Otros mil kilómetros con otras Salomon Sense Pro 2

La vida útil que suelen tener unas zapatillas para mi dura hasta que básicamente revientan. Algo que, si la zapa ha salido buena, suele significar en números redondos más de mil kilómetros de uso. Hasta los doscientos en competición, hasta unos 700 para entrenar y a partir de ahí, y si aguantan, para entrenamientos por zonas complicadas y técnicas donde el calzado más sufre.

El primer par de Salomon Sense Pro 2 que tuve superó las tres fases, bien es cierto que ayudado porque afortunadamente soy poco propenso a las lesiones, terminando su vida por encima de los mil kilómetros. También es verdad que terminaron tan machacadas que no servían ya ni para pasear, ni siquiera para bañarse en el río :). 

Era un par, el primero que utilizaba de ese modelo, por lo que no podía asegurar si era flor de un día o si efectivamente las Sense Pro 2, para mi, son casi indestructibles. Duda que se ha resuelto con el segundo par.

¿Qué tal se han portado? Igual de bien que las primeras. Como curiosidad, ha aguantado mejor la suela nos menos desgaste y sin embargo el upper y la rejilla ha terminado bastante más tocado. Ya han sobrepasado los 1000 Kms y todavía las utilizo para entrenar.

Con mis 67 Kgs, los desgastes en la parte trasera con propios de mis talones y mis calcáneos que sobresalen. Los agujeros en la malla sólo han aprecido en la última fase de vida y la desviación es producto de mi pisada. 

Salomon Sense Pro 2 cedidas por Salomon España

Para datos técnicos podéis visitar la review de Trailrunningreview.

Aplazamiento del Maratón de Zaragoza. El egoísmo del corredor.

Este pasado domingo debía haberse disputado el Maratón de Zaragoza. Una edición, la de este 2018, que debía ser ya la del espaldarazo definitivo a la prueba. Y es que hubo que esperar mucho tiempo, y que llegara la Expo 2008, para que Zaragoza tuviera su maratón. Desde entonces, desde la Organización se había trabajado en ofrecer una prueba de calidad con un recorrido atractivo en el que pusieran su punto de mira no sólo los corredores locales, también los del resto de España. El cambio de fechas a la primavera decidido el año pasado también apuntaba en esa dirección. Un potente patrocinador detrás y las buena respuesta por parte de los corredores en las inscripciones eran tan sólo la guinda que le faltaba al pastel para que el 15 de abril fuera la gran fiesta del maratón en Zaragoza. 

Pero sucedió lo que nadie podía imaginar. Que el maratón, y por extensión también la 10k, fueran suspendidas (aplazadas). Las causas, la excepcional crecida del río Ebro, cuya punta precisamente llegó a Zaragoza el domingo, obligaba a que el Ayuntamiento necesitara todos los efectivos de Policía, Protección Civil y Servicios. Un aplazamiento que no fue decisión de la Organización del maratón, sino del Ayuntamiento de Zaragoza, y que se hizo público alrededor de las 16 horas del viernes.

Desde ese viernes por la tarde, no podía ser de otra forma, las redes sociales comenzaron a hervir. Todo tipo de mensajes entre los que destacaban los negativos y críticos con la decisión del aplazamiento. Y desgraciadamente, entre estos críticos, proliferaban los que no atendían a las razones que habían llevado a la suspensión.


El Maratón de Zaragoza no se aplazó porque algunos de los tramos estuvieran inundados. Existía un recorrido alternativo y se iba a utilizar. Tampoco se aplazó por capricho de la Organización, ni siquiera por decisión propia, puesto que en la última reunión mantenida con Policía Local a mediodía por el Ayuntamiento y tras decisión del Comité de Crisis habilitado para gestionar todas las contingencias derivadas de la crecida del Ebro. ¿El motivo? Que todos los efectivos del Ayuntamiento debían estar disponibles y en alerta ante la situación del río. ¿Lógico? Para mi sí. 

