Feliz 2014.

Os deseamos un año 2014 lleno de kilómetros por recorrer y caminos que descubrir.

2014.

A unos pocos días para que acabe el año, igual es hora de pensar qué haremos en el 2014. Dónde iremos seguro (si no pasa nada), y a dónde nos gustaría ir.

DÓNDE VAMOS?

La noche del 28 de febrero al 1 de marzo repetimos la TBCI que hicimos el año pasado. 75 Kms nocturnos desde Ribaforada hasta Zaragoza siguiendo el camino de servicio del Canal Imperial de Aragón. 

El 29 de marzo volvemos a París. Tercera participación en los 80 Kms del Ecotrail por mi parte y primera de Beatriz en la versión de 30 Kms.

Una semana después, el 6 de abril, primera edición del KDRTRAIL. Nueva carrera en Cadrete, a escasos diez kilómetros de Zaragoza.

Sin terminar abril, del 25 al 27, viaje a Austin para la convención anual de Livestrong. Este año coincide con un puente en Aragón y podremos ir.

25 de mayo, Zegama. Después de una primera participación que fue bastante bien y una segunda desastrosa, este año toca inclinar la balanza hacia un lado u otro.

Desértica Extrema, que este año cambia de formato. 27 y 28 de junio, 2 etapas y 110 Kms. A falta de confirmación definitiva, el Desert Marathon de No Limit parece que este año vuelve a no celebrarse. La de Belchite es una muy buena alternativa.

Julio, Benasque y Trail Aneto. Será el 26 y la prueba por decidir. ¿Por qué no la grande?

En agosto el tradicional parón vacacional. Después, tres meses en los que no hay nada decidido hasta que llegue diciembre. El 6, aprovechando el puente, iremos a una de las pruebas más míticas, la Saintélyon, con sesenta ediciones a sus espaldas.

¿DÓNDE NOS GUSTARÍA IR?

Pues además, o como alternativa si alguna se cae, no estaría mal participar en las tres etapas de la Quixote Legend, acercarnos a Cercedilla para el Maratón Alpino Madrileño o repetir viaje a Collserola. También tenemos proposiciones deshonestas para la Salomon 4 Trails y algún raid de aventura. 

De una forma y otra, el año ya está estructurado. Ahora sólo falta que nos respete el cuerpo por un lado y, más importante, que todo y todos los que nos rodean continúen igual. 

Feliz Navidad

Para los que estáis aquí desde el principio.

Para los que os incorporásteis a lo largo del año.

Para los que nos habéis descubierto hace poco.

El beneficio de la duda en los retos no demostrados. El caso Brett Maune Vs el caso Steelman.

El caso de Brett Maune lo explica muy bien Ivan en su blog, así que no os volveré a contar aquí la historia. A modo de resumen, Maune batió en el 2009 el récord en autosuficiencia del John Muir Trail mejorando en 19 horas el que poseía Michael Popov. A Maune le dijeron de todo menos guapo. Sin participaciones en 100milers, sin haberse pinchado un dorsal en su vida, con su mochila de dominguero y sus pintas de visitante de Yellowstone al que el Oso Yogi le iba a mangar la cesta de picnic, poca gente creyó su hazaña. No tuvo más remedio que inscribirse en la Barkley, seguramente la más dura e inhumana 100 millas, para demostrar lo que valía. Ni siquiera le dejaron intentarlo a la primera, no aceptaron su inscripción. Fue en el 2011 cuando participó y venció, siendo el único en llegar. Echad un vistazo de nuevo al blog de Iván y ved de qué tipo de carrera se trata.

A Maune no le dieron el beneficio de la duda. Directamente nadie le creyó. Incluso hoy mismo hay quien dice que el ganar en Barkley no significa que el récord del John Muir fuera cierto. Eran otros tiempos, el uso del GPS y los spots no estaba tan extendido y había que fiarse de la palabra. 

Desde hace unas semanas estamos asistiendo a un caso que guarda alguna similitud, el de Steelman. Un personaje (no en el sentido peyorativo, sino que creo que es una figura que se debe distinguir de la persona) aparecido la nada con el récord de la Transpirenaica en 7 días y 17 horas debajo del brazo. Realizado según él en autosuficiencia, con una mochila de 31 Kgs de salida y sin utilizar en ningún momento refugios ni albergues. Rizando el rizo, a finales de noviembre nos volvía a sorprender completando, siempre según él, los 890 Kms del Camino de Santiago en 6 días y 18 horas.

Ambos récords "perfectamente" documentados con todo tipo de fotografías, reportajes, notas de prensa... pero sin ningún track que lo acredite. La magnitud de los retos hace que los tiempos sean, como poco, difíciles de creer. Si además añadimos cierta censura con los que critican a Steelman en las redes, negativa a presentar algún tipo de prueba concluyente, incongruencias en el material que aparece en las fotografías y un estado físico que no parece haber soportado los esfuerzos que supone semejante volumen de ejercicio, la duda aumenta.

¿Son razonables las dudas? ¿Cuánto tiempo cuesta subir un track? ¿Y llevar un dispositivo spot de seguimiento? ¿Nos fiamos o no? ¿Aceptamos la palabra de quien dice haberlo hecho? ¿Hace falta que se pinche un dorsal para creerle?

Personalmente, me genera muchísimas dudas. Y no tanto porque lo haya conseguido o no, que en algún sitio estará el límite, sino por tanta negativa a aportar pruebas. Con lo sencillo que sería demostrarlo. Si efectivamente es así como dice. 

De este tema hablamos ayer en el Traildebate de Territorio Trail. También de la nueva Spain Ultra Cup, de la importancia de los patrocinadores, de lo que esperamos del 2014...

Quedó un programa majete. Os dejo el enlace al podcast:

Mochila Oxsitis Hydragon 10l Bottle. Análisis, test y opinión personal.

OXSITIS HYDRAGON 10l BOTTLE
SESIONES TEST: 5
KILOMETROS TEST: 114
TERRENO TEST: Montaña, sendas, bosque. UT Collserola.

En junio pasado hicimos por aquí la prueba de la mochila Oxsitis Hydragon 10, que en lineas generales salió bastante bien parada, con alguna cosita mejorable pero notable en general. Ahora tenemos su evolución, la Hydragon 10l Bottle que, aunque no siempre es así, ha mejorado a su antecesora.

Comenzando por lo fácil, no muy útil, pero también interesante al fin y al cabo. El diseño. Mochila guapa donde las haya. Personalmente me gustan los colores vivos en el material. Huyamos de los negros y los grises. Hay color más allá de los oscuros y no nos importa que se manchen las prendas, que para eso tenemos lavadoras. 

Hablemos de cosas técnicas. Esta mochila se parece poco a su antecesora, lo que para mi es bueno, porque significa que se ha innovado e investigado para mejorarla. Para empezar, se ha subsanado el principal problema que le encontré a la anterior, que es el ajuste superior. En la primera versión no se podía regular, por lo que era muy importante acertar con la talla o no había manera de ajustarla bien. Podíamos jugar con el regulador inferior, pero era una jodienda. Punto positivo. La parte baja utiliza un sistema de velcros a la altura de la cadera. En movimiento el ajuste es bastante bueno.

La distribución en los tirantes delanteros, muy anchos lo que la hace confortable, también se ha modificado. Dos bolsillos con bastantes capacidad que pasan a la parte superior y dos compartimentos para bidones debajo, a la altura de las costillas. Para los que, como yo, no los utilizamos nos pueden servir para llevar más cosas. Bidones que tendremos que sacar para utilizarlos. 

También tenemos la opción de utilizar la bolsa camel, mi opción aunque no con la que viene de serie, demasiado grande con dos litros de capacidad. Lleva también una bolsa térmica para mantener el líquido fresco.

La distribución trasera es de dos grandes compartimentos. El más pegado a la espalda contiene la bolsa de hidratación. Si utilizas bidones queda a tu disposición pero incluso llevando una bolsa de un litro hay capacidad para llevar material. Recordemos que la capacidad de la mochila es de 10l. El segundo compartimento, el exterior, contiene la manta térmica de supervivencia que viene con la mochila más una serie de compartimentos. En mi opinión tiene el mismo error que la primera versión, que no es otro que la cremallera vertical. Este sistema te obliga, sí o sí, a apoyar la mochila en un lugar plano para abrirla y sacar/meter lo que necesites, puesto que si la mantienes en vertical es fácil que se desparrame todo. Una cremallera alta y horizontal sería más útil y perderíamos menos tiempo cuando utilizáramos ese bolsillo.

Y para terminar, el sistema de sujección de los bastones. Este era uno de los puntos fuertes del modelo antiguo. Se sujetaban en la espalda y no se canteaban. Ahora pasan a llevarse en la parte baja de los tirantes, junto a los portabidones. ¿Mejor o peor? Bueno, a mi el sistema trasero me gustaba mucho. Vale que tenías que para y quitarte la mochila para coger y dejar bastones, pero no se canteaban. Ahora, delante, en principio no te tienes ni que parar, pero debes llevarlos muy bien encajados y en la medida correcta para que ni se muevan ni molesten en los brazos al correr. De todas formas, es un punto a pulir por mi parte, que siempre he sido un poco zote para estas cosas.

Resumiendo, una buena mochila en general. Bien de diseño, de capacidad y de comportamiento en acción. 10 litros quizás excesivos para carreras cortas y que nos puede inducir a meter más cosas de las que necesitemos. Como talón de aquiles, su precio. 140 EU en la web de Oxsitis. La mochila mola, el diseño es espectacular, pero unos eurillos menos les vendrían muy bien para dar el salto definitivo al mercado.

In the High Country. Intimo e introspectivo Anton Krupicka.

Llevaba tiempo detrás de poder ver la película de Krupicka, "In The High Country". Este fin de semana he podido sacar un ratillo de tiempo para visionarla tranquilamente y no me ha defraudado aunque, eso sí, se me ha hecho corto. Escasamente 35 minutos de duración que, descontando créditos de inicio y final, se nos queda en una media hora de "chicha". Insuficiente para los trailadictos.

Ya hemos hablado antes por aquí del amigo Anton, y no es ningún secreto que desde este blog siento mucha simpatía por él, más todavía por la forma en que afrontó el pasado mes de junio su fracaso en el intento de completar la Nolan's 14 y como lo reflejó en los vídeos de su patrocinador. Por esto último precisamente es por lo que me esperaba mucho de la película, y lo que he visto es lo que esperaba. 

Un vídeo íntimo, en el que no aparece ni un dorsal. Una banda sonora que te sumerge dentro desde el principio y pocas palabras, porque muchas veces no son necesarias. Un viaje que nos lleva desde su Nebraska natal, pasando por Boulder, y llegando a su hábitat de los 14ers de Colorado y Leadville.

El Anton que corre sin camiseta, el que se acerca a un zapatero para acoplar una suela de goma a sus zapas, el que se pone cinta americana en los dedos de los pies, el que se baña en un río de agua helada, se corta las maltrechas uñas de los pues o intenta abrir la puerta de su coche haciendo palanca con una estaca de madera. 

Al revés que otras películas de esta temática, se nos muestra al corredor como una parte más de las montañas, integrado en ellas. Joel Wolpert no nos enseña a un atleta luchando por ser el mejor para llegar el primero en una carrera o mejorar un crono, sino a alguien como parte de la naturaleza, con unos planos inmejorables y una música adecuada a cada parte de la narración. 

El propio Wolpert dice que se trata de "una película de carreras de montaña impresionista, un ensayo visual sobre la vida en las montañas. Ofrece una perspectiva diferente tanto de correr como del tipo de funcionamiento que retrata (a gran altitud por tierra penosamente), así como desde un punto de vista extremadamente visual".

Muy, pero que muy recomendable.

Territorio Trail. Maratón de radio solidario.

El próximo sábado 21 en Jucal Radio, la emisora de La Puebla de Alfindén desde donde emitimos Territorio Trail, realizaremos un maratón de radio solidario. Desde las 16h a las 21h emitiremos todos los programas que diariamente ocupan la parrilla: Luna de Tarde,  Bola de Partido, Palu Sport, Braveheart y nosotros. Nuestra franja será de 16h a 17h, abriendo el fuego.

El objetivo es recibir donaciones de alimentos, juguetes y artículos de primera necesidad para los menos favorecidos, que recogeremos en las instalaciones de la radio. La idea es hacer un maratón de radio festivo, emitir durante esas cinco horas en directo y a la vez realizar una serie actividades. Sorteos, una chocolatada, magia para niños...

En Territorio Trail aprovecharemos para realizar un programa especial, que será el último del año por cierto. ¿Qué haremos? Pues la verdad es que no lo tenía muy claro, y tras barajar varias opciones, me había quedado con dos propuestas. Una era traer a todos los PROS que han pasado por los micrófonos y que nos cuenten qué tal ha ido el año y qué esperan del 2014.

La segunda, que es la que finalmente haremos, es daros el protagonismo a vosotros, los que escucháis cada semana el programa. 

Queremos que tú seas el protagonista de Territorio Trail. Cuéntanos qué tal ha sido este 2013, qué esperas del 2014, tus objetivos para el año que viene, esa carrera en la que te gustaría participar algún día, por qué te gusta correr por la montaña... lo que quieras. Envíanos un mail a la dirección del programa y el día 21 te llamamos por teléfono y entras en directo. O si te apetece te pasas por la emisora y nos lo cuentas personalmente.

Los amigos de Ranning, los de Raidlight, Sportvicious, Planeta Running y Altus ya se han animado a colaborar con material para sortear. 

¿Quieres ser el protagonista de Territorio Trail?

El origen del Trail Running en España. Así comenzó todo y así ha evolucionado. Jordi Marimón.

A finales de los años ochenta esto de correr por la montaña en nuestro país era casi ciencia ficción y poquitos los que lo hacían. Se utilizaban las marchas de montaña para empezar a correr. Primero algunos tramos, después todo el recorrido. Claro que para eso había que salir en las últimas posiciones o un rato después de la hora marcada, ya que te arriesgabas a pasar antes de que estuvieran montados los puestos de avituallamiento. A mediados de los 90, aunque muy lejos del boom actual, comenzó a popularizarse. Quizás el espaldarazo definitivo fuese el Aneto Xtrem Marathon primero y el Alpin Running Meeting después. Desde luego en mi caso fueron las primeras carreras de montaña de las que tuve conocimiento.   

La creación de la Adidas Trail Challenge en el 97 juntando al Maratón Alpino Madrileño, Galarleiz y el Maratón de Montaña de San Llorenç durante tres años fue el germen de lo que posteriormente al amparo de la FEDME se convertiría en la Copa de España. Las carreras "de" montaña dejaron paso a las "por" montaña y con el apoyo de Buff y Salomon se puso en marcha un circuito potente que fue evolucionado hasta el boom actual de carreras, ultras y demás que conocemos a día de hoy.

De esta evolución, del papel que desempeñó la FEDME, del nacimiento de la ISF, de su expansión actual, del baile de siglas y asociaciones al que estamos asistiendo y del momento actual del trailrunning hablamos ayer con Jordi Marimón, probablemente la voz más autorizada en lo que se refiere a nuestro deporte de los últimos veinte años.

Completando un programa muy interesante, hablamos también de los beneficios del yoga para los que practicamos trailrunning. Amara Arilla nos contó todo lo que nos puede aportar y nos convenció para probarlo.

El análisis de la Os2o Hoka Ultra Trail y alguna idea de regalos navideños para trailrunners completaron los sesenta minutos de programa.

Todo, aderezado con los Offspring, en este podcast: 

Leadville 100. Manejar el gigantismo o resultar excluido.

Curiosamente, el mismo día que los Organizadores de la Leadville 100 anunciaban que para el 2014 iban a introducir modificaciones en las normas de la carrera para intentar reducir el impacto medioambiental y el creciente gigantismo que la invade, una de las webs de referencia en Estados Unidos para las carreras de cien millas, la web de Stan Jensen, anunciaba que borraba cualquier mención acerca de la Leadville de Run100s.com. ¿El motivo? En su opinión ha dejado de pertenecer al mundo del ultrarunning para convertirse simplemente en negocio. No deja de ser una opinión de una web personal, pero si comenzásemos a borrar todas las carreras que hacen negocio nos saldrían unas cuantas.

Para rematar la faena recibían otro duro golpe por parte de otra de las grandes 100 millas americanas, la Hardrock 100, que excluía a la LT100 de su lista de carreras clasificatorias a partir de la edición del 2015. ¿Los motivos? Más de lo mismo:

“la Leadville incluye muchas de las opciones que son importantes para correr la Hardrock; altitud, largas subidas, tiempo de montaña y más. Sin embargo, la Leadville 2013 ignora otros asuntos de importancia para nosotros: responsabilidad medioambiental, apoyo a la comunidad de la zona y tener un impacto positivo en la salud de nuestro deporte”.

En honor a la verdad, no han sido los únicos. También se han pulido de la lista a la Western States 100. 

Partiendo de la base de que hoy en día muchísimas carreras se están convirtiendo en un negocio, precisamente la LT100 no me lo pareció más que otras. Sí observé que, comparado con la publicidad que se le da a la prueba de BTT que se celebra una semana antes, la de running da la impresión de que no recibe el mismo interés por parte de los Organizadores. Vale que el crecimiento de la primera en los últimos años ha sido brutal, sobre todo desde que participara Lance Armstrong, pero se agradecería el mismo bombo para las dos. 

Dicho esto, la organización y el trato al corredor están a la misma altura que su fama, es decir muy alta, si bien adolece de ciertos fallos que son los que intentarán corregir en el 2014 y que ya comentamos aquí en su día. Fallos que, es inevitable, vienen de la mano del crecimiento de inscripciones y popularidad.

La Leadville 100 toma medidas para intentar huir del gigantismo Improvements Planned for 2014 Leadville Trail 100 Run http://t.co/twrQQZwpCY
— Alfonso García (@Almasyrunner) November 12, 2013

La mayor parte de las protestas venían dirigidas por la masificación que se producía en las aid stations y la dificultad para llegar a ellas por parte de las crew. Por ejemplo en Windfield, mitad de carrera milla 50, había un atasco de 6 kms hasta llegar la zona de aparcamiento, momento en el que había que pillar un bus que te acercaba a la zona de asistencia.  Fueron bastantes los que optaron por dejar el coche en la cuneta y hacer andando ese trozo, tardando menos que en coche. Obviamente, esto significa que ochocientos participantes con sus correspondientes acompañantes en coche son demasiados.

Run100s: I'm removing the Leadville 100 from my web. They're no longer a part of the ultrarunning, simply business http://t.co/0TmdSbRB4P
— Alfonso García (@Almasyrunner) November 13, 2013

Las soluciones para mejorar las han publicado en la web. La primera es obvia, limitar el número de inscripciones. De las Cien Millas USA Leadville es una de las que más inscripciones permite, 800 sin procesos de sorteos ni currículum previo. Las inscripciones se abren el 1 de enero y se mantienen hasta que se agotan las plazas. Que por cierto, suelen durar. Este año se cerraron en abril. A día de hoy todavía no se ha hecho público cuántos inscritos se permitirán o si habrá algún tipo de proceso tipo sorteo, pero lo que sí está claro es que el número de corredores será menor. También se incrementa el número de voluntarios y personal de la Organización así como una mejora en los accesos. Esto último lo veo complicado, puesto que los accesos son los que hay, algunos una simple pista forestal. De hecho, también hablan de un aumento en los autobuses para hacer los traslados.

Como opinión personal, igual que no me parece que la Leadville esté tan encaminada al negocio como se dice, sí pienso que estas medidas van dirigidas un poquito a la galería y para contentar algo las críticas hacia el gigantismo de los últimos años. Sobre todo las que salieron este año de los PROS, que al fin y al cabo son las que más se oyen, como las de Nick Clark en su blog. 

Por mucho que metas más voluntarios, más autobuses y más gente que ayude el día de la carrera, el terreno es el que es. Los accesos son los mismos y se colapsaran de igual forma. La única solución sería un descenso brutal del número de inscritos, cosa que parece poco probable.

La solución es complicada. O no. En un calendario cada vez más saturado con múltiples posibilidades de elección, al final al inscribirte te guías por las opiniones de otros corredores o por lo que te puede ofrecer una carrera. Que en el caso de Leadville no es poco. Pertenecer al cuarteto del Grand Slam, el misticismo que le rodea y ser una de las carreras más antiguas no es poco. 

Un legado impresionante, conseguido a lo largo de más de treinta años, que gestionado de la forma adecuada debería mantener a Leadville en el top de las carreras más importantes del globo.

La música de Territorio Trail.

Desde que pusimos en marcha Territorio Trail en mayo, quisimos que una de las líneas básicas del programa fuera su banda sonora. Música cañera, de esa que nada más escucharla te anime a calzarte las zapatillas y salir al monte a correr, la que nosotros utilizamos normalmente para entrenar o llevamos en el Ipod en las carreras. 

Sí es cierto que no pensábamos que el tema musical tuviera tanto éxito y que recibiésemos tantos correos relacionados con la música, casi los mismos que sobre el tema del programa, el trail. Y como muchos de esos mails nos preguntaban sobre los temas y nos animaban a crear una lista con ellos para escucharla durante los entrenamientos, hemos hecho una lista en Spotify con la música que ha sonado hasta ahora.

Desde el tema de cabecera y cierre de los Dropckick Murphys, pasando por el Promentory de la BSO de El Ultimo Mohicano, el directo de Dover, los menos conocidos Saliva o los ya clásicos de Bruce. Todos con un denominador común, que siempre vienen conmigo en el Ipod cuando hay una carrera por delante.

Esta es la música de Territorio Trail, que actualizaremos cada semana con la música de cada programa. Esperamos que os guste y que os acompañe cuando os calcéis las zapatillas.

De salir a correr a salir a entrenar. De competir a cualquier precio. Lluis Capdevila.

Antes de salir a entrenar tengo por costumbre enviarle un mensaje a Beatriz. El típico "salgo a correr, estaré XX" y el "he llegado" cuando termino. Saliendo todos los días por el monte, rara es la vez que me cruzo con alguien. Si no voy con mochila no suelo llevar móvil, por lo que no está de más avisar. Esto viene al caso porque cuando un buen día en ese mensaje lo que escribí era "salgo a entrenar", al momento recibí una respuesta diciendo "¿qué vas a dónde?". 

¿Cuándo damos ese paso? ¿En qué momento cuando nos calzamos las zapatillas cambiamos el chip? ¿Depende de lo que hagamos cada día según lo que nos apetezca?

Ayer en Territorio Trail estuvo con nosotros Lluis Capdevila, Especialista en entrenamientos de alto rendimiento en el CAR de Sant Cugat. Con él hablamos de este tema, de cómo y cuándo dar el paso a plantearse objetivos importantes, de optimizar los entrenamientos para conseguir mejores resultados, del "llegar a cualquier precio"... Creo que quedó bastante interesante.

Además, tuvimos la colaboración habitual con SporTTs, esta vez hablando de nutrición y de la alimentación la semana previa a una competición. Interesante, porque es un tema que genera bastantes dudas.

Hablamos también de la mujer en el trail, regalamos un lote de productos Bioibérica y para terminar el programa a lo grande hablamos en directo con Miguel Heras desde San Francisco y nos explicó sus sensaciones dos días antes de participar en la TNF50. 

Os dejo el enlace al podcast:

Proyectos que terminan. Proyectos que nacen.

En enero de 2012 se puso en marcha un proyecto que desembocó en junio de aquel año en la primera edición de la Trans Montesblancos Trail, que se celebró con gran éxito de participación y con una difusión nacional e internacional espectacular para tratarse de una primera edición. De la experiencia acumulada en participaciones en el Marathon des Sables, Ecotrail de Paris o Tahoe Rim Trail 50 se importó el espíritu de supervivencia y superación de las míticas carreras de ultratrail. Conceptos como la autosuficiencia, aventura, ecorresponsabilidad, autogestión de residuos, calorías mínimas obligatorias, exhaustiva revisión de material, avituallamientos únicamente de agua y en cantidades medidas... que hicieron de la Trans Montesblancos Trail una carrera diferente. 

Una prueba exigente, que no dejara indiferente a nadie, y en la que cada participante debía llevar con él todo aquello que fuera a necesitar durante la competición. La dureza como nota destacada y un producto de carrera diferente, algo que no tuviera nada que ver con lo que se ofertaba.

Ahora, después de dos años de trabajo muy satisfactorio, es hora de desligarse de este proyecto. Sirva este post para dar a conocer que me he desvinculado totalmente de la organización de la Trans Montesblancos Trail, así como de cualquier actividad relacionada con ella.

Como sois bastantes los que estabais preguntando sobre el tema, creo que era interesante realizar esta aclaración.

Es tiempo de poner en marcha nuevos proyectos.

Carrera de Montaña Mularroya. Material utilizado y track.

Aunque se trataba de una carrera corta, sólo 21,5 Kms y no había que llevar nada encima, tampoco hemos corrido desnudos. Esto es lo que llevé el domingo en La Almunia:

ZAPATILLAS. Salomon XT Wings 3. Desde luego no es la zapatilla más adecuada para este tipo de carrera, pero tenía ganas de probarlas exigiéndoles un poco. Este mes colgaré el análisis que hicimos para Planeta Running. Anticipando, muy buena zapatilla. De diez en zonas técnicas y notables en pistas y caminos. Seguramente excesiva protección si la mayoría del tiempo se circula por terrenos poco técnicos como era el caso ayer, pero en cualquier caso perfectas.

PANTALÓN. Salomon Exo Wings Twinskin. Tras el destrozo de los primeros, los amigos de Salomon me enviaron otros. Bien por ellos. No es un pantalón, sino unas mallas Exo con el pantalón acoplado. Los bolsillos traseros altos vienen muy bien para los geles. Al estar altos no se cantean. Respecto a lo de correr con mallas, eso ya es manía de cada uno. Personalmente me encuentro más cómodo con un pantaca normal. 

CALCETINES. Injinji. Rosas, of course. 

CAMISETA TÉRMICA INTERIOR. Land Montserrat. La duda era si salir con una térmica de manga larga o una corta más manguitos. El día acompañó, frío pero con sol y nada de viento, por lo que opté por la segunda opción. Suficiente, incluso demasiada ropa al final.

CAMISETA. La de los Corredores del Ebro, de Tuga Wear,

MANGUITOS. De Compressport, los que nos dieron en Collserola.

GUANTES. Altus Ipala, de lana.

GAFAS DE SOL. Altus Iseo.

COMIDA. 2 Powergel, uno en el k7 y otro en el k15.

En resumen, buenas elecciones. En dos horas de carrera tampoco influye mucho el material elegido, pero está bien sentir qué tal funciona. Por ejemplo los pantalones, aunque son una pasada, para carreras largas yo me siento más cómodo con unos de toda la vida sin malla. Aunque eso ya son manías de cada uno.


Este es el track de la carrera:

21 Kilómetros muy largos. Carrera de Montaña Mularroya. Race Report.

Para terminar el año, y aunque sólo la separaban unos días del Ultra Trail Collserola, tuve la idea de apuntarme a la Carrera de Montaña Mularroya. Pensé que veintiún kilómetros, un recorrido bastante pistero, el haber tenido una semana para recuperar y no forzar mucho era una buena forma de terminar el año atlético. A la que se añadía que era la puesta de largo con mi nuevo Grupo, los Corredores del Ebro, en una prueba que es fija en el calendario para juntarnos todos y pasar un buen rato.

A las diez y media de la mañana, con muy pocas horas de sueño y más alcohol en sangre del recomendable, nos poníamos en la línea de salida de La Almunia en un día espléndido de sol para correr, con dolores en las rodillas y los isquios en pie de guerra, pero con muchas ganas de pasarlo bien para completar la poco más de media maratón. Porque en esta carrera, que es ideal para iniciarse en las de montaña, se corre a base de bien. De los 21k apenas es necesario andar en quinientos metros, viene mucha gente del asfalto, y los ritmos en los kilómetros llanos son muy rápidos.

Y aunque los primeros tres kilómetros han salido bastante decentes (sobre 4'20), y el primer ascenso lo he completado medianamente bien llegando al k6 en 32', en cuanto hemos empezado a bajar me he dado cuenta de que las alegrías habría que dejarlas para otro día. Las dos rodillas han comenzado a protestar, sólo bajando porque cuando picaba hacia arriba se han portado bastante bien, y los isquios se han lanzado a las barricadas. Joder, y eso que creía que había terminado la semana pasada bastante entero.

Así que en lo que quedaba de Mularroya me he impuesto un ritmo tranquilo, forzando un poquito en las subidas y dejándome llevar cuando íbamos hacia abajo. Terreno que sin llegar a ser excesivamente técnico tiene su aquel, con algún descenso un poquito complicado y tramos de senda y bosque. Entretenido y bonito, sin necesidad de llegar a andar en ningún momento, tan sólo en el último tramo de la primera subida.

Más o menos bien hasta que he llegado a los últimos seis kilómetros, llanos y picando hacia abajo, que se me han hecho muy largos. Está claro que no estoy hecho para correr deprisa, porque me empiezan a pasar por todos lados, y eso que mirando después el track tampoco iba tan despacio...

A lo lejos se ve el pueblo, giro a la derecha tras una larga recta de tres kilómetros y cruce de meta en 1h52', que al final no han sido tan malos como pensaba (el año pasado fueron 1h44'), aunque las sensaciones han sido malas. Aún así kilómetros disfrutados uno tras otro y, tras cruzar meta, otros cinco de propina para ir a buscar a Bea y acompañarla en su última parte de carrera.

Resumen muy positivo de la carrera, la primera con la camiseta roja de un grupo en el que da gusto estar. Correr por correr, sin preocuparte de ganar o perder, de llegar el primero o el último.

En principio, salvo alguna San Silvestre, último dorsal del año. Igual ha sido forzar demasiado, pero tampoco ha ido tan mal. Lo mejor de todo, tercera carrera seguida disfrutando tras el Maratón en septiembre y Barcelona la semana pasada. Sin duda, este es el camino.

Carrera de Montaña Mularroya. Previo.

Todavía con las piernas algo tocadas del UT Collserola del sábado pasado, este domingo nos volveremos a pinchar un dorsal. Será en la Carrera de Montaña Mularroya y de nuevo acompañado de Beatriz. Ella en la distancia de 15 Kms y yo en la de 21 Kms. Después de haber participado por primera vez el diciembre pasado, repetiremos pasado mañana.

No se trata de una carrera por montaña al uso, ya que es bastante pistera y el desnivel positivo total en los 21,5 Kms es de alrededor de 500 metros. Traducido, que los que están acostumbrados a correr rápido nos quitan las pegatinas. De hecho, son muchos los que la corren con zapas de asfalto.

Primeros kilómetros de salida por pista bastante rápidos seguidos del tramo central de monte propiamente dicho no excesivamente duros, creo recordar que casi no se llega a caminar en ningún momento, para terminar con casi seis kilómetros de pista en continuo descenso donde se le puede dar a la zapatilla a base de bien.

Buena manera de pasar la mañana del domingo, sin madrugar demasiado porque la salida es a las 10h30'. Lo que sí es seguro es que pasaremos fresquete y, si no nieva la noche anterior, ni mal ni bien.

Primera carrera por cierto que haremos con la camiseta roja de los Corredores del Ebro.

Una visión de Josef Ajram.

Yo no conozco personalmente a Cristiano Ronaldo. Tampoco a Leo Messi. Por lo tanto, no sé si el primero es un chulo como se nos transmite casi a diario ni si el argentino es una bellísima persona como nos dicen. Seguramente ni uno será tan bueno ni el otro tan malo pero en el mundo en el que vivimos hoy, por la percepción que tenemos a través de redes sociales, blogs y demás terminamos forjándonos una opinión en base a lo que leemos en textos planos o vemos en fotografías con simples comentarios. Sin darnos cuenta muchas veces que detrás de ese personaje que seguimos en Twitter o leemos su blog siempre hay una persona. Y que si te tomaras un café con ella tu percepción de cómo es lo más probable es que se modificara.

Ayer tuvimos en el programa a Josef Ajram. Como dijimos al principio de la entrevista, una persona que deja indiferente a pocos. Siempre con opiniones encontradísimas a favor o en contra de lo que hace, de cómo es, de lo que vende o de lo que hace. Una conversación en la que intentamos dar una visión de él y de lo que queda del Josef anónimo que comenzaba a participar en carreras hace ocho años.

Fotografía: Jotdowm

También tuvimos nuestra sección de coaching con David Roncero tocando un tema muy interesante y en el que todos nos habremos visto reflejados. Las emociones que sentimos al cruzar una línea de meta. Alegrías, penas, satisfacción, frustración... 

Y no podía faltar que os contáramos qué tal nos fue el fin de semana pasado por Barcelona y nuestra participación en el UTC. Muchos nos habíais pedido que habláramos de nuestras sensaciones cuando participamos en una prueba.

Así que, si os apetece escucharlo, aquí tenéis el podcast:

Ultra Trail Collserola. Material utilizado, track, sensaciones y puntos a mejorar.

La primera edición del Ultra Trail Collserola, en líneas generales, se cerró con buena nota. Una organización potente, un patrocinador fuerte, recorrido bonito y el atractivo de montar un trail en una gran ciudad como Barcelona. Muchos voluntarios, alta implicación, cronometraje en tiempo real, avituallamientos surtidos y bien organizados. Pero como todo lo que comienza, dejó algunos puntos a mejorar. Dos lunares destacan sobre todo. El primero, las colas para recoger el dorsal el viernes por la tarde. Una hora de reloj de espera es a todas luces excesiva. Más todavía cuando se pudo comprobar que por medios no era. Pero una sola fila para las tres distancias estaba claro que produciría retrasos. Algo sin duda a mejorar.

Y el segundo punto negro, el marcaje. Concreto, no estaba mal marcada pero sí se echaban en falta más cintas y puntos en los cruces y en algún giro complicado de ver. Y aunque donde yo me perdí fue por mi culpa, unas cuantas marcas más no hubieran venido mal. Tanto antes de llegar a las bifurcaciones como, una vez escogido el camino, para confirmar que vas bien. De todos modos, en mi opinión, demasiado espaciadas unas de otras.

Son los dos únicos puntos negativos. Por lo demás gran cantidad de voluntarios, muy atentos en los avituallamientos ofreciéndose a echarte una mano, indicándote el camino en los cruces en los que estaban o cortando el tráfico. Lo de conseguir organizar un trail con la salida y meta en una ciudad es algo que, para mi, no tiene precio.

Respecto a mi, poco más que contar. Una carrera disfrutada cada kilómetro, sin llegar a sufrir mucho en ningún momento. Terminada con muy buen sabor de boca y con ganas de seguir disfrutando de esto que nos gusta. Con el plus de que pudimos conocer en persona a gente que había pasado por Territorio Trail, lo que siempre es un aliciente. Por allí andaban Fernanda Maciel, Zigor Iturrieta, Mónica Aguilera... Y también gente que conoces de las redes sociales y por fin en persona. Jaume, Robert, Pep... 

A nivel de material, esto es lo que utilicé en Collserola:

ZAPATILLAS. Brooks Cascadia 8. Era la principal duda antes de ir a Barcelona. Ellas o las Salomon XT Wings 3. Me decidí por las Broosks y, a posteriori visto el recorrido, acerté. En ninguna zona eché de menos tener más agarre o que el calzado hubiese sido más técnico.

MOCHILA. Oxsitis Hydragon 10 bottle. Se dice que no se debe estrenar ningún material en carrera, y efectivamente así es. Realmente la Oxsitis no era un estreno, pero le había hecho pocos kilómetros. Buena mochila y buen resultado. Sin utilizar los bidones y dedicando su espacio para geles, frontal, baliza... Capacidad suficiente para una carrera de estas características, quizás demasiada. Tengo preparado el análisis detallado para subirlo un día de estos.

CALCETINES. Injinji Mini Original. En rosa, una manía como otra cualquiera. Acostumbrado ya a ellos definitivamente.

PANTALÓN. Raidlight Trailer. Hasta no hace mucho no era muy exigente con el tema de los pantalones, pero para carreras largas es mejor salir con algo que te vaya a resultar cómodo. Con dos amplios bolsillos laterales para guardar cosas.

CAMISETA TÉRMICA INTERIOR. Land Montserrat. De manga corta apoyado con manguitos. En la salida teníamos 2º. A lo largo del día la temperatura subió pero no me llegó a sobrar. En las zonas de sombra hacía fresquete.

CAMISETA EXTERIOR. Raidlight Permorfer Ultralight. Otro estreno en día de competición. Ligera, con bolsillos laterales y cuello alto. Cierre de cremallera. 

CORTAVIENTOS. Altus Clark. Lo llevé puesto hasta el primer control, alrededor de una hora y cuarto. Más adelante ya no fue necesario. Muy ligero (100 gramos) y suficiente para las temperaturas de la mañana.

GUANTES. Altus Ipala. De lana. Si no llueve, los prefiero de este tejido. Y como soy friolero, los llevo puestos casi todo el tiempo.

FRONTAL. Altus Tauro. 80 lúmenes. Sabemos de su poca autonomía (no más de tres horas) pero, teóricamente, sólo lo iba a utilizar la primera media hora. Afortunadamente así fue.
GAFAS DE SOL. Altus Iseo. 

BUFF. Dos de Ranning. Aparte de la utilidad de los Buffs por sí solos, los amarillos vienen siempre conmigo por costumbre.

COMIDA. Como siempre, mi aliado Powerbar. Encima estaba Jordi Marimon en uno de los avituallamientos echando una mano. Esta vez modifiqué algún hábito. Consumí más productos de los avituallamientos (gominolas, avellanas, galletas, plátanos) y menos geles. Aún así fueron siete Powergel a lo largo de las horas de carrera, siempre entre control y control apoyados por sales Isoactive en el camel.

Y pinchando en la fotografía podéis ir al track de la carrera. Poquito más de 73 Kms, 2800 metros positivos y casi 9h30 de carrera.

Ahuyentando los fantasmas definitivamente. Ultra Trail Collserola. Race Report.

El 2013 a nivel deportivo había sido bastante malo, especialmente los meses veraniegos. Las retiradas en el GTP primero y, sobre todo, en Leadville en agosto por la ausencia de motivación me hicieron replantearme muchas cosas y básicamente la manera de afrontar "esto del correr". La participación en el Maratón de Zaragoza me sirvió para volver a disfrutar de nuevo, liberarme de presiones y recuperar las sensaciones del correr por correr, buscando simplemente pasarlo bien. 

El Ultra Trail Collserola era la manera de intentar cerrar el año desterrando definitivamente los malos pensamientos. Una carrera que me llamó desde que la presentaron y que estaba marcada en el calendario desde antes del verano. Una distancia que me gusta, un perfil blando (aunque luego en carrera se vio que no tanto como parecía), una forma de compatibilizar deporte y turismo y, sobre todo, ganas. Muchas ganas de participar desde que me inscribí y que aumentaron tras el maratón.

La preparación y los 42 Kms me vinieron muy bien. Me sirvieron para coger una buena base de fuerza, los entrenamientos durante el mes de octubre salían de maravilla pero todo se empezó a torcer el mismo 1 de noviembre. Una caída primero, sobrecargas en el bíceps y en los isquios después y, para rematar, un esguince en el ligamento lateral interno sólo diez días antes de ir a Barcelona. Semana y media para llegar a Collserola, de sesiones diarias de fisio agotando los plazos para ponerme en la línea de salida. Si o sí quería estar.

El dolor va y viene. De no poder apoyar siquiera el primer día a evolucionar poco a poco hasta que finalmente el viernes era sólo un runrun que estaba ahí. No molestaba al andar pero no sabía cómo respondería corriendo después de diez días de parón, ni tras horas de carrera ni, mucho menos, forzándola en subidas y bajadas.

Así que el viernes por la mañana nos fuimos para Barcelona. Con tantas dudas como motivación. Punto muy negro en la organización, la recogida de dorsales. Una hora de reloj en una larga fila no mola. Con alguna duda en la elección del material, sobre todo en las zapas y en la ropa de abrigo que ponerme dejamos todo preparado para el día siguiente. A última hora decido no salir con la térmica de manga larga sustituyéndola por una de manga corta y manguitos, sabiendo que a primer ahora tocará pasar algo de frío. Por una vez, la que estaba nerviosa era la que duerme a mi lado, que tenía por delante su primer trail.

No me preguntéis cómo, no sé si os pasa también a vosotros, pero hay días en los que nada más despertarte y poner los pies en el suelo sabes que la carrera irá bien. Eso es lo que me sucedió el sábado. De nuevo, como hace dos meses el día anterior al maratón, estaba supertranquilo. Ni un ápice de nervios, ni siquiera un gusanillo en el estómago pensando que al día siguiente había que correr. Dormí perfectamente y por la mañana, desayunando en la habitación, me imaginaba los 74 Kms que tenía por delante pero pensando que lo iba a pasar bien. Sólo faltaba que la rodilla se portara bien. 

A las siete de la mañana en punto se da la salida desde Can Caralleu. Previamente habíamos pasado el control de material que, como en casi todas las carrera, se limitaba a enseñar dos geles marcados y contestar afirmativamente que llevabas todo lo demás. Algo a pulir, no sólo aquí, sino en todas. Dos grados marcaban los termómetros, así que tocó colocarse el cortavientos por lo menos hasta el primer avituallamiento. A pesar de que comienza a amanecer, salgo con el frontal.

Nada más salir tenemos enfrente un muro de asfalto de un kilómetro al 10% de desnivel que nos lleva al primer tramo de pista con unas vistas espectaculares de Barcelona. No está mal para comenzar con fuerza. Tras apenas tres kilómetros de carrera me doy cuenta de que la cosa pinta bastante bien. La rodilla no da signos de dolor aparte de las pequeñas molestias y yo siempre he pensando que las sensaciones de los dos o tres primeros kilómetros te indican lo que va a pasar después en el resto. Si al principio la cosa va bien, seguramente el resto irá en el mismo sentido.

En cuanto dejamos la pista y nos metemos por la primera senda nos encontramos con lo que será la carrera durante la mayor parte del tiempo. Un continuo rompepiernas, subidas y bajadas no excesivamente largas pero que rompen constantemente el ritmo. Me gusta. Ninguna parte es excesivamente técnica dejando de lado las raíces y algún tramo de piedra suelta, por lo que se puede correr bastante bien. Eso sí, con mucho cuidado en los giros complicados para no castigar la rodilla.

Llego al primer control, Santa Creu D'Olorda completando los 11 Kms en 1h18'. Me siento bien. Hasta aquí era un poco ver las sensaciones que me transmitía el cuerpo. Visto que la cosa marcha por buen camino, que me siento bien y que de la rodilla ni me acuerdo, me pongo de acuerdo conmigo mismo en apretar el ritmo. Dicho y hecho, me coloco el Ipod que hasta ahora esperaba en la mochila. Casi 5 Kms de descenso continuado, ideales para ganar tiempo que llevan hasta la segunda subida fuerte del día, la que nos deja en el Puig Madrona, coronado poquito después del segundo contro. Es el K23,6 y llevo 2h42' de carrera.

En todas las pruebas creo que hay un punto clave, ese al que tienes que llegar entero para echar el resto después. En este caso era el K38. El ascenso más vertical y complicado del día,  5 Kms salvados con relativa facilidad pero en el que en el descenso se agregaron a la fiesta dos invitados inesperados, mis gemelos. Sorprendido porque normalmente no me dan problemas, si bien es verdad que durante la carrera no ingerí tantas sales como acostumbro. El kilómetro hasta el control de Vallvidriera (4h29' en 38 Kms). En los dos anteriores casi no había parado, aquí me tomo mi tiempo. Dos plátanos, gominolas, galletas, avellanas, sales en el camel y cocacola como si no hubiera mañana. Diez minutos sentado de parón que me vienen de maravilla.

Sentadito en Vallvidriera mirando el perfil me imaginaba unos kilómetros agradables hasta llegar al próximo avituallamiento en el 55. Pues no. Una subida de salida que, porque no decirlo, me viene bien para encontrar un ritmo bueno pero a la que le sigue un laaaaaaaaaaaaargo descenso por torrenteras y estrechas sendas en las que en ocasiones casi ni caben los pies. El ritmo sigue siendo majete y voy contento porque no me encuentro excesivamente cansado. Sé que llegando a Can Coll estará todo hecho. Muy mal se tendría que dar para que no fuera así. Pero cuesta llegar. Los gemelos ya los llevo a la altura del culo y de vez en cuando tengo que parar a estirar. Un buen chute de reflex en los gemelos, 6h41' y 20 Kms por delante. Venga, el último empujón.

¿El último empujón? Ese empieza de verdad a los 60 Kms. Son majetes los del UT Collserola y nos han dejado la subida más potente para el final. Siete kilómetros. El único tramo en el que a veces hay que utilizar las manos. Siete kilómetros con algún descansillo de esos que crees que has llegado hasta arriba pero no, todavía falta un poquito más. Y otro poco. Y otro más. Se hace largo, muy largo hasta que corono y desciendo de nuevo hacia el segundo paso por Vallvidriera. Tras 8h53' ya se huele la meta que está a menos de cinco kilómetros.

Ultimos kilómetros que se hacen eternos. La última subida que da paso a la bajada final, la más vertical y técnica de todo el recorrido pero con unas impresionantes vistas de Barcelona, que lleva directamente a la línea de meta, que cruzo tras 9h28' desde que comenzamos a correr a las 7 de la mañana.

A poco más de dos kilómetros me detuve a observar. Veía toda Barcelona, el mar, miraba hacia atrás y contemplaba por dónde había venido. Cruce la meta andando, saboreando cada uno de los últimos metros. Con los pelos de punta y muy contento. No por haber terminado el Ultra Trail Collserola, sino por todas las sensaciones que tuve en las nueve horas y media. Por haber dejado atrás ya definitivamente todos los fantasmas que se venían conmigo y por recordar el verdadero motivo por el que hacemos esto. Por nosotros y sólo por nosotros.