Cuando el año pasado, por estas mismas fechas, escribía el resumen de lo que había sido el 2015 y lo que esperaba de este año no pensaba que, a nivel atlético, iba a ser tan penoso ni que, para Territorio Trail, iba a ser tan excepcional. Un blanco y un gris sin término medio. Un año de transición, en el que no encontraba grandes objetivos que me motivaran y que, para qué negarlo, el proyecto Territorio Trail Media ha comenzado a absorber bastante tiempo.
Y eso que el 2016 comenzó bastante bien. Con la Alpargata Trail cordobesa en enero, descubriendo una carrera nueva en una zona espectacular y volviendo a casa bastante contento con cómo se desarrolló la prueba. La Carrera del Ebro en marzo fue la siguiente parada para darme cuenta de que tampoco estaba tan mal para distancias medias y sin desnivel. Para entonces la vista ya estaba puesta en el 22 de mayo y en la Zegama Aizkorri, donde tuve la suerte de obtener dorsal y participar por tercera vez. Una Zegama a la que llegué con el único objetivo de disfrutar de cada kilómetro. Tanto, que no pasé el corte de Sancti Spiritu. Decepción. La Marcha de los Tres ibones, que por la meteo se quedó en uno, cerró la primera parte del 2016.
El regreso de las vacaciones fue en una clásica, la Puyada Oturia. Otro año más, con esta fueron ya seis las participaciones, es una prueba que siempre depara alguna sorpresa. Era la puerta de entrada a lo que debía llegar en noviembre: dos ultras separados por dos semanas. El Ecotrail de Madrid y el Gran Trail Collserola. Al final, ni la una por urgencia médica en casa ni la otra por falta de ganas ni motivación.
Un año que sólo puede calificarse como suspenso.
Y eso que el 2016 comenzó bastante bien. Con la Alpargata Trail cordobesa en enero, descubriendo una carrera nueva en una zona espectacular y volviendo a casa bastante contento con cómo se desarrolló la prueba. La Carrera del Ebro en marzo fue la siguiente parada para darme cuenta de que tampoco estaba tan mal para distancias medias y sin desnivel. Para entonces la vista ya estaba puesta en el 22 de mayo y en la Zegama Aizkorri, donde tuve la suerte de obtener dorsal y participar por tercera vez. Una Zegama a la que llegué con el único objetivo de disfrutar de cada kilómetro. Tanto, que no pasé el corte de Sancti Spiritu. Decepción. La Marcha de los Tres ibones, que por la meteo se quedó en uno, cerró la primera parte del 2016.
El regreso de las vacaciones fue en una clásica, la Puyada Oturia. Otro año más, con esta fueron ya seis las participaciones, es una prueba que siempre depara alguna sorpresa. Era la puerta de entrada a lo que debía llegar en noviembre: dos ultras separados por dos semanas. El Ecotrail de Madrid y el Gran Trail Collserola. Al final, ni la una por urgencia médica en casa ni la otra por falta de ganas ni motivación.
Un año que sólo puede calificarse como suspenso.
Mientras tanto, todo lo malo que ha sido el 2016 en mis competiciones lo ha sido de bueno para el proyecto Territorio Trail. Sin ningún genero de dudas se puede hablar de que 2016 ha sido el año de la consolidación, del paso de Territorio Trail Radio a Territorio Trail Media. Hemos conducido los streamings oficiales de Transvulcania, Zegama Aizkorri, Gran Trail Aneto y Ultra Pirineu llegando a los 70000 espectadores por ejemplo en la prueba de La Palma. De nuevo el Kilómetro y Resultado UTMB fue un éxito por tercer año consecutivo y la tercera edición de los Trail Awards ha dado un enorme salto de calidad y de difusión con casi 13500 votos recibidos.
Con las Trailsemanas en Cataluña, Andalucía y Galicia, la corresponsalía en Estados Unidos y la incorporación a lo largo de estos doce meses de nuevas secciones en el programa de los miércoles hemos situado a Territorio Trail Radio como el programa líder a nivel internacional y a Territorio Trail Media como uno de los medios especializados de referencia del panorama trail actual.