Pero es que, además, las recomendaciones del Ayuntamiento a los vecinos de Zaragoza eran incompatibles con la celebración de un maratón. Por ejemplo, en barrios por donde iba a transcurrir la prueba, con calles cortadas y prohibición de aparcamiento, se instaba a los vecinos a sacar los vehículos de los garages por el peligro de inundación.

Desgraciadamente un buen número de corredores no han comprendido la situación, primando sus intereses personales de participar en una prueba antes que la comprensión de una situación excepcional como era el caso. 

Sí, un maratón es importante. Sí, son muchos meses de preparación. Y sí, para todos los que venían de fuera el trastorno no es sólo moral sino económico. Pero la decisión tomada viene avalada por la excepcionalidad del momento.

El perjuicio para la Organización es enorme. Igual que se han perdido semanas de entrenamiento, se han perdido horas de dedicación. El trabajo invertido por conseguir llevar a Zaragoza a ser un maratón top en España ha sido enorme, y una causa de fuerza mayor no puede empañar la imagen del Maratón de Zaragoza.

A veces deberíamos darnos cuenta que correr es algo muy importante para nosotros pero que hay situaciones en las que pasa a ser algo secundario. Y desgraciadamente mucha gente no lo comprendió y, lo que es peor, sigue sin hacerlo. 


 

Lyon Urban Trail. Race Report. La escalera de Jacob

La ciudad como nunca la habías visto. Así reza la presentación de la Lyon Urban Trail y, efectivamente, la visión que tienes desde Lyon mientras participas en la prueba es muy diferente a la que percibes como turista. Algo a lo que ayuda la orografía de la ciudad y sus escalones, muchos escalones. Tantos como 6000 en los 35 kilómetros de la LUT.

La Lyon Urban Trail, resulta evidente, es una carrera atípica que tiene mucho de urbano y algo menos de trail. En cualquier caso se trata de una prueba divertida y que, a pesar de sus números, no exenta de dureza. Más todavía cuando los 1400 metros de desnivel acumulado que anunciaba la Organización eran finalmente mil cuatrocientos, pero positivos.

Así las cosas, a las siete y media de la mañana tomábamos la salida de los 35 kilómetros. En mi caso, los 50 kilómetros de turismo entre el viernes y el sábado no me dejaban margen para muchas alegrías, pero la idea no era otra que disfrutar del evento y lo cierto es que resultó bastante mejor de lo esperado.

El terreno picando para arriba nada más salir y un túnel en ascenso de medio kilómetro seguido de un vertiginoso descenso fue el punto de partida de la LUT que seguiría esta tónica. Hasta 31 subidas con sus correspondientes bajadas puedo recordar. Unas con escalones, otras en cuesta, pero nunca demasiado complicadas.

Las dudas de la salida pronto se transformaron en buenas sensaciones que más o menos duraron lo mismo que las fuerzas, que se agotaron en el kilómetro 30 coincidiendo con la mayor acumulación de escalones. Unos últimos cinco kilómetros que se me hicieron bastante pestosos y que se fueron hasta los cuarenta minutos, completando la Lyon Urban Trail en 3h51'  

Una Lyon Urban en la que se alternan ascensos y descensos, pasos por lugares emblemáticos de la ciudad, recorridos por parques y jardines, muchos adoquines y, por si no lo había mencionado, escalones. El resultado es un recorrido en el que no hay espacio a muchas alegrías, rápido en su justa medida y con algunos ascensos que se atragantan más de lo que puede parecer, especialmente agrupados en los últimos cinco kilómetros que, por qué no decirlo, llegan a hacerse bastante largos.

Saintélyon, Lyon Urban Trail, LUT by Night, la Saintélyon en bicicleta de montaña y alguna otra prueba más organizada por Extra L'Agence hacen de Lyon un destino ideal para combinar el turismo y el deporte que nos apasiona, todo ello además acompañado de una organización sobresaliente que roza la matrícula de honor.

Thks:

Organización Lyon Urban Trail

Hotel Mercure Lyon Centre Gare Part Dieu 

Track en Strava: