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09 marzo 2020

Trail Costa Brava. Días en los que, simplemente, se sobrevive.


Hablar de Klassmark como organizadores de carreras es hacerlo básicamente de dos conceptos: profesionalidad al más alto nivel y dureza a la misma altura. Pruebas tan salvajes como espectaculares, en las que el divertimento y el sufrimiento están asegurados a partes iguales, quizás más la parte de las penalidades.

43 kilómetros de longitud y 2100 metros de desnivel positivo son los datos del Trail Costa Brava. Unos números que en principio pueden parece "amables"... la carrera no estuviera organizada por Klassmark.

Con salida en Pals y llegada en Palamós el Trail Costa Brava, tras unos pocos kilómetros en el interior, el trayecto desde la salida hasta el mar, recorre el litoral gerundés por el Camino de Ronda en gran parte pero por tramos más próximos al mar en otros, buscando siempre el recorrido más cercano al Mediterráneo. Todo aderezado además con descensos y ascensos a las calas y con escalones, muchos escalones, miles.

Los primeros ocho kilómetros, el tramo en el que se llaga a Sa Riera, donde vemos el mar por primera vez se hacen rápido. 50 minutos para ese primer tramo en el que llegas al mar y te das de bruces con la realidad y con lo que es realmente esta carrera. Subidas y bajadas casi sin descanso, rocas a un metro del mar, tramos donde correr se hace complicado, ascensos cortos pero muy potentes y bajadas por terreno muy sucio.

Mi idea sobre el papel era rondar las seis horas, a pocos kilómetros de haber dejado atrás Begur ya me di cuenta que probablemente serían siete y en el ecuador de carrera la realidad me convenció de que me iría a ocho o más.

¿Qué pasó en esos treinta kilómetros? De todo. Pasamos por tantas calas y playas que perdí la cuenta. Batí el récord de escalones en una carrera, que lo tenía la Lyon Urban Trail del 2017. Pasé por tramos de roca junto al mar en los que asomarse daba bastante "miedito" y ascendí y descendí por tramos de cuerdas fijas y cadenas. Caminé por arena, me mojé los pies, sudé tinta y sufrí como hacía tiempo, pero la satisfacción de cruzar la meta de Palamós hacía mucho tiempo que no la sentía.


Me habían dicho que las carreras organizadas por Klassmark eran diferentes, y es cierto. Organización 100% profesional con un recorrido perfectamente marcado y ciñéndose a lo básico: un dorsal, una camiseta, a correr y cuando llegas a meta la de finisher. Nada de bolsas del corredor con publicidad y productos de relleno.


Trail Costa Brava 2020 en Strava:




Thanks:
Salomon España
Suunto España
Bemore Nutrición
Nutritape

Klassmark




04 marzo 2020

No, lo de Jim Walmsley no era un frikada


La presencia de Jim Walmsley en los trails de Atlanta había despertado de todo menos indiferencia. Desde los que apostaban con la fe de un creyente en las posibilidades del de Flasgtaff de conseguir una plaza para los Juegos Olímpicos de Tokyo, entre los que me incluyo, hasta los que consideraban su presencia como una frikada de alguien que ni de lejos podía estar al nivel de los grandes especialistas estadounidenses. 

Lo cierto es que sus 2h15'05" en línea de meta, aunque lejos (posición 22) de las tres plazas que otorgaban el billete a Tokyo, dejan a Walmsley en un muy buen lugar y, sobre todo, han situado al trailrunning en los focos mediáticos de los medios especializados en ruta. Seis minutos de diferencia con el vencedor de la prueba que dan idea de la distancia que ahora mismo separa a Jim Walmsley de los especialistas en maratón. Seis minutos que, si la carrera se hubiera desarrollado de otra forma, y no se hubiera dejado llevar al final, podrían haber sido menos.

A toro pasado, está claro que muchos nos dejamos llevar por el corazón, soñando con una plaza olímpica que estaba muy cara. No tanto por Walmsley, quien ha demostrado que está a la altura de un buen crono, sino por sus rivales, todavía a mucha distancia de un corredor especialista en montaña y en carreras más largas, por muy top que sea. ¿Pero de verdad era imposible?


En Territorio Trail retransmitimos la carrera y pudimos seguirla en directo a través de la retransmisión oficial. Vimos a un Jim Walmsley que no se escondió y que marchó en el TOP25 hasta la media maratón. Fue en el momento en el que comenzaron los cambios de ritmos cuando, tal y como por otro lado habían avanzado los especialistas, no pudo responder a esos cambios de ritmos y se descolgó. A pesar de ello se mantuvo a tiro de la cabeza hasta que ya vio que era imposible llegar al podio.

Si Jim Walmsley hubiese conseguido una plaza para Tokyo la historia hubiese sido digna de una película de Hollywood. No lo consiguió, pero a muchos nos hizo soñar con ello y su actuación en el maratón de Atlanta y esa posición 22 le hizo ganarse el respeto del resto de competidores y de quienes anticipaban un estrepitoso fracaso.



03 marzo 2020

SkyRace Comapedrosa. Tocar el cielo, volver a los orígenes


Hablar de la SkyRace Comapedrosa es hacerlo, casi sin ningún genero de duda, de la Skyrace, en el más amplio sentido de la palabra, por excelencia. No es casualidad que la prueba andorrana sea una fija en el calendario de las Skyrunner World Series ni que año tras año atraiga a los mejores skyrunners del momento.  Y es que a lo largo de su historia ha visto hollar sus senderos a corredores como Kilian Jornet, Sheila Avilés, Pere Aurell, Jan Margarit o Laura Orgué.

Porque la SkyRace Comapedrosa responde a la perfección a los estándares de una prueba de Skyrunning con un recorrido natural, técnico, que corona cimas emblemáticas y que resulta tremendamente espectacular. Con la localidad andorrana de Arinsal como punto de inicio y fin, a lo largo de sus 21 kilómetros de recorrido y 2300 metros de desnivel positivo, se corona el Pic de les Fonts, se desciende hasta el perdido valle del Pla de l'Estany y llega al techo de Andorra, el Comapedrosa y sus 2942 metros de altitud tras superar mil metros de desnivel en apenas dos kilómetros de distancia. Skyrunning en estado puro.

Josep María Montaner
Faltan algo más de cinco meses para que, el 26 de julio, de nuevo Arinsal sea el lugar en el que se citará la élite del Skyrunning. Una edición 2020 que será más especial todavía, puesto que a la habitual fecha en las Skyrunner World Series se une que la SkyRace Comapedrosa será una de las cuatro SuperSkyRaces del calendario, otorgando el doble de pntos y asegurando la presencia de los mejores en el ecuador de la temporada, cuando se están decidiendo los puestos de privilegio.

Comapedrosa y Skyrunning son sinónimos, la SkyRace Comapedrosa es puro Skyrunning y una vuelta a los orígenes y a la esencia de un deporte joven pero con una larga historia detrás. Participar en la SkyRace Comapedrosa o simplemente desplazarse a Vallnord - Pal Arinsal y vivirla como público es volver a los primeros años del Skyrunning, a los tiempos de las mallas de colores vivos, a cuando el Skyrunning era sólo subir lo más rápido posible a una montaña y descenderla. Tocar el cielo más allá de las nubes.