen, un modelo muy recomendable si lo que se busca el agarre y la adaptación en terrenos húmedos y mojados. La nieve, el barro y la lluvia son los mejores amigos de las Salomon Super Cross GTX.


Zapatillas cedidas por Salomon España.